Por César Elizondo Valdés
¿Por que apoyar a Enrique?
El gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, ha anunciado su decisión de participar activamente en torno a la sucesión presidencial. Como usted sabe, el nombre de nuestro gobernador ha sido manejado en diferentes foros como un viable prospecto para buscar la candidatura de su partido para la presidencia de la república.
Nadie nace siendo alguien, no existen los políticos por naturaleza; en la vida vamos construyendo lo que queremos ser, en lo que nos queremos convertir, resultando ocasionalmente en confluencias del destino que nos dan la oportunidad de alcanzar realizaciones aún más altas de las que teníamos originalmente. De está forma, la personalidad le da vida al político, no al revés; el verdadero político es aquel que sabe como hacer las cosas por experiencia, no por herencia; las tan buscadas cualidades en los políticos, por cierto muy arraigadas en Enrique, como la elocuencia en los discursos y el carisma, no son otra cosa que la convicción mezclada con conocimiento para decir las cosas y la aceptación de la gente hacía una persona por su forma de actuar, por cumplir sus compromisos . El trabajo de un político debe darse para todos los niveles de la población, es por eso que solo una persona que realmente puede entender el sentir de esos disparejos estratos puede aspirar legítimamente a gobernar para todos.
A lo largo de su carrera en el sector público, Enrique ha dado muestras de su temple, sensatez, y cordura en los momentos difíciles. Por mencionar algún ejemplo, cuando buscaba ser candidato para gobernar Coahuila, allá por 1993, después de años de lealtad a un partido, de una carrera que ya incluía ser presidente municipal, diputado federal, secretario de gobierno, delegado del partido, entre otros puestos, siendo el candidato natural y con más arraigo en la entidad, así, con todo eso a su favor, tuvo que resignarse a seguir las reglas del juego; el partido, apegado a las formas de selección que en aquellos años utilizaban, no tuvo más que seguir las órdenes del presidente de la república para designar a su candidato, quedando Enrique en una incomoda posición, teniendo gran apoyo de la comunidad y de la clase política local; teniendo la oportunidad de contender por otro partido, hizo un llamado a la unidad de su partido, anteponiendo sus ideales a su proyecto. Podemos estar seguros, el que no traiciona sus principios, no traiciona a su país.
Durante su administración, muestra de la clase de Enrique ha sido su apoyo al presidente Fox, en un clima político que ha sido propicio para acarrear agua a los propios molinos, el gobernador de Coahuila ha respetado a la investidura presidencial, dejando de lado los ataques para buscar mediante el dialogo el punto de concilio que debe prevalecer en la administración pública, Enrique ha sabido darse a entender para lograr acuerdos, en vez de gastar el tiempo en pleitos estériles. Podemos estar seguros, el que no hace leña del árbol caído, tampoco busca tirar más árboles.
Si hacemos una análisis serio de las condiciones políticas que imperan en el país y dentro de los partidos políticos, incluyendo a todos los precandidatos independientemente de su partido, podemos concluir que no hay más de diez personas en el país que tengan posibilidades reales de alcanzar la presidencia, y uno de ellos es nuestro gobernador
Porque la candidatura de Enrique Martinez tiene la viabilidad de convertirse en realidad, y esa realidad tiene la viabilidad de ser un buen gobierno, los coahuilenses debemos ser los primeros en apoyar las aspiraciones de uno de los nuestros, de una persona que a través de los años ha ido construyendo una posición política en base a trabajo, congruencia y compromiso.
mjoly@terra.com.mx
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