Nunca sabemos

Publicado el 23 de Febrero de 2008

Tiempo atrás leí un concepto que me pareció interesante y positivo: Tiene uno que convencerse a sí mismo de que cada día será tal y como lo disponga desde el primer momento, tenemos la oportunidad de decidir si nuestra jornada será buena, regular ó mala independientemente de lo que nos depare el futuro inmediato.

Después de conocer aquella filosofía empecé a platicar con mis hijos durante el trayecto a la escuela y siempre hubo un lugar dentro de la conversación para introducir una pregunta, ¿Qué día escogen hoy?, a lo que cada uno de ellos invariablemente responde que un buen día, entendiendo todos que solo la decisión propia determinará como nos sentiremos cuando caiga la noche y reflexionemos sobre el acontecer diario.

Pero esta semana, desperté una mañana sintiéndome mucho más viejo que el día anterior, fue una de esas ocasiones en las que uno prácticamente siente como brotan las canas y la piel se arruga queriendo permanecer en cama todo el día debido a una especie de depresión. Había una explicación para mi estado de ánimo ya en un período de cinco días tuve que enfrentar tres diferentes experiencias nuevas para mi persona que si bien no podría calificar como tragedias, si fueron golpes durísimos al espíritu. Problemas en el plano profesional, realidades que afrontar en determinada situación personal y daños imposibles de revertir en mi negocio fueron demasiado para asimilar en tan precario lapso de tiempo.

Así que más por responsabilidad que por convicción salí de la cama, los pies se pusieron uno delante de otro alternativamente para llevarme a la regadera y mis manos pasaron el jabón por todo el cuerpo, de frente al espejo pero eludiendo mi propia mirada me peine, me cepille los dientes y estuve listo para salir. Nos pusimos en marcha hacía la escuela mientras mis pensamientos iban y venían entre los problemas que tendría que solucionar, la vergüenza individual que uno siente cuando omisiones pasadas sin dolo repercuten en el presente y en el reto que habría que superar para volver a jugar al ave Fénix en el mundo de los negocios.

Si darme cuenta, como autómata manejé sin decir palabra hasta el colegio de mis hijos donde ya casi para llegar, uno de ellos se volteó y preguntó: Papá, ¿Qué día escoges hoy?. Un buen día hijo, este será un buen día, me escuche responder arrastrando las palabras. Todavía alcance a reaccionar antes de que bajaran del vehículo para decirles con un mejor tono de voz y con una actitud renovada que ese día sería magnifico y que cada cual tendría que poner todo de su parte para que así fuera.

Repentinamente, el sentimiento de vejez cambió por una certeza de saberme con experiencias que a mi edad serán bien aquilatadas porque existe un larguísimo futuro lleno de oportunidades, la pesadez dio paso a un optimismo que raya en lo infantil y la pena se convirtió en orgullo al reconocer que siempre se ha actuado de acuerdo a principios basados en la justicia y el respeto hacía los demás.

Durante muchos años repetí una rutina convencido de que al hacer conciencia en mis hijos de que su postura hacía los problemas y las oportunidades sería determinante para lograr una vida plena e integral. Nunca creí que algún día el beneficiario directo de aquella sencilla retórica sería yo mismo; nunca sabemos, hacemos cosas con un claro propósito y cuando menos lo esperamos, una agradable sorpresa se atraviesa acrecentando el objetivo original de nuestros esfuerzos.
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PD: Este artículo fue publicado el Sábado 23 de Febrero, ese mismo día choque mi camioneta, !Saliendo de misa¡... y el lunes 25 por la mañana me llego una auditoría del IMSS... ¿Se puede pedir algo más?

¿Es Coahuila la Rubia Tonta?

Publicado el 05 de Enero de 2007 en "El Diario" de Coahuila y "El Heraldo" de Saltillo

El estereotipo de la rubia tonta esta lejos de ser una verdad universal, como ya lo dijo en alguna ocasión Paris Hilton: También hay feas estúpidas. La realidad es que la suerte de las personas que han sido agraciadas con algún don estético, artístico ó atlético no es garantía de una incapacidad para trascender más allá de sus capacidades físicas, los casos de algunas modelos, cantantes, actrices y deportistas como Cindy Crawford, Shakira, Salma Hayek ó Hugo Sánchez nos demuestran que una virtud natural acompañada de inteligencia y trabajo pueden llevar a cualquier individuo a ser mucho más que aquello que lo catapultó.

Pero regresando al estereotipo, es muy fácil recordar los casos de símbolos sexuales, deportistas y artistas, quienes dormidos en sus laureles olvidaron que la vida siempre cobra una factura y terminaron por dar lástima cuando tuvieron en sus manos el éxito. Marylin Monroe, Ana Nicole Smith, Carmen Campuzano, Mike Tyson, Manuel Manzo, José José, Britney Spears, Kurt Cobain, Jim Morrisson; la lista sería interminable.

Lo que poco nos ponemos a pensar, es que detrás de cada uno de estos casos siempre hay un gran número de personas ú organizaciones que son fieles mientras son épocas de bonanza; así, tras bambalinas, los diseñadores, las disqueras, los empresarios, los manejadores, las ligas deportivas, los “amigos” y los comunicadores sacan provecho del auge mientras este dure. Una vez que “la rubia tonta” pasa de moda ó cae en excesos, todo el séquito desaparece y la realidad de una vida vacía y falta de virtudes desarrolladas golpea al individúo con una dureza tal que pocos logran volver a levantarse.

Esta larguísima introducción viene a servir como metáfora por lo que algunos hemos insistido desde hace tiempo: La necesidad que tenemos en Coahuila de acompañar las inversiones extranjeras con el progreso de las empresas de capital local. La urgencia de darle empleo a la población ha sido el fin de los esfuerzos gubernamentales, esto ha originado la saludable atracción de empresas internacionales que han venido a darle a nuestra región un auge económico que tiene sustento en la capacidad de estas corporaciones para competir en el mundo. Pero como todos sabemos, el dinero no conoce de nacionalidades ni lealtades; y los capitales golondrinos están siempre al acecho de economías emergentes, nuevos gobiernos de países subdesarrollados y regímenes que comulguen con el capitalismo. Por eso es que los ciclos económicos no pueden ser rotos, cuando un país sube otro baja, mientras se salva a una economía, se condena a otra.

Falta poco para que deje este mundo Fidel Castro y Cuba abra sus puertas a la inversión extranjera, cada día es más clara la molestia de algunos pueblos sudamericanos cuyos gobiernos han ahuyentado lo que huela a capitalismo, los ojos de los países que mueven al mundo evalúan cual será la próxima región a desarrollar como lo han hecho con China e India.

Mientras todo esto es una amenaza que pende sobre Coahuila y México por la dependencia que tenemos de las armadoras y maquiladoras, nosotros estamos eúforicos con cada nueva inversión que se anuncia en el estado, tal como estaría una modelo de participar en una pasarela donde la gente tiene más interés en lo que lleva puesto y en el nombre del diseñador que en la pobre rubia tonta con anorexia que va luciendo el vestido. 8444104775@prodigy.net.mx

¿Profesionistas ó Profesionales?

Publicado el 15 de Diciembre de 2007 En "El Diario" de Coahuila y "El Heraldo de Saltillo"

Es típico en nosotros los hombres, al llegar la adolescencia sentimos que algo nos falta en los pantalones, queremos parecer mayores y como hemos visto a papá sacarla tantas veces percibimos que tener una parecida es símbolo de virilidad, de masculinidad: La cartera.

Llega la navidad ó nuestro cumpleaños y algún familiar da en el blanco obsequiándonos una billetera, generalmente esta es de plástico ó si es de buena calidad lo más probable es que sea reciclada de algún presente recibido anteriormente. Entre paréntesis, debo confesar que en alguna ocasión un amigo de la familia me regaló una navaja suiza con una tarjeta llena de buenos deseos adentro del estuche, la cual obviamente, no estaba dirigida para mí. Pero volviendo a la cartera, siempre se escucha la misma frase, que no por ser trillada deja de ser verdadera: “Ahora ya tienes la billetera, pero ¿De dónde vas a sacar dinero para llenarla?”

Eso es exactamente lo que hubiese pasado de prosperar la reforma a la Ley Estatal de Profesiones que fue presentada esta semana en Coahuila. En resumidas cuentas la reforma buscaba que aquellas personas que ejerzan en los medios detenten una licenciatura en ciencias de la comunicación; con esto hubiéramos tenido la billetera, pero vacía de efectivo. Imagino como sería dejar de leer a un ex pelotero para que un experto en comunicación nos explique porque Derek Bryant nunca pudo hacer de nuestros Saraperos un equipo campeón; hubiera sido interesante ver como las amas de casa seguían las clases de cocina de una licenciada mientras la versión local de Chepina Peralta le pedía chamba a Los Braulios; Seguramente los comunicadores de profesión desbancarían a los artistas profesionales en sus apreciaciones y criticas de arte; Los economistas ya no tendrían que pasar la segunda mitad del año justificando porque erraron sus predicciones; Iba a ser muy penoso negarle un espacio de comunicación a un ex presidente, gobernador, diputado, líder partidista ó cualquier otra persona que tenga en su currículo cualquier caudal de experiencias siendo que sus habilidades no contemplan la profesionalización formal para hacerse entender.

En los medios de comunicación que operan en Coahuila, para tratar temas teológicos, de medicina, de arquitectura ó cuestiones legales, en lugar de ser sacerdote, médico, arquitecto ó abogado, mejor se tendría que contar con estudios universitarios de comunicación.

Afortunadamente ya aborto el proyecto, dentro del Congreso del Estado algunos legisladores ya le están buscando la salida al absurdo de esta posible modificación a la ley, la respuesta no deberá estar en función de ofrecer una acreditación alterna para ejercer la libre expresión a través de los medios masivos ya que no es posible coartar a cualquier ciudadano en su derecho a trabajar sin más requisitos que la anuencia de un editor, un espacio disponible y las ideas que de su razonamiento emanen. La colaboración oportuna de un experto en su oficio dentro de un medio no deberá nunca estar supeditada a una licencia que sería de menor rango al conocimiento que solo con dicho certificado se estaría en condiciones de compartir.

El espíritu de una ley siempre debe estar cimentado en el bienestar del ser humano, regulaciones como las propuestas ante nuestros legisladores por uno de ellos mismos no dan lugar a que una persona pueda superar sus condiciones ó darle salida a sus inquietudes dentro de una rama especifica de nuestros entornos laboral, político, social, de entretenimiento, artístico ó académico, según aprecie cada comunicador empírico su aportación en los medios.
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El Saludo es de quien lo da...

Publicado el 08 de Diciembre de 2007
“El saludo es de quien lo da, no de quien lo recibe”. Ignoro el origen de la frase pero la escuche por primera vez de labios de una persona de esas que hablan poco, pero que cuando lo hacen todos los demás escuchan. Nos ilustra una cuestión de cultura en la que los buenos oficios, así como los improperios, son fiel reflejo del remitente, no del destinatario.

Traigo a colación el adagio por la estéril cadena de sucesos desprendidos de la desafortunada declaración que la Secretaria de Desarrollo Social a nivel Federal hiciera en septiembre como respuesta a una solicitud de ayuda hecha por los coahuilenses en el marco de la explosión que fue noticia nacional en la carretera de Monclova-San Pedro. En aquella ocasión la funcionaria del gobierno calderonista dio a entender que el problema no era competencia de su área sino de protección civil, lo cual tenía un sustento de veracidad pero fue carente de responsabilidad dadas las circunstancias. La consecuencia fue una respuesta de nuestro gobernador en la que a todas luces la molestia rebaso a la prudencia y sus palabras fueron a dar hasta la Cámara de Senadores, de ahí se emitió un exhorto esta semana para que el jefe del ejecutivo coahuilense se disculpase con la titular de Sedeso por el fuerte tono de la respuesta. Fiel a su estilo de apego a la ciudadanía, el Gobernador alega ahora que primero debe recibir el pueblo de Coahuila una disculpa para él ofrecer la suya y darle vuelta a la hoja.

Entiendo desde el punto de vista de posicionamiento la forma en que nuestro gobernador ha llevado sus relaciones con el ejecutivo federal desde la administración anterior, pero considero que la estrategia para darse a conocer más allá de nuestro estado ya cumplió con su objetivo e insistir en esa táctica empieza a resultar en lastre. Este opinador espera que sea nuestro gobernador quien ofrezca la primer disculpa en el caso que nos ocupa, no en respuesta a la petición de un poder independiente al suyo, tampoco como dádiva al género femenino como algunos trasnochados piensan que debe ser; más bien que sea como una muestra del tipo de gente que habita este estado, donde lejos de caracterizarnos por ser conflictivos, tenemos la fortuna de saber saludar bien, sin importar el merecimiento que los interlocutores tengan de nuestros cumplidos.

Aunque cada gobernante tiene su particular estilo de gobernar como bien lo describiera el maestro Daniel Cossío Villegas en su obra insignia, en ocasiones existen tendencias que nos permiten ver similitudes en los perfiles de distintos líderes. Toda proporción guardada, el estilo de confrontación de un presidente venezolano cabe perfectamente en el perfil del gobernador Moreira; y por otro lado, las amenazas de extremistas de derecha por una tolerancia a los regímenes socialistas aparecen repetidamente en los expedientes del asesinato del Presidente más popular que ha tenido la unión americana, con esto quiero decir que la supuesta propensión a la izquierda de este hombre en plena guerra fría no mermo la buena opinión que sus compatriotas tenían de él. Aquí es donde surge una pregunta que me vengo haciendo desde hace tiempo: ¿Por qué actuar como Hugo Chavez cuando se cuenta con el carisma de John F. Kennedy?
Los finales de año y los principios de las relaciones son momentos que se prestan para replantear la forma en que nos manejamos, este diciembre le presenta a nuestro gobernador la oportunidad de experimentar ambas situaciones en una encrucijada que definirá su futuro en los ámbitos personal y político. Como coahuilense, espero que las decisiones en política sean las más adecuadas para beneficio de sus gobernados, y como individuo, espero que sus decisiones personales lo llevan a ese destino que buscamos todos los seres humanos. 8444104775@prodigy.net.mx

CSG en Coahuila

Publicado el 1 de Diciembre de 2007

Hace una semana nos despertamos con la nota a ocho columnas publicada por EL DIARIO de Coahuila: El Gobernador del Estado estuvo acompañado en un evento por Carlos Salinas de Gortari. La nota desató la polvareda que desde aquel lejano Enero de 1995 acompaña a cualquier aparición en público, entrevista ó escrito en que intervenga el ex Presidente.

Para no parecer oficialista, debo precisar que mis colaboraciones en los medios impresos están publicadas en un blog (http://cesarelizondo.blogspot.com/), ahí podrá verificar el lector que cuando he opinado sobre cuestiones económicas, siempre he sostenido que las variables macroeconómicas que han apuntalado al país durante los últimos veinte años son fruto de la visión que tuvo un Secretario de Programación y Presupuesto en el tramo final del sexenio de Miguel de La Madrid, razón por la cual le ganó la candidatura presidencial a Jesús Silva Herzog antes del inicio de los llamados tiempos políticos y a cinco rellenos más en una farsa partidista cuando el banderazo fue dado. Así mismo, he dicho anteriormente que este hombre trono con su sucesor por lo que llamó el “Error de Diciembre” debido a que sabía que la crisis derivada de la filtración oficial a poderosos capitalistas mexicanos pudo haber sido evitada, tan seguro estaba de que su modelo económico marchaba sobre ruedas que antes de iniciar el proceso de su sucesión cabildeo entre la opinión pública la posibilidad de una reforma constitucional que le permitiese reelegirse, usted estará de acuerdo conmigo en que nadie intenta permanecer en el poder sabiendo que tiene una bomba entre las manos. Así que curado en salud, puedo decir que las percepciones que tengo del hombre de Agualeguas son producto del propio análisis, no de una corriente de opinión que hoy defiende una postura que en el pasado atacó.

Pero volviendo a Coahuila, el acto dio pie para que nuevamente las principales fuerzas políticas del estado se dieran hasta con la cubeta, esta vez en torno a quien algunos llaman en innombrable. Yo no sé que fue peor: Ratificar una vez más aquello de que en política no hay convicciones sino conveniencias, ó atestiguar la estúpida (no encontré mejor palabra) reacción de la oposición a la comida del ejido Batopilas.

Primero, me queda claro que aunque no son comparables las políticas económicas de un Estado con las de un país, el discurso y perfil de nuestro gobernador con relación a la macroeconomía es abismalmente diferente a las acciones que como jefe del ejecutivo federal emprendió en su momento Carlos Salinas de Gortari; agrupando este hecho con aquello de que todo en la política tiene un significado, tenemos por conclusión que alguien esta dispuesto a venderle su alma al diablo. Conveniencias, no convicciones

Y segundo, los discursos de la oposición al estilo de Paquita la del Barrio solo sirvieron para dos cosas: Evidenciar que se carece de ideología y que se tiene una altísima propensión al protagonismo. Carentes de ideología al no aceptar que el modelo económico, única asignatura en que la administración Foxista puede ser aprobada, es herencia de las políticas económicas de principios de los noventa y candado impuesto por organismos financieros internacionales. Propensión al protagonismo cuando fueron incapaces de permitir que la ciudadanía sacara sus propias conclusiones de la polémica reunión y terminaron nuevamente tropezando con sus palabras, haciendo mártires cuando quieren hacer culpables.
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Pebetero Zincamex

Publicado el 24 de Noviembre de 2007

La flama olímpica, máximo símbolo de los juegos olímpicos de la actualidad, es encendida en el sitio donde nacieron esas justas atléticas en un proceso donde los rayos solares producen la combustión, luego es llevada en antorcha por diferentes rincones del planeta para arribar puntualmente cada cuatro años a la sede del evento en donde cada país de la tierra es representado por sus embajadores deportivos en una fiesta en la cual uno de los objetivos procura la hermandad entre los pueblos. El propósito actual de la flama es enlazar las tradiciones de los juegos de la antigua Grecia con la era moderna de los mismos, hoy universales.

París, Francia. En el Arco del Triunfo se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido; en memoria de todos los soldados fallecidos durante la primera guerra mundial se enciende ahí cada tarde una flama desde 1923. De ese monumento tomo inspiración Jackie Kennedy para solicitar que en el cementerio nacional de Arlington, en Estados Unidos, se recordará por siempre a su esposo con la Llama Eterna, deseo que fue concedido a partir de 1967.

En nuestro Saltillo he tenido varias oportunidades de visitar el complejo deportivo de la Universidad Autónoma de Coahuila situado al norponiente de la ciudad. Tenemos ahí instalaciones deportivas de primer nivel que han albergado eventos dignos de nuestra ciudad. Pero, tristemente, he observado que el pebetero, que pocas veces ha sido encendido no es acorde con las instalaciones ni mucho menos con las aspiraciones de quienes ahí han actuado; es, por describirlo de algún modo, una estructura enana. Veo entonces la gran chimenea de Zincamex y me pregunto porque no aprovechar la estructura como base del pebetero.

Los restos de Zincamex son visibles desde muchos puntos de nuestra ciudad, convertirlos de contaminación visual a altares de nuestra historia y nuestro porvenir podría ser una buena propuesta. Imagino el tiro de la torre remozado y una llamarada en la punta que permanezca ardiendo simbolizando el enlace entre un Saltillo orgulloso de sus tradiciones y una ciudad moderna con todas las ventajas de una metrópoli; una flama que reconozca nuestra aportación a la economía nacional en el pasado y la vocación industrial del presente; un fuego que sea memoria de aquellos que de una u otra forma aportaron de su vida por lo que hoy es Saltillo; una luz que sea el reconocimiento a los Armillitas, Catones, Acuñas, Isidros y demás coterráneos que han treascendido nuestro suelo; una llama que suba de intensidad en aniversarios de la ciudad, fiestas nacionales, celebraciones de nuestras universidades, triunfos de nuestros equipos y todo aquello que sea motivo de orgullo colectivo.

Son grandes las dificultades legales para aterrizar un proyecto así y quizás parezca inocente la propuesta. Pero cuando atestiguo la polarización reinante entre los políticos locales, cuando me doy cuenta de que la diferencia de clases es una cuestión de falta de identidad más que de estratos en mi región, y cuando observo que el crecimiento está aniquilando a la solidaridad, percibo entonces la importancia de un icono que pueda ser el catalizador que necesita esta ciudad para seguir desarrollándose sin menoscabar valores y virtudes de sus habitantes, descubro en una torre abandonada la alegoría que nos traslada del ayer al mañana sin perder esencia ni sacrificar vigencia.

¿Quién tiene el poder de secundar una idea?. Podrá ser un funcionario, un académico, algún gobernante, quizás sea un legislador, probablemente un universitario, un regidor, algún patronato, puede ser un gremio, la sociedad civil, incluso algún medio de comunicación. También, como tantas cosas, podría quedar en letra muerta.
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Plaza Sendero: Orgullo y Decepción

Publicado el 10 de Noviembre de 2007

En este espacio he sido insistente afirmando que existe una única vía que como mexicanos, coahuilenses y saltillenses tenemos para desarrollar nuestro potencial económico ante otras ciudades, estados ó países según sea el caso: La multiplicación de la inversión privada local.

Vislumbro la clave del verdadero crecimiento sólo de esa forma (ser los dueños de la maquiladora en lugar de la mano de obra; ser quienes ponemos cadenas de comercios y no quienes estamos detrás de los mostradores; ser los que construimos los edificios y no quienes rematan los terrenos heredados ó ejidales; ser los creadores de las marcas, no solo consumidores); desde esa óptica, no pude sino sentir algo de satisfacción al observar desde un semáforo los anuncios de las tiendas ancla que ofertan en recientemente inaugurada plaza comercial situada al nororiente de la ciudad: Marcas nacionales que han encontrado la fórmula para crecer y hacerse de un importante lugar dentro de un complicado mundo de los negocios totalmente globalizado, realidad internacional que literalmente pone a competir al vendedor de semillas con las empresas comerciales más grandes del orbe. Ser regionalista no es pecado, así que me dio gusto notar que a excepción de una de las empresas mexicanas que había identificado, todas las demás son originarias del noreste del país, y mejor aún, después me di cuenta de que los dos espacios más importantes eran ocupados por compañías que nacieron en Coahuila.

Y como toda historia, esta también tendría que tener un pero... El orgullo que como mexicano y coahuilense experimenté al ver por primera vez el caso de un centro comercial dominado por marcas nacionales y de mi estado, cedió a la pena que como empresario sentí al advertir que entre las principales inversiones no había ninguna de capital saltillense; Por supuesto, en los locales interiores existen ejemplos de tenaces saltillenses que luchan por hacer prosperar sus negocios, pero que aún no alcanzan el nivel de las tiendas ancla. Intenté entonces escudarme en los pretextos que a través de los años hemos esgrimido: Es que tenemos en Monterrey a la segunda plaza de distribución nacional a escasos 80 kilómetros, es que estamos a tres horas de la frontera, es que somos una ciudad chica, es que el mercado de Saltillo es muy complicado, y tantos etcéteras que lo único que explican es una pobre cultura empresarial que venimos padeciendo desde hace años.

La innegable vocación industrial que nuestra región tiene hoy en día, ha escondido el fracaso que el comercio local sufre al conformarse con pocos casos de empresarios que han permanecido exitosamente atendiendo al mercado de la zona ante el saludable embate de las firmas que vienen de cualquier parte del mundo; y si nos extendemos analizando cuantas empresas locales han logrado expandirse más allá de nuestra zona conurbana nos encontraremos con auténticos garbanzos de a libra.

El estilo conservador que etiquetó a nuestra ciudad durante tantos años para todos los ámbitos, parece permanecer solo en la clase empresarial que se nota adormecida y sin esa comezón que es característica de aquellos que entienden que ser empresario no es llevar una vida llena de comodidades y escasas responsabilidades, ser empresario es más bien tener ese sentido social y humanitario de comprometer recursos y capacidades propios en una dinámica de multiplicación para beneficio de más personas, incluyéndose claro está, el inversionista.
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Tradiciones y Realidades

Publicado el 03 de Noviembre de 2007

“No pienso acompañar a mi madre y a mis hermanos esta noche para salir a pedir dulces casa por casa”, fue la sentencia del mayor de mis hijos el pasado Miércoles con motivo la llamada noche de brujas. Como padre de este tiempo, empecé un proceso de análisis del comportamiento para entender el porque de una postura en una persona que hace un año hubiese esperado el momento descontando los días del calendario con semanas de anticipación. ¿Sería esa preadolescencia de la que tanto hablan hoy y con la que tratamos de ocultar las deficiencias que tenemos como familias?, ¿Sería que con tantas actividades extracurriculares que hoy cargamos a nuestros hijos en un afán de hacerlos “competentes” ya no le quedarán fuerzas para ser niño?, ¿Sería que tuvo conciencia de lo terribles que son los dulces para su metabolismo, aún cuando sus padres disfrutaron de todo eso durante la niñez y mantienen un estado de salud aceptable?. Después de una larga plática con una sesión de preguntas y respuestas con aparente independencia del tema, la verdad salió a la luz: Como estudiante en una escuela católica y visitante regular a los oficios religiosos, había recibido toda la información negativa que existe sobre un festejo que hoy en día nada tiene que ver con Satanás y todo tiene que ver con el comercio.

Respetamos la decisión de nuestro hijo en la cuestión de usar un disfraz, pero su madre insistió en que la acompañara a casa de una familia amiga de donde saldrían los niños a pedir sus golosinas. Aceptó bajo la condición de que él se quedaría dentro de la casa a esperar que sus hermanos volvieran de su recorrido. Una vez que estuvieron todos los que saldrían en grupo, y con una pequeña insistencia de uno de sus amigos, mi hijo se despojó de cualquier prejuicio religioso y se dejo llevar por su realidad: La niñez.

Cuando llegue a casa y me enteré del cambio de planes, decidí volver a platicar con mi hijo para saber si el hecho de haber disfrutado de una tradición pagana y extranjera había perjudicado sus valores religiosos ó su sentido del nacionalismo; por supuesto, sus percepciones del bien y del mal, de las tradiciones mexicanas y demás figuras que se suponen agredidas por la celebración del 31 de Octubre, no fueron afectadas por haber participado en algo que fue hábilmente tejido a través de los años con una sola finalidad, repito, comercial.

Reflexionando sobre lo acontecido, caigo en la conclusión de que para una persona, la primera noción de lo que es una tradición son las experiencias vividas, no lo que se nos quiera inculcar por cuestiones religiosas ó nacionalistas, por muy añejas que esas prácticas sean. Por lo tanto, esos fundamentalistas que atacan lo que no comparten deben replantear sus estrategias para enfocar sus esfuerzos en fortalecer sus propuestas más que en debilitar las ajenas. Debemos aprender a tolerar lo que recibimos de otras culturas en una sana combinación de lo nuestro con lo extraño ya que es un hecho que muchas costumbres y tradiciones han quedado rebasadas por usanzas que si bien es cierto nacieron de oscuros ritos, hoy solo representan un pretexto más para que nuestros hijos experimenten la magia de ser niños.

De la misma manera en que no gana uno el cielo por el simple hecho de ir a misa, tampoco lo pierde por salir a pedir dulces, pero si se gana en vivencias e intercambio social, lo que es más benéfico que estar frente a un televisor, una computadora ó una imagen religiosa.
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Entregando el cuerpo

Publicado el 27 de Octubre de 2007


Contrario a lo que la lógica indica, debido a la riqueza que nuestro idioma ofrece al tener tantos vocablos, frecuentemente caemos en problemas de comunicación cuando no expresamos la palabra exacta para señalar aquello que deseamos manifestar; así tenemos que en nuestra vida diaria poco podemos decir con metáforas ó analogías porque se nos tacha de rebuscados ó de andar por las ramas. En otras culturas, donde el lenguaje no tiene tantas complicaciones como el nuestro, basta con situar una palabra ó una expresión dentro de un contexto para entender ó darse a entender, siendo el mismo termino utilizado para casos distintos sin que esto ocasione confusión.

Lo anterior viene a cuento por lo acontecido durante la agonizante semana dentro de las filas perredistas, donde una vez más lavaron la ropa sucia fuera de casa cuando el vocero Nacional del partido arremetió en contra de su elemento mejor posicionado en el espectro político nacional, la presidenta la mesa directiva de la Cámara de Diputados. La raíz de la disputa que ocupó diversos espacios dentro de los medios electrónicos del país es una cuestión que corresponde juzgar solo a los mismos miembros del citado partido, lo que nos ocupa a los demás es la polémica que generó la expresión utilizada por el vocero para calificar la forma en que desde su punto de vista claudicó en su movimiento la Diputada Federal: Entregando el cuerpo.

La desafortunada frase trajo como consecuencia una respuesta generalizada de la opinión pública en contra del ahora esclavo de sus palabras, poniéndole adjetivos como machista, intolerante, vulgar y cualquier cantidad de ese tipo de calificativos con que se acusa a un hombre cuando se ponen los demás el disfraz de respeto hacía las mujeres, minorías ó razas diferentes. Por supuesto, los “profesionales” de la noticia ventilaron y capitalizaron el hecho con un tinte amarillista que lo único que logró fue difundir el punto de vista de uno y sembró la duda en las acciones de la otra, por más que insistieron en la supuesta defensa del género femenino.

Y aquí expongo, como en el pasado, la mentira que nos contamos cotidianamente al pensar que cediendo espacios a la mujer por el simple hecho del género les da esa dignidad que el feminismo busca en donde nunca la va a encontrar. Aquí es donde no podemos compartir la opinión de un trato diferente a la mujer que ha decidido jugar con las reglas de un juego en el que todos asemejamos con la supervivencia en la selva, en donde la supremacía del más capaz (no necesariamente el más fuerte), quedará de manifiesto independientemente del género.

Machista no es aquel que en el plano profesional trata por igual a hombres y mujeres, machistas son los que se sienten condescendientes al facilitar las tareas que una mujer puede realizar sin la supervisión ó el cuidado del hombre, machistas son las mujeres que exigen un trato preferencial pero que demandan las mismas canonjías, machistas son las personas que tienen que anteponer un artículo al sustantivo haciendo una diferenciación de género innecesaria. Nos dignificamos como hombres y mujeres cuando nos situamos en donde nos corresponde por necesidad ó por naturaleza, no por lo que los demás digan ó callen sobre nosotros.

Nuevamente un escándalo nacional nos hace reflexionar sobre nuestros valores culturales, otra vez los protagonistas evaden los temas trascendentales para sumirse en discusiones estériles que lo único que denotan es el pobre nivel de las voces que forman el pensamiento colectivo, ya sea que hablemos de políticos ó de comunicadores.
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Yo soy Roberto Madrazo

Publicado el 12 de Octubre de 2007

Por nada del mundo me atrevería a ser el abogado del diablo en el sonado caso del maratón en que participo del ex candidato presidencial el último día del mes pasado en algún lugar de Alemania, pero si somos sinceros, encontraremos en nuestras propias acciones un claro reflejo de ese Roberto que todos llevamos dentro.


Desaparecer la virtud que indudablemente tiene la capacidad atlética del ex gobernador de Tabasco por la forma en que actúo en el citado certamen, es muy parecido a la manera en que en la vida diaria echamos a perder nuestros más valiosos valores por esos síntomas que presentamos los individuos dentro de la sociedad moderna: El inmediatismo y la necesidad de alcanzar los resultados independientemente del mérito.


Así es como nos parece normal mentir al taquillero del circo cuando nos pregunta por la edad de nuestros hijos, decidimos quitarles años a cambio de evitar el desembolso de unos pesos más y disfrutamos la función sintiéndonos pavoreal identificados con esa estampa predeterminada de los padres que cumplen con esa parte de la formación que es el esparcimiento. Comportamiento similar es cuando, como empresarios, decidimos provocar ó consentir la declaración de quiebra en un negocio cobijados en aquella cultura del dueño rico, negocio pobre. Caemos también en el síndrome Madrazo al quitarle un pelo al gato cuando aprovechamos los recursos materiales de nuestros centros de trabajo y nos llevamos a casa clips, plumas, hojas y hasta el papel sanitario. Es clásica la postura de golpe de pecho que acatamos dentro de nuestros templos, para luego salir y practicar de la doctrina religiosa solo aquello que nos es cómodo, siempre bajo el infalible argumento de que mientras no hagamos daño a nadie estaremos bien con el Dios en que creemos, obviando los agravios que cometemos por omisión. Como médicos, abogados ó arquitectos, condenamos reformas hacendarías cuyo fin es combatir la evasión fiscal porque cuando juramos honrar nuestra profesión nos referíamos al aspecto humano en el mejor de los casos, ni por error pensábamos en ser congruentes con las obligaciones fiscales, para eso nos matamos estudiando, que caray. ¿Cómo pasar por alto en este punto a las almas caritativas?, esas que siempre están dispuestas a socorrer a los desprotegidos.... Siempre que exista un recibo deducible de impuestos y una cámara que capte el momento de entregar los donativos. Por supuesto, también fallamos como comunicadores cuando nos sujetamos a un libreto dictado por los propios intereses más que por una misión informativa que sea la crónica de lo acontece en nuestro entorno.


Nos equivocamos pues, cuando afirmamos que la lección del triste caso de Roberto Madrazo en tierras germanas sea el habernos librado de que el personaje en cuestión hubiese llegado a ser Presidente de la república; la verdadera lección del hecho será reconocer en Roberto Madrazo esa condición humana que nos lleva en ocasiones por engañosas rutas hacía nuestras metas, dándole más importancia a la recompensa que al esfuerzo, haciendo las cosas en función de una imagen ante los demás en lugar de hacerlo por alcanzar esa necesidad que Maslow ponía en la punta de su pirámide: La autorrealización. Aquel hombre que apelaba a la individualidad al retar que alguien de la muchedumbre arrojara la primer piedra, en otra ocasión pedía que se juzgarán los actos, no a las personas. Si tomamos en cuenta esas palabras al evaluar los actos de Madrazo, terminaremos juzgándonos a nosotros mismos, y finalmente, si hacemos un examen honesto, aceptaremos tristemente que algún aspecto de nuestra vida, somos como lo fue Roberto Madrazo. 8444104775@prodigy

Retenes

Publicado el 20 de Julio de 2007

En las últimas semanas tuve la necesidad de salir a carretera en varias ocasiones, como ya lo habrá usted notado si ha salido de la ciudad, se topa uno con algún operativo cada vez que pasa ó llega a poblaciones independientemente de la densidad de estas.

Mis salidas fueron principalmente hacía el norte por la carretera a Monterrey, hacía el centro del país por la carretera 57 y hacía la zona occidental por Zacatecas. Los operativos que pasé incluyeron al ejército, corporaciones estatales, Procuraduría Federal de la República y hasta elementos de la Policía Federal de Caminos.

El comentario es que hubo una constante en cada uno de los retenes: Unas preguntas de rutina y amables que hacen a uno entender aquello de “quien nada debe nada teme”. Se nota la capacitación y el enfoque común que fuerzas armadas de diferentes niveles han recibido para hacer sentir al ciudadano común que no están ahí para amedrentarnos, razón por la cual aquellos que viajamos sin delinquir, aplaudimos estos operativos que claramente buscan frenar a la delincuencia, en beneficio de nuestras familias.
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No son horas de llegar

Publicado el 18 de Julio de 2007

-¿Qué horas son estas de llegar? –le pregunta furibunda la señora a su trasnochado marido.

-No me lo vas a creer- le responde el señor-, pero ya estaba a tres cuadras de la casa cuando llegue a una intersección con un letrero que ordenaba “ceda el paso a un vehículo”, y como no pasaba ningún auto, pues estuve dos horas parado esperando que alguno pasará para poder atravesar.

El chiste ilustra el extremo de la pésima cultura que tenemos al volante, una y otra vez frenamos, medio arrancamos y volvemos a pisar el freno mientras desciframos cual será la idea que el otro conductor tenga de este tipo de cruceros. Unos saben que la señal de alto para todos quiere decir que se llega, se frena totalmente y se continúa de acuerdo al orden en que cada auto llega a la intersección; otros piensan que la señal de alto para todos es para evitar frenar a los que vienen circulando aún habiendo otro vehículo parado con anterioridad en el cruce.

Lo anterior, así como prescindir de acotamientos, no utilizar las direccionales, estacionarse sobre las rayas, ubicarse en doble fila, dar vueltas donde no está permitido y conducir a velocidades extremas (altas y bajas), hacen que nuestras vialidades parezcan algo más complicado de lo que son. Como es la constante para todos nuestros problemas, la respuesta está en la cultura, una buena cultura al volante haría de nuestras ciudades lugares más agradables para vivir.
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