publicado 3 Marzo 2004 El Heraldo de Saltillo
por César Elizondo Valdés
Divisiones
En las últimas semanas hemos sido testigos en nuestro entorno de pugnas hacia dentro de organizaciones como CANACO, CROC y la Sección V de Maestros en que algunos de sus agremiados ó socios difieren con la dirigencia formal y prefieren la disidencia ó incluso renunciar a dichas organizaciones; siempre será respetable tener un punto de vista propio y defender en lo que uno cree.....pero....debemos tener cuidado, la soledad es mala compañera, quién realmente busca el bien común debe buscarlo desde adentro de las
organizaciones; para cambiar algo en lo que no se está de acuerdo primero debemos convencer a una mayoría de nuestros compañeros para después dar el gran salto hacía los cambios que deseamos.
Podemos recordar palabras de un precandidato a Gobernador que no fue el preferido de su dirigente real, cuando muchos pensaban que su partido le había fallado, prefirió pasar el trago amargo, reconoció que él mismo había sido beneficiario de aquella forma de operar de su partido y fue congruente al aceptar la decisión, luchó para que en el futuro su partido garantizará oportunidades para todos y logró ser Gobernador, y actualmente es uno de los contados mexicanos que tienen reales posibilidades de ser candidatos a la silla grande. También recuerdo a un gran amigo regidor de la pasada administración municipal, este amigo también se enfrentó a decisiones de la cúpula de su partido, estuvo semanas en el limbo y al final decidió continuar siendo miembro de Acción Nacional y desde adentro tratar de iniciar una corriente de cambio.
Es una lástima ver que una institución centenaria y de tan grande influencia como CANACO se fragmente en la realidad (aún no en la formalidad) en grupos como Comerciantes del Centro, se pierde fuerza y credibilidad cuando no hay acuerdo, si bien este grupo de comerciantes son afiliados a CANACO, no tendría razón de ser si sus elementos tuvieran la certeza de sentir representados sus interesés, y ya se escucha un rumor del nacimiento de otro grupo de empresarios del Boulevard V. Carranza, la división siempre trae debilidad.
Es tiempo de que las organizaciones reconozcan el valor cívico y moral de sus agremiados inconformes, deben reconocer en ellos la voz que permita que exista una balanza en los criterios para dirigir el futuro para que puedan seguir contando con la credibilidad de su comunidad, pero sobre todo, de sus representados. Así mismo, los disconformes con sus dirigentes, deberían rectificar para reconocer la formalidad y la forma en sus organizaciones para desde adentro de ellas crear una cultura de diálogo y así, con el tiempo, que es su mejor aliado, lograr los cambios que pretenden pero que según la visión de algunos aún no son necesarios.
Sé que no estamos en el país de la maravillas, pero mejor aún, estamos en México y el futuro es de quién lo quiera tomar. Comentarios, aclaraciones e información enviar a mjoly@terra.com.mx
por César Elizondo Valdés
Divisiones
En las últimas semanas hemos sido testigos en nuestro entorno de pugnas hacia dentro de organizaciones como CANACO, CROC y la Sección V de Maestros en que algunos de sus agremiados ó socios difieren con la dirigencia formal y prefieren la disidencia ó incluso renunciar a dichas organizaciones; siempre será respetable tener un punto de vista propio y defender en lo que uno cree.....pero....debemos tener cuidado, la soledad es mala compañera, quién realmente busca el bien común debe buscarlo desde adentro de las
organizaciones; para cambiar algo en lo que no se está de acuerdo primero debemos convencer a una mayoría de nuestros compañeros para después dar el gran salto hacía los cambios que deseamos.
Podemos recordar palabras de un precandidato a Gobernador que no fue el preferido de su dirigente real, cuando muchos pensaban que su partido le había fallado, prefirió pasar el trago amargo, reconoció que él mismo había sido beneficiario de aquella forma de operar de su partido y fue congruente al aceptar la decisión, luchó para que en el futuro su partido garantizará oportunidades para todos y logró ser Gobernador, y actualmente es uno de los contados mexicanos que tienen reales posibilidades de ser candidatos a la silla grande. También recuerdo a un gran amigo regidor de la pasada administración municipal, este amigo también se enfrentó a decisiones de la cúpula de su partido, estuvo semanas en el limbo y al final decidió continuar siendo miembro de Acción Nacional y desde adentro tratar de iniciar una corriente de cambio.
Es una lástima ver que una institución centenaria y de tan grande influencia como CANACO se fragmente en la realidad (aún no en la formalidad) en grupos como Comerciantes del Centro, se pierde fuerza y credibilidad cuando no hay acuerdo, si bien este grupo de comerciantes son afiliados a CANACO, no tendría razón de ser si sus elementos tuvieran la certeza de sentir representados sus interesés, y ya se escucha un rumor del nacimiento de otro grupo de empresarios del Boulevard V. Carranza, la división siempre trae debilidad.
Es tiempo de que las organizaciones reconozcan el valor cívico y moral de sus agremiados inconformes, deben reconocer en ellos la voz que permita que exista una balanza en los criterios para dirigir el futuro para que puedan seguir contando con la credibilidad de su comunidad, pero sobre todo, de sus representados. Así mismo, los disconformes con sus dirigentes, deberían rectificar para reconocer la formalidad y la forma en sus organizaciones para desde adentro de ellas crear una cultura de diálogo y así, con el tiempo, que es su mejor aliado, lograr los cambios que pretenden pero que según la visión de algunos aún no son necesarios.
Sé que no estamos en el país de la maravillas, pero mejor aún, estamos en México y el futuro es de quién lo quiera tomar. Comentarios, aclaraciones e información enviar a mjoly@terra.com.mx
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