Publicado el 18 de Febrero de 2005 en El Heraldo de Saltillo
Por César Elizondo Valdés
Por César Elizondo Valdés
De acuerdo a los sondeos de opinión é intención del voto, si los comicios para elegir gobernador del estado fueran hoy, el candidato del PRI arrasaría con la oposición, motivo por el cual el método de selección de candidato anunciado por la dirigencia del partido ha desatado conjeturas en torno a los posibles escenarios para los próximos meses; escoger el método de una consulta abierta le ha dado a todos los precandidatos la oportunidad de contender. Desde que tengo uso de razón, no recuerdo una ocasión de tantos tiradores con posibilidades reales de ocupar el máximo puesto ejecutivo del estado. Los aspirantes, además de intentar convencer a los ciudadanos que son la mejor opción, deberán preparase para el caso de no llegar, deberán mostrar la madurez necesaria para entender que solo uno puede ocupar el cargo, se escucha de varios escenarios:
Escenario uno; los hombres heredan a sus hijos, no a sus hermanos. Esto es que si el primer priísta del estado va a apoyar a alguien, esa persona sería aquel que ha crecido dentro del grupo del gobernador, es una cuestión de afinidad, confianza y proyecto. En este escenario no cabe más que una persona, tal vez dos.
Escenario dos; la democracia puede doler. Aquí vemos que puede ganar alguien que no sea cómodo para el sistema dentro del estado, la razón más grande es que existe una persona que ya tiene camino recorrido, que inició hace seis años, que tiene a su favor haber dado una gran batalla contra uno de los candidatos más fuertes y populares que registra la historia.
Escenario tres; todos felices. Puede darse el caso de que al final exista un candidato de unidad en el sentido de fondo, aunque la formalidad sea otra. Este escenario abarcaría más allá de 2005 ya que todos saldrían ganando. Independientemente de quien sea el candidato del PRI a la presidencia de la república, los coahuilenses con mejor presencia nacional tendrán grandes posibilidades de acceder a puestos en los más altos niveles dentro del PRI nacional así como en el gobierno federal; por otro lado, aquellos que han hecho política localmente tendrán la forma de sacar las senadurías por Coahuila. Aquí entran todos los precandidatos.
Escenario cuatro; Enrique se la debe. Muchos hablan de está opción, es una teoría difícil de aceptar y que podría tener más de un lado; todos recuerdan el gesto que alguien tuvo con el entonces precandidato hace seis años, pero también es cierto que para solucionar el primer gran problema durante la presente administración se le tuvo que pedir que retrasará su proyecto personal a quien hoy es el responsable de la cero deuda.
Escenario quinto y verdadero; la congruencia. No tenemos porque pensar que toda decisión política sea maquiavélica, pienso que el gobernador, en su carácter de líder moral del priísmo tiene la convicción democrática de llevar este asunto totalmente transparente. Se está hablando de tú con las figuras de la política nacional, eso quiere decir que es sin lugar a dudas es el coahuilense más destacado e influyente en décadas, al hablar de compromisos, son los demás quienes los tendrían hacía él, no viceversa. La legitimidad con la que llegó a su posición le permite lavarse las manos y dejar que corran las acciones de manera que el proceso garantice un candidato fuerte que pueda gobernar el estado. Lo más importante para todos los actores: si el actual gobernador se la tuvo que jugar para ganar, no esperen que se la regale a nadie, tampoco obstruirá; si alguien está esperando línea, se va a quedar esperando, esos tiempos ya acabaron. 8444104775@prodigy.net.mx
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