Se escucha que a mediados del mes pasado, alguien que fue gobernador de un estado fronterizo que también fuera miembro del grupo denominado Unidad Democrática recibió una llamada de otro exgobernador de un estado sureño y quien también fuera secretario de gobernación durante la administración zedillista. Palabras más palabras menos este personaje que renunció al PRI para aliarse al partido Acción Nacional comento de la simpatía que tenía hacía su interlocutor el candidato presidencial albiazul, llegando incluso a insinuar que el mismo candidato habría hablado de la posibilidad de invitarlo a colaborar en el futuro, ya que el perfil requerido para integrar su gabinete en caso de ganar la elección era cubierto por el exgobernador priísta del estado norteño.
Luego le confió que en breve algunos prominentes priístas darían la espalda al candidato de su partido para apoyar al abanderado del partido en el poder y que quizás esta sería una buena oportunidad para sumarse a la campaña, la que con el respaldo de estas personalidades continuaría su tendencia a la alza para alcanzar su objetivo, motivo por el cual era todavía más importante integrarse al proyecto. Además, es de suponer que se habrán empleado los argumentos relativos al barco hundiéndose, a la forma en que el candidato de la Alianza por México se adjudicó la candidatura de su partido, a la ingratitud del partido tricolor en la forma de decidir como designar las candidaturas para el senado de la república, al incierto futuro de los partidos que pierdan los comicios y algunas cosas más.
Inmediatamente el exgobernador del Tucom habría respondido que eso es algo en lo que no podrían contar con él ya que se consideraba un hombre institucional y que creía en la ideología de su partido. Argumentó que sus convicciones eran representadas por las propuestas priístas y que a su parecer la ayuda que él podía ofrecer para el fortalecimiento del país era precisamente buscando la forma de mejorar las instituciones existentes en una época de crisis en la credibilidad en las instancias políticas y gubernamentales, procurando para ello la convivencia civilizada e intercambio de ideas entre los grupos de poder. Dejó muy en claro que ya en el pasado había sido invitado por distintos partidos para aprovechar su capital político en situaciones que podrían haberlo llevado a beneficios personales y grupales pero que habrían torcido sus creencias en materia de administración pública y política.
Hasta ahí mas o menos lo que escuchamos que sucedió en días pasados en medio de la lucha entre unos y otros por agenciarse las posiciones políticas para los próximos seis años. Lo que rescatamos de esta posible historia es la tranquilidad de que a pesar del enrarecido clima político que se vive desde hace muchos meses en este país, aún existan políticos que entiendan que son más importantes las instituciones que las ambiciones personales, políticos que saben que pueden aportar desde cualquier posición, políticos que hacen política sin hacer grilla, políticos comprometidos con los juramentos de lealtad que han hecho, políticos que pueden llevar una buena relación con propios y extraños porque respetan las ideas de los demás y hacen respetar las propias, políticos que creen sinceramente que en política todo sucede por algo, y que al final, siempre sucederá lo mejor.
Pantalones prefiero llamarlos, es lo que se necesita para no pensar con el estomago y pensar un poco con la cabeza y un mucho con el corazón. 8444104775@prodigy.net.mx
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