publicado 30 Abril 04 en "El Heraldo de Saltillo"
por César Elizondo Valdés
Desarrollo Económico
Desde tiempos de Don Oscar Flores Tapia, con la llegada de General Motors, apostamos en la región sureste del estado por la llegada de grandes empresas para generar empleos, inversiones y negocios proveedores de estas corporaciones; durante años, la promoción para atraer inversiones de ese tipo quizás fue lo adecuado, pero cometimos el error de descuidar las inversiones de origen local, lo cual, sumado a los problemas económicos que padecemos actualmente en todo el país, la crisis de la industria automotriz y la pérdida de importantes puntos porcentuales en el mercado mundial de la marcas GM y Chrysler, pilares de la industria local, traen como consecuencia la angustia que sufren muchos trabajadores y empresarios.
Aún es tiempo de intentar el desarrollo de las inversiones locales, de llevar lo producido aquí, con inversión coahuilense, a los grandes mercados, de darle una oportunidad al comerciante de luchar por no extinguirse ante el sano arribo de grandes almacenes con capital millonario, de darle a los prestadores de servicios la difusión y la capacitación para distinguirnos en hospitalidad, buen trato y profesionalismo, de buscar mecanismos que faciliten la venta de vivienda a los constructores, de aprovechar las zonas de agricultura y ganadería.
En el sector industrial, debemos ubicar las empresas que tienen un buen producto con una demanda real, que tengan ventajas competitivas sobre sus contrincantes y que posean la capacidad de crecer; de ahí, promover el desarrollo de dichas industrias con información, capacitación y asesoria para alcanzar los grandes mercados.
En el comercio, tratemos de acercar al comerciante a la nueva cultura del mercado: el crédito al consumo; los negocios que no tienen capacidad para financiar a sus clientes deben ser instruidos para acogerse a programas federales como fonacot, cadenas productivas y demás, también se debe procurar enlazarlos con sistemas privados de financiamiento al consumidor; así mismo es necesario que los sistemas de fondo de ahorro que manejan muchos sindicatos puedan ser una opción para el oferente.
Con los prestadores de servicio se podría intentar llegar a la profesionalización con certificado de quienes operan en este tipo de negocios, ya sean meseros, cocineros, chóferes, edecanes, mostrador, telefonistas y cualquier trabajo que tenga trato directo con el cliente. Después, difundir ampliamente la entrega y capacidad de servicio de los trabajadores de estos giros para distinguir esta zona como la del mejor trato al consumidor; como los servicios son intangibles, la percepción del cliente es lo que decide a quién beneficia con su elección.
En la construcción, gestionar para que se amplíe el techo financiero de instituciones como el infonavit para beneficio local, destrabar los trámites de afiliación para los pequeños constructores y buscar los apoyos federales necesarios para que puedan soportar la carga finaciera.
En el campo, igual que en la industria, seleccionar los productos que por nuestra zona geográfica nos dan ventajas sobre otras zonas del país ó del mundo para mejorar el precio y la calidad de lo que se produzca, crear uniones de agricultores que puedan garantizar precios de venta justos para agricultor y comprador.
Es necesario recalcar la importancia del desarrollo de las empresas locales como motores de crecimiento y generadores de riqueza, sabemos que no hay recursos económicos para hacer llegar dinero fresco a los negocios, pero tratemos de hacerles llegar la demanda de sus productos, de acercarlos al mercado, de que aprovechen los programas ya existentes de financiamiento; con la cooperación de todos los involucrados en el entorno económico coahuilense, se puede hacer crecer al mercado interno y podemos conquistar otros mercados; recordemos siempre que el principio de los negocios es ganar el mercado, y esto se logra más con creatividad que con recursos económicos.
por César Elizondo Valdés
Desarrollo Económico
Desde tiempos de Don Oscar Flores Tapia, con la llegada de General Motors, apostamos en la región sureste del estado por la llegada de grandes empresas para generar empleos, inversiones y negocios proveedores de estas corporaciones; durante años, la promoción para atraer inversiones de ese tipo quizás fue lo adecuado, pero cometimos el error de descuidar las inversiones de origen local, lo cual, sumado a los problemas económicos que padecemos actualmente en todo el país, la crisis de la industria automotriz y la pérdida de importantes puntos porcentuales en el mercado mundial de la marcas GM y Chrysler, pilares de la industria local, traen como consecuencia la angustia que sufren muchos trabajadores y empresarios.
Aún es tiempo de intentar el desarrollo de las inversiones locales, de llevar lo producido aquí, con inversión coahuilense, a los grandes mercados, de darle una oportunidad al comerciante de luchar por no extinguirse ante el sano arribo de grandes almacenes con capital millonario, de darle a los prestadores de servicios la difusión y la capacitación para distinguirnos en hospitalidad, buen trato y profesionalismo, de buscar mecanismos que faciliten la venta de vivienda a los constructores, de aprovechar las zonas de agricultura y ganadería.
En el sector industrial, debemos ubicar las empresas que tienen un buen producto con una demanda real, que tengan ventajas competitivas sobre sus contrincantes y que posean la capacidad de crecer; de ahí, promover el desarrollo de dichas industrias con información, capacitación y asesoria para alcanzar los grandes mercados.
En el comercio, tratemos de acercar al comerciante a la nueva cultura del mercado: el crédito al consumo; los negocios que no tienen capacidad para financiar a sus clientes deben ser instruidos para acogerse a programas federales como fonacot, cadenas productivas y demás, también se debe procurar enlazarlos con sistemas privados de financiamiento al consumidor; así mismo es necesario que los sistemas de fondo de ahorro que manejan muchos sindicatos puedan ser una opción para el oferente.
Con los prestadores de servicio se podría intentar llegar a la profesionalización con certificado de quienes operan en este tipo de negocios, ya sean meseros, cocineros, chóferes, edecanes, mostrador, telefonistas y cualquier trabajo que tenga trato directo con el cliente. Después, difundir ampliamente la entrega y capacidad de servicio de los trabajadores de estos giros para distinguir esta zona como la del mejor trato al consumidor; como los servicios son intangibles, la percepción del cliente es lo que decide a quién beneficia con su elección.
En la construcción, gestionar para que se amplíe el techo financiero de instituciones como el infonavit para beneficio local, destrabar los trámites de afiliación para los pequeños constructores y buscar los apoyos federales necesarios para que puedan soportar la carga finaciera.
En el campo, igual que en la industria, seleccionar los productos que por nuestra zona geográfica nos dan ventajas sobre otras zonas del país ó del mundo para mejorar el precio y la calidad de lo que se produzca, crear uniones de agricultores que puedan garantizar precios de venta justos para agricultor y comprador.
Es necesario recalcar la importancia del desarrollo de las empresas locales como motores de crecimiento y generadores de riqueza, sabemos que no hay recursos económicos para hacer llegar dinero fresco a los negocios, pero tratemos de hacerles llegar la demanda de sus productos, de acercarlos al mercado, de que aprovechen los programas ya existentes de financiamiento; con la cooperación de todos los involucrados en el entorno económico coahuilense, se puede hacer crecer al mercado interno y podemos conquistar otros mercados; recordemos siempre que el principio de los negocios es ganar el mercado, y esto se logra más con creatividad que con recursos económicos.
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