Publicado el 02 de abril de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia
Por César Elizondo Valdez
Hoy, hoy, hoy; dirían los clásicos. Tan socorrido el
voto del millennial en las campañas locales que hoy inician, y ellos tan alejados
de una chispa que los prenda a reclamar ya no su futuro, porque ya los alcanzó
el presente, y pronto los sorprenderá el pasado. También conocidos por algunos
como la generación Peter Pan, los millennials no conocen lo que significa o de
dónde proviene el estribillo del hoy, hoy, hoy.
Y claro,
aquellos que recordamos las campañas federales de inicio de siglo, generalmente
asociamos aquella escena con la oportunidad perdida de un México mejor, de un
cambio para bien, de un renacer mexicano y de un empoderamiento del pueblo.
Pero no, nada de eso se cristalizó…… ¿O quizás sí?
Aquí vamos:
habremos de recordar cuando fue que iniciaron los movimientos importantes del
México buscando ser, y luego ya siendo patria; entonces recordaremos que en
1810 inicia el movimiento de independencia y cien años más tarde la gesta
revolucionaria. Pero, los mexicanos no fuimos independientes sino hasta 1821 y,
si habríamos de poner una fecha para ver triunfar a la revolución, algunos
dirían que la Constitución de 1917 marca esa fecha, mientras otros dirán que no
hubo sufragio efectivo hasta bien entrados los años treinta.
De manera
que, al igual que en cualquier parte del mudo, la efemérides siempre festeja
los logros del pueblo de acuerdo al momento en que fueron concebidos o
compartidos los planes y sentir de la gente, aunque la cristalización de esa
lucha se haya dado muchos años después.
Por eso la
importancia de que tú, miembro de generaciones anteriores a los millennials,
les ayudes a recuperar ese México con el que algún día soñaste, y quizás hoy ya
olvidaste. Porque considero que a nadie le queda duda, de que el cambio de
colores que sucedió en el lejano año 2 mil, significó algo mucho más importante
que un cambio de partidos o de siglas en el poder, significó la voluntad de un
pueblo que reclamó una forma distinta de hacer política, y que a diecisiete años
de distancia parece haberse perdido. Pero no….
Y es que lo
sembrado por millones de mexicanos sin partido que en aquel entonces se fueron
en contra de un sistema caduco, corrupto y otras linduras que empiezan con “c”,
apenas hoy parece que empieza a florecer con la realidad de candidaturas
independientes a puestos de elección popular. Casi pasaron tres sexenios para
que en Coahuila, la voluntad popular de principios de siglo para que en las
boletas aparecieran personas que refrescaran el sistema partidista, se hiciera
realidad. Igual que en 1821, o que muchos años después del Plan de San Luis,
apenas hoy tenemos los ciudadanos la oportunidad de poner en posiciones de
importancia, a gente sin importancia; en posiciones comprometidas, a individuos
sin compromisos.
No importa
si hoy eres beneficiario del sistema recibiendo dádivas o haciendo negocios, tu
sabes bien que no quieres ese futuro para tus hijos; no importa si hoy tienes
todas tus necesidades materiales cubiertas, tu inteligencia te dice que hay
necesidades más elevadas que lo material no cubre; no importa si consideras que
hay una competencia del estilo David contra Goliat, tu sabes que si se puede;
no importa si piensas que todo esta perdido, porque no lo esta.
Háblale a
tus familiares, amigos y compañeros de trabajo millennials del sueño que
tuviste hace años, y platícales que, gracias a eso, hoy tienen la oportunidad
de escoger a sus representantes entre una baraja más amplia y más competitiva.
Y llévalos a votar el próximo 4 de junio, y dales así la oportunidad de que su
presente, sea como aquel futuro que algún día imaginaste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario