Para publicarse el 18 de Abril de 2004 en El Heraldo de Saltillo.
La lección de Mickelson en el Masters
Por César Elizondo Valdés
Después de 46 intentos fallidos, me niego a llamarlos fracasos, para ganar un torneo grande (major) en la gira de la Asociación de Golfistas Profesionales, el zurdo Phil Mickelson logró la tan codiciada victoria en el torneo Masters de Augusta el pasado Domingo de pascua.
Jugando 5 bajo bajo par en los últimos 7 hoyos, Mickelson superó la magnifica actuación de su más cercano competidor, el sudafricano Ernie Els, quién, con una tarde digna de mejor final para él, anotó dos águilas y un total de 67 golpes, lo que parecía suficiente para ganar; pero vio como Mickelson fue descontando la ventaja hasta empatarlo y, en términos de béisbol, se quedó en el terreno de juego ante un extraordinario cierre del zurdo, que hizo birdie en los hoyos 16 y 18, dos de los más difíciles durante el torneo para ganar en un guión que envidiarían en Hollywood.
Para los que disfrutamos seguir los eventos deportivos, la victoria de uno de los mejores golfistas de la última década en el torneo más difundido del mundo, nos trae recuerdos de momentos en la historia del deporte en los cuales la capacidad de superación del hombre ha quedado demostrada; es comparable con el primer Super Bowl ganado por John Elway y los Broncos de Denver, después de haber perdido 3 veces recibiendo palizas; al sacrificio económico de Michael Jordan para rodearse de buenos jugadores y lograr coronarse en la NBA con Chicago, convirtiéndose en el equipo de la década; a James “Búster” Douglas noqueando al invencible Mike Tyson en Tokio, superando la ficción de Rocky I; a Lance Armstrong conquistando en cinco ocasiones y contando el tour de Francia, luego de vencer al cáncer; a Hugo Sánchez ganarse a la afición española con cinco títulos de goleo, negándose a ser cabeza de ratón, para buscar ser cabeza de león, superando las humillaciones de sus compañeros y aficionados a su llegada al mejor fútbol del mundo; a Fernando Valenzuela lanzando en la serie mundial en su temporada de novato, superando la adaptación a una cultura totalmente desconocida para él; y tantos ejemplos más de deportistas que se rehusaron a ser etiquetados como incapaces de romper la barrera del éxito y a ser testigos de las coronaciones de otros, de negarse a soportar la máxima deportiva que establece que los segundos lugares son el primer lugar de los perdedores, concediéndose ellos mismos otra oportunidad para ganar. En el mejor reality show de la actualidad, el mundo del deporte, el Domingo vimos de nuevo que la constancia, la preparación, la información y la actitud ganadora superan cualquier obstáculo, tabú ó miedo para triunfar, que en los deportes no se vive de las glorias pasadas, así como tampoco importan las derrotas anteriores, porque no hay mejor campeón, que el que tiene la corona. mjoly@terra.com.mx
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