publicado en El Diario de Coahuila el 14 de Marzo de 2006
Los atletas que ganan las competencias de los diez kilómetros lo hacen en casi media hora, una persona con una condición física respetable se tarda una hora en el mismo recorrido, caminando lo podemos hacer en dos horas y media. Diez mil metros es la distancia del congreso del estado situado en el centro de Saltillo al aeropuerto Plan de Guadalupe en la salida de Ramos Arizpe. De ese tamaño era la línea hasta la madrugada del martes del incendio forestal en la sierra de Arteaga.
Cincuenta veces más que el proyectado bosque urbano es lo que se está quemando en Arteaga, el equivalente a mil cuatrocientas canchas de fútbol, aproximadamente ciento cincuenta veces la Alameda Zaragoza de la capital coahuilense.
La temporada de incendios aún no empieza y las escasas lluvias del año pasado no auguran buenas cosas para nuestros bosques. Debemos darle la mano a la naturaleza, si no hay lluvia de agua, al menos deberíamos tener lluvia de ideas, como por ejemplo ver las necesidades económicas y regulatorias para zanjar en la sierra buscando en el futuro que los incendios no avancen tan rápido, mejor sacrificar franjas que continuar perdiendo hectáreas. 8444104775@prodigy.net.mx
Los atletas que ganan las competencias de los diez kilómetros lo hacen en casi media hora, una persona con una condición física respetable se tarda una hora en el mismo recorrido, caminando lo podemos hacer en dos horas y media. Diez mil metros es la distancia del congreso del estado situado en el centro de Saltillo al aeropuerto Plan de Guadalupe en la salida de Ramos Arizpe. De ese tamaño era la línea hasta la madrugada del martes del incendio forestal en la sierra de Arteaga.
Cincuenta veces más que el proyectado bosque urbano es lo que se está quemando en Arteaga, el equivalente a mil cuatrocientas canchas de fútbol, aproximadamente ciento cincuenta veces la Alameda Zaragoza de la capital coahuilense.
La temporada de incendios aún no empieza y las escasas lluvias del año pasado no auguran buenas cosas para nuestros bosques. Debemos darle la mano a la naturaleza, si no hay lluvia de agua, al menos deberíamos tener lluvia de ideas, como por ejemplo ver las necesidades económicas y regulatorias para zanjar en la sierra buscando en el futuro que los incendios no avancen tan rápido, mejor sacrificar franjas que continuar perdiendo hectáreas. 8444104775@prodigy.net.mx
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