publicado el 11 de Junio de 2004, en "El Heraldo de Saltillo"
por César Elizondo Valdés
El godoyazo
Dicen que el saludo es de quién lo da, no de quién lo recibe, lo mismo que las ofensas; y eso fue lo que le paso a Leonel Godoy, secretario general del comité ejecutivo nacional del PRD, con sus declaraciones hechas el pasado fin de semana en Tamaulipas contra Enrique Martinez y Martinez.
Intentar asustar con el petate de Ahumada al gobernador de Coahuila le salió caro, queriendo desprestigiar, puso una vez más en duda la desgastada credibilidad de su partido, teniendo en sus manos un micrófono y un auditorio, desdeño la oportunidad de hablar a favor de sus partidarios y prefirió tratar de ensuciar, con lodo de su corral, la imagen de un funcionario que en más de 30 años de carrera política nunca ha sido relacionado con situaciones turbias.
Pudo Godoy escoger entre darle a sus palabras una línea de propuestas, de ideas y de compromisos ó tratar de conseguir barata la afinidad de la gente, su decisión fue promover la alternativa que le resta al PRD: reinar en tierra de ciegos.
Algunos medios, confundiendo el día de la libertad de expresión con el día de los inocentes, le dieron al discurso de Godoy sus titulares, por lo que el gobernador se vio en la necesidad de responder a las preguntas de los reporteros, precisando de lo que se trataba, despejando cualquier duda y evidenciando el amarillismo oculto de los medios en cuestión y del propio Godoy.
Los saldos del godoyazo: una vez más, el PRD intenta culpar a otros por sus errores, buscando hacer del mal de muchos, consuelo de tontos, perdiendo simpatías que no podrán recuperar para el 2006; por otro lado, Enrique Martinez y Martinez, se benefició con el efecto del padre Amaro, recibiendo publicidad gratis, respondiendo enérgicamente con la conciencia tranquila, dejando su imagen intacta en lo moral, pero mejorando en lo político, fortalecido en su proyecto por el apoyo recibido en nuestra tierra, incluso de la oposición panista.
Fue bueno ver, por primera vez en mucho tiempo, cerrar filas en torno a una figura pública, sin distingo de partidos y de grupos, algunos actores de la política local mostraron su madurez y compromiso con el estado al no hacer eco de una voz producto de la desesperación, no de las ideas, para ellos también aplica: el saludo es de quién lo da, no de quién lo recibe, traducido en respeto, ecuanimidad y grandeza.
En política siempre es bueno estar a ocho columnas, es importante despertar pasiones, estar en la mente del ciudadano y del contrincante político; en esta ocasión el gobernador ha decidido esperar a mejores tiempos e interlocutores para hacer el llamado que tantos esperan. En política, como en el Quijote, cuando los perros ladran, es señal de que se avanza. mjoly@terra.com.mx
por César Elizondo Valdés
El godoyazo
Dicen que el saludo es de quién lo da, no de quién lo recibe, lo mismo que las ofensas; y eso fue lo que le paso a Leonel Godoy, secretario general del comité ejecutivo nacional del PRD, con sus declaraciones hechas el pasado fin de semana en Tamaulipas contra Enrique Martinez y Martinez.
Intentar asustar con el petate de Ahumada al gobernador de Coahuila le salió caro, queriendo desprestigiar, puso una vez más en duda la desgastada credibilidad de su partido, teniendo en sus manos un micrófono y un auditorio, desdeño la oportunidad de hablar a favor de sus partidarios y prefirió tratar de ensuciar, con lodo de su corral, la imagen de un funcionario que en más de 30 años de carrera política nunca ha sido relacionado con situaciones turbias.
Pudo Godoy escoger entre darle a sus palabras una línea de propuestas, de ideas y de compromisos ó tratar de conseguir barata la afinidad de la gente, su decisión fue promover la alternativa que le resta al PRD: reinar en tierra de ciegos.
Algunos medios, confundiendo el día de la libertad de expresión con el día de los inocentes, le dieron al discurso de Godoy sus titulares, por lo que el gobernador se vio en la necesidad de responder a las preguntas de los reporteros, precisando de lo que se trataba, despejando cualquier duda y evidenciando el amarillismo oculto de los medios en cuestión y del propio Godoy.
Los saldos del godoyazo: una vez más, el PRD intenta culpar a otros por sus errores, buscando hacer del mal de muchos, consuelo de tontos, perdiendo simpatías que no podrán recuperar para el 2006; por otro lado, Enrique Martinez y Martinez, se benefició con el efecto del padre Amaro, recibiendo publicidad gratis, respondiendo enérgicamente con la conciencia tranquila, dejando su imagen intacta en lo moral, pero mejorando en lo político, fortalecido en su proyecto por el apoyo recibido en nuestra tierra, incluso de la oposición panista.
Fue bueno ver, por primera vez en mucho tiempo, cerrar filas en torno a una figura pública, sin distingo de partidos y de grupos, algunos actores de la política local mostraron su madurez y compromiso con el estado al no hacer eco de una voz producto de la desesperación, no de las ideas, para ellos también aplica: el saludo es de quién lo da, no de quién lo recibe, traducido en respeto, ecuanimidad y grandeza.
En política siempre es bueno estar a ocho columnas, es importante despertar pasiones, estar en la mente del ciudadano y del contrincante político; en esta ocasión el gobernador ha decidido esperar a mejores tiempos e interlocutores para hacer el llamado que tantos esperan. En política, como en el Quijote, cuando los perros ladran, es señal de que se avanza. mjoly@terra.com.mx
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