Duelo silenciado y código mariposa

publicado el 13 de octubre de 2024 en Saltillo 360, de Vanguardia


Silencioso, desautorizado, secreto. De varias formas se nombra y de distintas maneras se entiende. Se trata del luto que llevan las personas que pierden un bebé en las etapas de gestación o primeros días de vida; en etapa perinatal, es el término adecuado.

No es que exista una falsa creencia indicando que no hay sufrimiento en tales circunstancias, es más bien como una laguna social que desatiende la necesidad de acompañamiento y respeto en estos casos.
El 15 de octubre, en el marco de la celebración del Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales, se vivirá la Ola de Luz Mundial, evento que ilumina, reconoce y recuerda a cada bebé fallecido durante el embarazo, el nacimiento o sus primeros días de vida. Aquí en Saltillo, a las 7 pm en la explanada de la clínica 89 del IMSS, el próximo martes, puedes llevar una veladora y vestir de rosa y azul para acompañar a los familiares de esos bebés, también llamados ángeles.
La intención de mi escrito es hacer eco de organizaciones formales o en proceso de protocolización, como la asociación Es por Ti, no solo para el acompañamiento de la Ola en estos días, sino para generar esa comunicación y conciencia en nuestra sociedad para que juntos demos los pasos necesarios para atenuar ese inmenso dolor que sienten quienes pasan por esa pena. ¿Cómo se logra eso? Para iniciar, con pequeñas y desinteresadas acciones.
Ya sea que las leyes, normas y direcciones lo marquen o no, la atención que demos a los detalles nos puede convertir en valiosos apoyos para quienes sufren: sabiendo que nunca lo entenderemos igual por no estar en la misma situación, lo que nos queda es practicar la empatía desde las acciones, desde cualquier ámbito en el que nos encontremos.
Desde la familia, buscando y encontrando las palabras o gestos adecuados; desde las instituciones médicas, identificando a esas madres para evitar cualquier protocolo que les recuerde de forma innecesaria su pérdida; desde los centros de trabajo, concediendo los permisos necesarios hasta que el dolor permita reinsertarse a las labores; desde el compañerismo en cualquier ámbito, esforzándonos por cubrir obligaciones y responsabilidades de los dolientes; desde los gobiernos, liderando a la sociedad facilitando que todas las intenciones de sanación sean atendidas.
En esto último, recojo el concepto del Código Mariposa, que a grandes rasgos trata de hacer visible a la madre que ha sufrido la pérdida, para que todos los que la atienden y procuran, ya sea de forma directa o indirecta, entiendan la singularidad del caso y actúen en consecuencia. Por listar algunas cosas para explicarme mejor, te diré que sería certero legislar sobre este ú otro código similar, para que esos pequeños e inocentes detalles no sean pasados por alto: tener a una madre sufriendo esa pérdida en el mismo lugar donde otras reciben a sus hijos, les dan de comer y los disfrutan; personal de hospitales que no conocen el caso y hacen preguntas o en ocasiones hasta llevan cosas para el bebé que se esperaba; personal administrativo en clínicas y centro de trabajo, quienes tienen la obligación de documentar todo, pero cuando no reciben un código o no conocen un caso, pueden caer en bienintencionados comentarios o requisiciones que terminan por ser hirientes… igual en toda actividad que de ahí en adelante haga la madre…por el resto de su vida.
En el México de hoy, donde la sociedad civil y los gobiernos de cualquier nivel y partido encuentran resistencia a sus particulares puntos de vista, acompañar, difundir y legislar a favor de este tipo de movimientos que acogen a tantas madres, padres y familiares que sufren por la prematura partida de un bebé, es la empatía que podemos mostrar para ofrecer esa insuficiente piedad que puede ser leída desde la religión o la sicología, desde la sociedad y el gobierno, desde la niñez hasta la vejez, porque para todos significa lo mismo, en eso no tenemos diferencias, y nos puede servir muy bien para subsanar en algo, esas lagunas que sin querer, hemos dejado en nuestra sociedad.
Martes 15 de octubre Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales, 7 pm en la explanada de la clínica 89 del IMSS, la Ola de Luz Mundial.



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