El enemigo de Madrazo

Publicado el 20 de Enero de 2006 en El Heraldo de Saltillo

En torno a la carrera por la presidencia de México, todos los sondeos de opinión serios que fueron publicados en días pasados coincidieron, puntos más puntos menos. Andrés Manuel López Obrador (no el Partido de la Revolución Democrática) es el candidato a vencer con una intención del voto que próximamente alcanzará los cuarenta puntos porcentuales y que por más trapos que le saquen no bajará de treinta y cinco de aquí al día de la elección; Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional, está en segundo lugar y ascendiendo, y, aunque la apretada diferencia de aceptación entre los votantes concede el empate técnico con Roberto Madrazo, candidato del Partido Revolucionario Institucional, la frialdad de los números lo ubican como el principal retador.
Por más perspectivas que le busco a las encuestas, es difícil entender como es posible que este naufragando la candidatura de Roberto Madrazo, persona que lideró a su partido para gobernar los estados que representan al cincuenta y cinco por ciento de los mexicanos, es decir más de cincuenta y tres millones de personas, si vemos que el partido que abandera el puntero López Obrador gobierna desde las entidades federativas a solo el dieciocho por ciento del país y que Acción Nacional, ya con cinco años en el mandato federal, apenas alcanza a gobernar al veintisiete por ciento de la población vía los gobiernos estatales. El panorama a nivel municipal es más ó menos el mismo, y si analizamos el poder legislativo nos encontramos con que en los congresos locales el PRI tiene mayoría en las dos terceras partes de los mismos, y que además es el partido que más representantes conserva en las cámaras de diputados federales y senadores.
¿Puede alguien perder la elección presidencial teniendo su partido el control político de la mayor parte del país? La respuesta ya la conocemos, de hecho pasó hace seis años. Pero a diferencia de las elecciones del año dos mil, está vez Madrazo tiene a su favor un elemento con el que el PRI no contó la vez pasada, está vez no existe un candidato tan fuerte y tan apoyado como lo fue Vicente Fox, lo que le da a los tres principales contendientes la posibilidad de ganar la elección si logran realizar una campaña inteligente.
La oportunidad de Madrazo está en convertirse en una buena opción para captar los millones de votos que aún están indecisos pero que serán los que determinen el resultado de la elección, la manera de lograrlo es presentarse como el conciliador que debe ser el líder de una nación, de lo contrario pagará caro su soberbia. La dirigencia nacional del PRI ha negociado con los grupos locales las candidaturas para mantener el control de las cámaras legislativas y recuperar la presidencia, así que los nombres ventilados en varios estados de la república y por supuesto en Coahuila para ser la fórmula del PRI con Madrazo en los comicios del próximo dos de Julio nos indican que el partido está haciendo su trabajo hacía adentro, buscando con la operación cicatriz garantizar votos que suponen serán en bloque para legisladores y presidente. Pero es hacía afuera hacía donde el PRI ha olvidado fijar su estrategia, ahí es donde el candidato presidencial tiene un porcentaje de rechazo del cuarenta por ciento y el partido del treinta y siete, comparados con el veinte y veintidós respectivamente de los que les siguen como peor vistos.
El enemigo de Madrazo no se llama Andrés Manuel, ni Felipe, ni abstencionismo, ni PAN, ni Fox, el enemigo se llama Roberto, y su cómplice se llama PRI.

La nueva clase política

Publicado el 13 de Enero de 2006 en El Heraldo de Saltillo

La nueva clase política

“Lo único que se empieza desde arriba es un pozo, todo lo demás debe empezar por la base”. Este es un principio que se aplica a todas las actividades en las que participamos como ciudadanos de este mundo. Desde que nacemos, cuando aprendemos a caminar para después correr, al iniciar nuestra educación académica con habilidades de motricidad gruesa hasta llegar a los más altos estándares de formación, cuando emprendemos un pequeño negocio que puede crecer tanto como cualquier empresa de clase mundial, al empezar a trabajar con las más modestas labores hasta poder escalar posiciones dentro de la organización. De empezar todo desde arriba, cumpliríamos con la metáfora de caer en nuestro propio pozo; de ahí la sabiduría popular que dice que primero se camina y luego se corre, que antes de la “b” está la “a”, que no por mucho madrugar amanece más temprano, más sabe el diablo por viejo..... Así, como todo lo que en esta vida vale la pena requiere de un proceso de aprendizaje y acoplamiento, cada vez que principiamos algo experimentamos un desarrollo en nuestras habilidades.
Todo el rollo anterior viene a colación por la forma en la que una nueva clase política se ha venido ganando los espacios de la administración pública de Coahuila. El gobernador, como máxima figura en el escenario político del estado ha marcado la pauta de lo que es el nuevo perfil de los funcionarios públicos y sobre todo de los representantes electos por la vía democrática. Desde su toma de protesta como candidato del PRI y a lo largo de toda su campaña, Humberto Moreira apeló una y otra vez a sus orígenes dentro del partido en dónde hizo todos los trabajos que un militante debe hacer, desde repartir volantes hasta gestionar apoyos. Empezar desde las bases en este caso tiene una doble connotación, pero la que nos ocupa es la que nos habla de las plataformas ideológicas y de grupo que se forman en los círculos políticos. De ahí que las responsabilidades de la conducción de las políticas públicas de nuestro estado descansen en el hato de personas que vienen desde tiempo atrás trabajando con el mandatario coahuilense.
De está forma, entendemos que los próximos candidatos a puestos de elección popular podrían ser personas altamente comprometidas con los proyectos de la clase política gobernante, aún en el entendido de la distancia necesaria entre poderes. Por ello estamos presenciando el enfriamiento de algunas aspiraciones de políticos reconocidos que no formaron parte de la base de trabajo que hace buen tiempo empezó a buscar el control político de Coahuila. Si bien es cierto que en la política no hay pleito que dure por siempre, también es cierto que cuando se tiene un gran acervo de aceptación entre los gobernados se puede prescindir de aquellos que podrían sumarse al limar asperezas, lo que parece será la historia de las candidaturas priístas para los escaños y las curules que este año estarán en juego para representar a Coahuila en las cámaras de Senadores y Diputados. Para las candidaturas de legisladores federales, cada vez se escuchan más los nombres y tienen más exposición pública algunas personas que han estado junto al gobernador Moreira desde hace tiempo, debilitando las posibilidades de personajes que son identificados con los grupos políticos de antaño, ó que incluso han figurado en la palestra del sistema político nacional.
De cualquier forma, ojo, “un pozo es lo único que se empieza desde arriba”, además de lealtad, los candidatos deben tener otras virtudes para seguir acrecentando el capital político, de lo contrario sobrará entre los opositores quién reclame los espacios.

Costo, Picos y Regidores

Publicado el 6 de Enero de 2006 en El Heraldo de Saltillo

Costo de oportunidad
El futbolista mexicano Jared Borgeti está pasando por la situación más difícil que persona alguna pueda atravesar durante su vida profesional: preguntarse si no estará dejando de ganar algo tras su partida al fútbol galo. Lo mismo le paso a Hugo Sánchez cuando partió a España a probar suerte con el Atlético de Madrid, igual sucedió con Salma Hayek al dejar el cobijo el Televisa para seguir los pasos que mucho tiempo atrás diera Dolores del Río buscando conquistar la meca del cine.
En economía, se le llama costo de oportunidad a la posibilidad que se sacrifica al ir en pos de mejores resultados, se entiende desde otra perspectiva también como dejar algo seguro para explorar aquello en lo que creemos, ese costo es lo que pagamos por no permanecer pasivos y por el anhelo de convertirnos en mejores. John Elway, mariscal de campo que ganó dos veces el Súper Tazón y miembro del salón de la fama de la NFL asumió el costo de oportunidad de no ser un jugador promedio de béisbol para los Yanquis de Nueva York; la madre Teresa de Calcuta escogió dedicarse a los necesitados en lugar de llevar una vida convencional; Edward Kennedy prefirió no asumir ese costo jamás y permaneció siempre a la sombra de sus hermanos difuntos.

Picos
Es probable que Jared Borgeti no haya alcanzado aún su máximo logró deportivo, Hugo Sánchez lo hizo después de asumir el costo de oportunidad de dejar de ser el consentido de México para ser blanco de las burlas de los ibéricos, terminando su carrera en España como un ídolo madrileño. Salma Hayek vio los frutos de su sacrificio al ser nominada a ganar algún Oscar de la academia por su actuación y producción de la película Frida. Dolores del Río también tuvo sus reconocimientos, y bueno, la Madre Teresa, seguro estoy que no buscaba recompensa alguna pero aún así en este momento está mejor que todos los aquí citados.
Los picos en economía son los puntos más altos de medición, es donde quiebran hacía abajo las gráficas, es dónde no hay más arriba y todo lo que venga es hacía abajo, no necesariamente que sea malo, pero no es mejor.

Picos, costo y regidores
Vamos saliendo de la época navideña, todos disfrutamos en mayor ó menor medida del boom económico que cada Diciembre trae consigo, desde el más humilde trabajador, pasando por la Iglesia, ONG´s, ejecutivos, hasta el más encumbrado empresario, todos vieron sus carteras hincharse ya sea por el aguinaldo, utilidades, diezmos, donaciones, etc. Diciembre es el pico de la economía domestica así como Julio lo es para las playas. Si usted fuera regidor, ¿le habría gustado pasar una navidad sin aguinaldo? Si usted es empresario, ¿Dejaría de percibir sus utilidades durante tres años sin esperar nada a cambio? Si usted es jefe ó madre de familia ¿Le robaría tres años a sus hijos para entregárselos a su ciudad? El costo de oportunidad que toma un regidor puede ser muy alto en su carrera profesional, en sus relaciones familiares y personales, y dentro de sus negocios, por eso es justo que tengan un premio......aquellos que trabajaron bien, los que realmente sacrificaron algo por ese incomprendido trabajo, y estos son los únicos que, aunque usted no lo crea, se opusieron a tal medida.

Se acabó

Para publicarse el 30 de diciembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo


La tregua navideña acordada por los candidatos presidenciales parece haber sido copiada en todos los niveles de gobierno así como en todo lo relacionado con las noticias de cualquier índole tal como sucede cada fin de año, dejando a quienes debemos aportar algo a las publicaciones diarias con la difícil tarea de inventar algo para no enviar nuestra colaboración con una copia de un pensamiento sacado de la red. En las reuniones, ante la falta de declaraciones del Presidente, la tregua y el benigno clima de este año, no queda más remedio que recordar lo bueno, lo malo y lo rescatable de un año que agoniza.
Para empezar, lo malo. Si nos detenemos a pensar un poco, seguro encontraremos algo que calificamos como malo que nos aconteció durante el 2005. Una enfermedad, un trabajo perdido, un negocio fallido, una materia reprobada, un hijo emproblemado, un amor que se acabó, un trabajo mal pagado, una familia desunida, una elección perdida, un problema financiero, un país que no levanta, un mundo desorientado.
Seguimos con lo rescatable, donde encontramos una enfermedad que no nos venció, el trabajo que perdimos que nos pone en otra perspectiva , ese negocio fallido que nos enseñó algo, la materia reprobada que nos hizo comprender el porqué de muchas cosas, el hijo que saca casta para salir del problema, el amor que se acabó pero que algo te dejo, un trabajo mal pagado pero muy entretenido, la familia desunida, pero familia al fin, la elección que se perdió fue el tigre que no ganaste, un problema financiero que te fuerza a ser creativo, el país que no levanta que tampoco se hunde más, un mundo desorientado con muy buena voluntad.
Y lo bueno de este año sigue por donde mismo. La enfermedad que no te mata, solo te fortalece, si no físicamente, al menos en el espíritu; el trabajo que dejamos solo nos dice de donde salimos, es la referencia de a dónde no regresaremos porque vamos más arriba; la materia reprobada es la primer caída, la que al levantarnos nos forja el carácter y es algo para celebrar; el hijo con sus problemas, lo que nos indica que tiene vida, que vive su vida; un amor que termino, lo que te dice que tienes capacidad para amar y ser amado; el trabajo mal pagado que nos hace comprender que podemos vivir sin riquezas, lo que nos acerca a vislumbrar el misterio de la vida; la familia desunida que aún así es familia, sabiendo que siempre estará allí, comprendiendo que los lazos familiares nada puede deshacerlos; no ganar en las elecciones es algo bueno, porque es una nueva caída que sigue dando carácter, pero en el nivel que no todos pueden alcanzar; el problema financiero que te va poniendo a prueba te demuestra que estás hecho para grandes sacrificios, única vía hacía el éxito profesional; el país que no levanta es la nación que tiene todo por delante, todo por ganar; y este mundo incomprensible nos ofrece un nuevo año con todos sus días nuevecitos.
Total, que lo que es malo se transforma en rescatable y lo rescatable es bueno visto desde el ángulo correcto, por lo que tuvimos un gran año 2005 con todo y sus dificultades. Así, con ese enfoque recibamos el 2006.

...del cristal con que se mira

Para publicarse el 23 de Diciembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Recorrimos primero el centro de la ciudad. En la plaza de armas admiramos el majestuoso pino navideño, la representación del nacimiento, la iluminación un tanto defectuosa de los árboles de la explanada, los adornos del palacio de gobierno y de la catedral. De ahí, a la alameda, a pesar de la cantidad de gente que acude logramos encontrar un lugar para estacionar el auto y bajar para que los niños vieran los ornamentos navideños además de los habituales atractivos de siempre. Así seguimos el ritual de año tras año para que nuestros hijos sientan el espíritu festivo de estás fechas recorriendo diversos puntos de la zona metropolitana en busca de los más creativos y sorprendentes arreglos para que los niños los observasen.
Una vez agotados los sitios públicos, decidimos buscar algunos lugares en donde las personas de forma individual se ponen a tono con los tiempos: las casas. Enfilamos hacía el norte de la ciudad, en las calles no se apreciaba el ambiente navideño ya que la mayoría de las colonias son de las llamadas privadas y están delimitadas por bardas, lo que nos hacía imposible la visibilidad de las fachadas, decidí entonces que lo mejor sería entrar en uno de aquellos fraccionamientos para seguir con el paseo. Escogí para empezar uno de los primeros en su tipo, al llegar a la caseta de vigilancia, un empleado de una compañía de seguridad salió de su lugar y sin levantar la pluma se acerco a la ventanilla. -A donde va patrón?- me interrogó
-A pasear por la colonia, mis hijos quieren ver las fachadas de las casas, les gusta ver como la gente se esmera en dejar sus jardines listos para recibir la navidad.-
-Lo siento mucho señor, pero esto es un fraccionamiento privado y no puede entrar si no es invitado por alguno de los residentes.
No hubo razón legal, moral ó religiosa que hiciera que aquel portero nos dejase pasar a la exclusiva zona residencial. Nos retiramos de aquel lugar y no pude sino sentir una gran frustración por saber que no hay argumento constitucional que me impida transitar por las calles de mi ciudad. La historia es que repetimos la experiencia en muchos fraccionamientos y terminamos por recorrer solo aquellas calles que están fuera de los limites de las zonas exclusivas.
De regresó a casa, olvidé todo el asunto navideño y solo pude reflexionar en todas las personas que viven en esos fraccionamientos. Hice un recuento y me percaté que no pude entrar a la colonia donde vive mi representante actual en el congreso del estado, tampoco a la de mi diputado electo, ni a la de mi secretario de gobierno, ni a la del copresidente del grupo de negocios más influyente de la ciudad, ni a la del alcalde, ni a la de un representante de la cámara empresarial que más se queja, ni a la de un líder sindical, ni a la de un respetado médico, ni a la de un director de negocios, ni a la de un gran altruista. Y claro, entiendo que todas estas personas prefieran vivir en una zona resguardada por una gran barda que los mantenga un poco más seguros dentro del entorno en el que vivimos, lo que no entiendo es porque vemos los mexicanos el muro que quieren levantar los gringos y no vemos las murallas ideológicas, culturales y económicas que aquí hemos construido.
¿Si Estados Unidos decidiera abrir sus fronteras a los indocumentados, usted estaría dispuesto a derrumbar la barda de su casa? De cualquier modo, feliz navidad.

Papa, ¿Santa Claus no existe?

publicado el 16 de Diciembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo
-Papa, ¿Santa Claus no existe?-
-¿Qué dijiste?- respondí, había escuchado perfectamente la pregunta pero trataba de ganar tiempo para ordenar mis ideas y lograr dar con la respuesta adecuada a la duda más importante de mi hijo durante la primer etapa de la vida.
-Es que en la escuela me dijeron que Santa Claus no existe, que tu eres quién me compra los regalos, que los escondes para que no los vea, y, en algún momento de la noche buena te las arreglas para ponerlos debajo del árbol para que yo los encuentre al despertar por la mañana.
-Bueno hijo,- le dije- te voy a decir la verdad, espero que la comprendas:
Mi principal misión en la vida, es velar por tu formación, a grandes rasgos, la formación se da en base a los principios que cada familia escoge y los nuestros han sido vivir en la realidad, esto quiere decir que debemos llevar una vida de acuerdo a nuestra condición económica, social, cultural, religiosa y familiar, lo que a menudo nos impide obtener todos aquellos satisfactores materiales, emocionales ó espirituales que deseamos y en ocasiones hasta necesitamos.
Así, como tengo que mantener una disciplina durante todo el año para cuidar nuestro presente y el incierto futuro, me es imposible darme el lujo de comprar felicidad cuando en el supermercado me pides que llevemos el juguete que te ha gustado; cuando apruebas tus calificaciones en la escuela, mi primer impulso es darte una recompensa por tu esfuerzo, pero termino por admitir que tener éxito en los estudios no debe ser una cuestión de excepción, es una obligación; cada vez que salimos en familia, hago grandes esfuerzos para no caer en la complacencia de comprometer los recursos que están destinados para seguir subsistiendo; cuando planeamos que hacer con el tiempo de vacaciones, invariablemente ajustamos buena parte de esos días para que realicemos tareas que no son de tu completo agrado, pero que debemos alternarlas con el descanso; cuando tu y tus hermanos se quedan en espera de que su padre abandone el trabajo para jugar todo el tiempo con ustedes; en suma, mi labor como padre se parece mucho más a la de alguien que pone las trabas, de alguien que tiene siempre la encomienda de ser el aguafiestas, de poner el contrapeso que impide que todos los impulsos se hagan realidad; y todo, hijo mío, aunque hoy te parezca mentira, es en la búsqueda de forjar seres humanos felices que sean dignos de vivir en este mundo.
Es por eso, que con el paso del tiempo los jefes de familia hemos tomado como pretexto el nacimiento del niño Jesús para poder romper por una sola ocasión al año el yugo que frena los deseos que nacen de muy adentro del corazón, pero que por responsabilidad debemos contener en la mayoría de los casos, es de alguna manera, simbolizar con regalos lo que las palabras no alcanzan a describir, es tratar de equilibrar en una fecha lo que durante toda la vida nos hace parecer duros. Es por eso que hemos inventado un personaje inspirado en alguien que existió, así, cuando nos transformamos en Santa, podemos hacer lo que nuestra condición de padres de familia nos impide: dar rienda suelta a nuestros antojos por demostrar amor a nuestros hijos sin restricciones.
Es por eso hijo, que lo que te dijeron es en parte verdad, ya que, efectivamente, soy yo quién consigue tus regalos de navidad, pero también es cierto que Santa Claus existe, y en tu caso soy yo, así es que recuérdalo siempre, seguiré cumpliendo mi deber de procurarte la mejor formación, por más difícil que esto sea, debes saber que durante toda tu vida, el mejor regalo no será el de ese Santa Claus anual, sino el que te da tu padre día tras día. Pero también debes recordar, que como tu padre, siempre tendré guardado el traje rojo con la barba blanca y los botones de oro.

De puentes a puentes

Para publicarse el 9 de Diciembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Por César Elizondo Valdés

Estábamos en una estación de gasolina en Laredo, México, nuestro destino final era la ciudad de Dallas, en Texas. Tendría algunos meses de haber alcanzado la mayoría de edad y por estar de vacaciones mi padre nos invito a mi hermana, mi madre y un servidor a acudir a la más grande exhibición de fábricas de ropa que había en aquellos años, buscábamos mejores oportunidades para un negocio de artículos e indumentaria deportiva que tratábamos de hacer funcionar. Le pregunte a mi padre porque cargábamos gasolina en México cuando era más económico hacerlo cruzando la frontera, me respondió que lo hacía por lealtad a su país, a lo que yo le cuestione si creía que con eso realmente haría alguna diferencia y me dijo: tal vez para el país no sea representativo, entiendo que no puedo cambiar el mundo, pero el mundo tampoco tiene porque cambiar mis principios.
En fin, cruzamos la frontera con el tanque lleno y tan pronto terminamos de realizar los tramites para adentrarnos en territorio estadounidense mi hermana pidió la oportunidad de manejar un poco, estuvimos de acuerdo en que lo hiciera a pesar de que era la persona más joven y con menos experiencia en carretera pues sabíamos que las autopistas a las que íbamos eran seguras. Sin darnos cuenta, entre la plática y el monótono paisaje de Texas, llegamos hasta Dallas con mi hermana al volante. No hubo tiempo de cambiar de piloto y Cinthia tuvo que conducir hasta la misma puerta del hotel en una ciudad grande, desconocida y con un tránsito vehicular impresionante. Recuerdo que comentamos el motivo por el cual no nos dimos cuenta de las cientos de millas recorridas y porque no cambiamos de chofer, fue debido a que desde Laredo hasta Dallas viajamos sin cruzar un solo semáforo, pasando vías de tren por arriba de los puentes y sin pisar el freno por ninguna señal de alto en el camino. Tiempo después comprobé que incluso uno puede llegar a la frontera con Canadá sin tener que detenerse salvo por las llamadas paradas técnicas.
Durante muchos sexenios, en nuestro país se frenó el vital desarrollo en vías de comunicación por un nacionalismo mal entendido y por el sometimiento de los gobernantes a intereses particulares que argumentaban necesidad de frenar el tránsito como sustento económico de ciudades, pueblos, ejidos, ranchos. Claro, forzar a los viajeros a transitar por las zonas con asentamientos humanos dejaba algún minúsculo beneficio económico, que por supuesto era restado de algún otro destino, un día ganaba uno, al siguiente lucraba otro, y el pobre conductor sumaba horas de lidiar con bordos, baches, semáforos, vendedores y toda clase de incomodidades en su trayecto. El resultado, encarecer en recursos humanos y materiales los traslados con la natural consecuencia que eso tiene para toda la actividad económica y humana.
La semana que termina trajo buenos anuncios del gobernador Humberto Moreira en el sentido de dotar a Saltillo de un sistema de puentes para desahogar el tránsito de paso por la ciudad, lo que indudablemente arrojará beneficios para todos los vehículos que pasen por nuestra capital y que nos regresará a los habitantes del sureste del estado parte de la comodidad que el crecimiento nos ha canjeado. De la mano de ayuntamientos y de la federación, todos los gobiernos estatales deberán repetir estas acciones para poder en un futuro ir de Piedras Negras hasta Acapulco sin necesidad de entrar en los cinturones poblacionales. Dos pájaros de un tiro, apoyo al desarrollo económico abasteciendo de vialidades rápidas y respuesta al bienestar social al disminuir la entrada de vehículos a zonas urbanas. Lo prometió como candidato: Construir más puentes de los que hubo que hacer como secretario en la SEPC, ya empezó bien.

El gobierno de la gente, ¿Un gobierno con buen juicio?

Para publicarse el 02 de Diciembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Allá por los años setenta, el pujante grupo Alfa de Monterrey cometió errores que con el paso del tiempo se convertirían en clásicos utilizados como ejemplo en las aulas de las instituciones de educación superior, en seminarios, simposios, diplomados y cualquier tipo de reunión que tuviera como fin la discusión de la forma de llevar a buen puerto un proyecto. Los yerros de Alfa se resumieron en poner en manos inexpertas las tareas más importantes de su operación, ocupando los puestos directivos con jóvenes recién graduados que llegaban a incorporarse a la vida productiva con un gran acervo de teorías pero con muy poco sentido común debido a la formación académica que en aquellos años estuvo en boga. El error no estuvo, como muchos podrían pensar, en darle la responsabilidad a los jóvenes, la falla fue que estas personas carecían del buen juicio que se necesita para subsistir en cualquier campo.
Así como en Alfa, la falta de juicio, la ausencia de sentido común, lleva al fracaso a personas, empresas, equipos, gobiernos. A través de la historia hemos visto los ejemplos de cómo el buen juicio es siempre la llave maestra para el éxito; en los negocios, reglas tan claras como saber que debe entrar más dinero del que sale, que cada puesto debe desempeñar una función productiva, que cada operación debe reportar utilidad; en los deportes, saber que los errores cuestan, saber que la preparación física es más importante que la habilidad atlética; en las relaciones humanas, entender que la gente quiere escuchar cosas positivas, saber que tu interlocutor también tiene algo que decir. Lo que los libros de superación personal y de éxito en los negocios no te dicen es que todo se viene abajo cuando el sentido común esta ausente.
En los gobiernos, para lograr trascender más allá de la propia época, el buen juicio dicta atacar la raíz de los problemas, lo cual tiene un alto costo aparente cuando se trata de encuadrar acciones con puntos porcentuales en el gusto de la gente. El día de ayer, durante su primer discurso como gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés dejó claro que su gobierno apelará al sentido común para solucionar los problemas desde donde se originan, haciendo así una administración activa, no reaccionara. Declarar que la inseguridad pública tiene en la educación una de sus principales causas, haciendo un llamado a los padres de familia para reconocer que la formación que se omita en la casa ningún gobierno podrá suplir, es señalar que ni con todo el dinero del mundo invertido en equipo policíaco podremos entrar en la cabeza de un joven que quiere delinquir, puro sentido común. Hacer ver que el desarrollo económico tiene en la marca coahuilense su mejor opción, en el sentido de no descuidar las empresas locales que son las que a la larga le darán estabilidad laboral a nuestros trabajadores, puro sentido común.
Empieza bien su sexenio Humberto Moreira creando el Instituto de Planeación Estratégica de Políticas Públicas, el cual me da la impresión que tendrá la responsabilidad de dotar de buen juicio y sentido común todas las acciones de gobierno que está administración emprenda en sus distintas áreas, no solo en lo referente a la promoción económica como todos piensan. Escucharemos mucho del tablero de controles, el que de manera simple y gráfica nos dice como se comportan los principales indicadores en los diferentes parámetros, todo sustentado en buen juicio, producto de información oportuna.

Pecado Capital

Publicado el 25 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo
Por César Elizondo Valdés


Uno podría pensar: Si un televisor con pantalla de veinte pulgadas tiene un valor comercial de menos de dos mil pesos en el mercado, una pantalla del doble de tamaño debería ser proporcionalmente más económica. Se incrementa el costo por el tamaño del cinescopio, por el gabinete del aparato, por el embalaje y el flete, la mano de obra sería casi la misma, los componentes más importantes son los mismos, así que si consideramos el doble de tamaño pero los mismos insumos tecnológicos, deberíamos de tener un aparato cuyo precio estuviera muy por debajo de los cuatro mil pesos; pero la realidad es otra, el valor comercial por un bien como el que ejemplificamos se va a por lo menos cinco veces más que el modelo de origen. Esto no es producto de la manufactura, es consecuencia de la demanda de un artículo que excede los parámetros de las necesidades aceptadas regularmente.
Casos similares al anterior los vemos en la moda, como cuando visitamos el pueblo mágico de Parras de la Fuente, Coahuila, y conseguimos en las llamadas tiendas de fábrica las prendas que en los mejores almacenes del mundo cuestan cincuenta dólares a un precio de cincuenta....pero pesos, con la salvedad de no tener que ser el anuncio itinerante de la marca ya que las etiquetas y las botonaduras son retiradas antes de salir a la venta de fábrica. En los autos, el equipamiento adicional que uno puede adquirir lejos de hacer de su compra un modelo de economía a escala lo que hace es incrementar el precio de manera exponencial.
Escuchamos ya el bombardeo publicitario para incitarnos a realizar nuestras compras navideñas, publicidad que está cargada con la principal bandera que hoy tienen las empresas comerciales: el crédito al consumo, las facilidades de pago. Debido a la estabilidad macroeconómica que la política neoliberal trajo consigo, cada vez tenemos más acceso a mejores condiciones de pago para todo lo que consumimos; es grande la tentación de comprometer parte del ingreso familiar para los próximos años cuando nos imaginamos disfrutando tantos bienes que ponen al alcance de nuestra capacidad crediticia. Los oferentes predican condiciones que no volverán, lo cual carece de veracidad, ya que nuestra economía ha soportado sin mayores sobresaltos variantes que un débil sistema financiero no podría como fueron el asesinato de una candidato presidencial, el cambio en el partido en el poder, la crisis de la economía mundial a raíz de los atentados del once de Septiembre, la incapacidad de poderes ejecutivo y legislativo para conciliar reformas para el crecimiento, el enrarecimiento del clima político en el país. Así que nadie puede frenar la tendencia de las condiciones financieras que garantizan el contexto comercial de los próximos años, ni un presidente sin experiencia ejecutiva, ni un falso mesías, ni tampoco un golpazo. Por lo tanto, no se preocupe si ahora no puede comprar lo que anhela, no caiga en el error de gastar lo que aún no se ha ganado, no adquiera lujos que valen mucho menos de lo que cuestan, así le digan que puede amortizar en cómodos pagos. Gaste con responsabilidad, siempre habrá oportunidades.
Cuando recordamos los pecados, nos damos cuenta de que todos son ocasionados porque caemos en placeres que si nos son permitidos, pero que al abusar de ellos los transformamos en defectos. Por eso, cuando consumimos nuestro ingreso de manera irresponsable, cuando abusamos del placer que da la seguridad del sentido de posesión, cuando nos rendimos a sobrepasar nuestras necesidades, cuando no cuidamos nuestras finanzas, caemos literalmente en el pecado capital, ó pecado del capital.

Contra China: Denominaciones de origen

Para publicarse el 18 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo
Por César Elizondo Valdés


Durante mucho tiempo he tenido la necesidad de viajar a Jalisco regularmente por motivos de trabajo, la mayoría de las veces lo he hecho por carretera. Durante mis últimas visitas he observado como los llanos se han ido pintando de un color verde azulado a consecuencia del cultivo de la planta que produce la principal materia prima para la elaboración del tequila, el agave azul.
Como es de muchos conocido, la industria tequilera nacional ha tenido un auge importante en los últimos tiempos derivado de la demanda que su producto ha generado a nivel mundial, esto gracias a la denominación de origen que el consejo regulador del tequila logró tramitar. Primero se dieron cuenta de que tenían un buen producto, después buscaron la denominación de origen para diferenciarse de cualquier copia, lo siguiente fue promover el tequila como el producto que solo puede ser autentico si ostenta el sello que lo acredita como tal, siendo solo un puñado de zonas de nuestro país las que reúnen ciertas características climáticas y de suelo para producir el agave azul, lo que según los estudios le brinda la calidad necesaria.
Investigando un poco, me entero de que además del tequila en México hemos entregado la denominación de origen a otros diez productos entre los que se encuentran el café Veracruz, el mango atahulfo, la talavera de Puebla, el sotol, el mezcal y otros más. Eso es bueno, pero si consideramos que en España existen más de cincuenta denominaciones de origen podemos dar otro atisbo a la desventaja que en materia de cultura empresarial tenemos ante el mundo. Con esto no quiero decir que se deba explotar el concepto de manera indiscriminada, pero si debemos aprovechar la ola de la cultura VIP que impera en el mercado, es tiempo de buscar en Coahuila los productos que tienen el potencial para forjar el desarrollo de nuestra zona por medio de la demanda de los consumidores que están exigiendo mercancías genuinas (de origen) y de calidad.
Las denominaciones de origen garantizan la calidad, la cual proviene de características propias y diferenciales, debidas al medio geográfico en el que se producen las materias primas, se elaboran los productos, y a la influencia del factor humano que transforma las mismas. No tenemos que cerrarnos a lo que la tierra y el clima nos da, los que estamos en el medio comercial sabemos que Ocotlán, en Jalisco, es una ciudad de industria mueblera por el oficio que han aprendido sus habitantes, no porque ahí se explote la materia prima. Así apreciamos que en nuestra zona podemos buscar denominaciones de origen no solo por las ventajas naturales de nuestra geografía, sino también por las habilidades desarrolladas y heredadas por nuestra fuerza laboral.
Esperemos que los gobiernos que pronto se estrenarán pongan su atención no solo en la captación de grandes inversiones foráneas, sino también en la posibilidad de desarrollar a los productores locales para buscar las denominaciones de origen que pongan a nuestro estado y municipios en el mapa de la cultura de consumo de calidad. Tenemos en Arteaga una manzana cuyo sabor no tiene necesidad de competir en precio, tenemos una industria de pan de pulque reconocida por los que nos visitan, pero que debería estar en los estantes de las grandes cadenas comerciales a lo largo del país, tenemos productores de dulces que han podido industrializar sus procesos sin perder calidad y sazón, tenemos en Parras una industria vinícola que puede explotarse mejor, ya hay una generación de gente preparada en la industria de los complementos alimenticios de productos naturales, tenemos un acervo que nos puede catapultar en la industria textil, existe una industria mueblera que compite en calidad y diseño con lo mejor del mundo. Hemos perdido el tiempo peleando una batalla imposible ante China, cuando en el origen de nuestros productos está la solución.

Más empresas como Herbax

Para publicarse el 11 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Por César Elizondo Valdés

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir como invitado a la segunda convención nacional de Herbax de México, empresa de capital cien por ciento saltillense dedicada a la fabricación, distribución y comercialización de suplementos alimenticios con base a productos naturales.
Durante la convención, llevada a cabo en uno de los mejores hoteles de Ixtapa-Zihuatanejo, se me permitió estar presente en los distintos foros, pláticas y testimonios que se llevaron a cabo, pudiendo palpar de manera directa como es que una compañía joven que inició con un modesto capital ha podido abrirse paso de forma exitosa en el complicado mundo de los negocios que cada vez es más competitivo, globalizado y mejor comunicado con los consumidores.
La empresa, que salió al mercado hace menos de una década, se ha constituido en el sustento de miles de familias mexicanas y en un ingreso extra para otras centenas de personas que desde su condición de asociados contribuyen al crecimiento, fortalecimiento y desarrollo de una compañía que logra el beneficio social que en todo negocio debe ser parte importante de su misión. En sus recientes aperturas, Herbax ha incursionado en el mercado centroamericano con éxito, alcanzando con esto a favorecer la economía de casi seis mil hogares si tomamos en cuenta asociados con actividad regular, planta laboral, directivos y socios propietarios. Esto sin incluir los miles de empleos indirectos que se generan por conceptos tan variados como mensajería, paquetería, comunicaciones, proveedores, servicios, etc.
El común denominador que pude observar en los participantes, entre los cuales estaban representados todos los niveles operativos de la compañía, fue la convicción de permitirse el sueño de alcanzar un objetivo agresivo en primer lugar. Después, una vez identificado el objetivo, me di cuenta que el siguiente paso es planear y prepararse para llegar hasta allá; esto es capacitarse, crear estrategias, asegurarse de tener un buen producto, saber como distribuirlo, idear un plan de mercadeo en el que todos los miembros del proceso de comercialización obtengan un beneficio, etcétera. Finalmente, poner en práctica todo lo planeado, esta es la parte más sencilla en teoría pero la más pesada en la práctica: trabajar, trabajar, trabajar.
El tipo de empresas como Herbax de México es la clase de negocios que necesitamos para el verdadero fortalecimiento de la economía regional, empresas que tienen la visión de salir a explorar los mercados más allá de nuestro entorno. Empresas que buscan los mecanismos fiscales y laborales para que la gente se beneficie por su productividad. Empresas que reconozcan la necesidad humana de sus miembros, la cual no se limita al factor económico, sino más bien tiene en la autorrealización su fin. Empresas que se preocupan por el futuro a largo plazo de sus trabajadores, buscando con la diversificación y la mejora continúa mantenerse en desarrollo sostenido y sustentable. Empresas locales que con capital propio se forjan un prestigio que aporta beneficios intangibles a la actividad productiva de la región.
Fue muy placentero convivir con la gente de Herbax, fue aleccionador tener el privilegio de conocer de cerca el espíritu de una empresa que crece por que así lo ha decidido, fue inolvidable el regalo que nos dio Herbax a los asistentes: Saber que si se puede.
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En el aeropuerto

publicado el 04 de Noviembre en El Heraldo de Saltillo
por César Elizondo Valdés
Estando en el aeropuerto de la ciudad de México, esperando seis horas la conexión de un vuelo hasta mi destino final, almorzaba en El Barón Rojo, muy mal servicio por cierto, y observaba el ir y venir de las miles de personas que representan historias que diariamente rozan una con otras en puntos y situaciones comunes que para unos significan una cosa y para los otros denotan algo totalmente distinto.
Veo pasar a Alicia Machado, la venezolana que hace algunos años ostentó el título de la mujer mas hermosa sobre la faz de la tierra, aquella que durante su reinado fue humillada según sus propias palabras por el magnate Donald Trump y por todo el comité organizador del concurso que le otorgó dicho nombramiento. Me pregunto que sentirá ella al estar en el aeropuerto como una persona común y corriente después de haber sido la embajadora del mundo, luego de haber tenido a su disposición aviones privados, después de perder el lujo y el glamour que acompañan a estas personas.
Después observó a un individuo que a todas luces está metido en una rutina que lo ha acompañado durante largo tiempo, se mueve por el aeropuerto como pez en el agua, nada es nuevo para él, nada es poco, nada es demasiado; todo lo percibe como ha sido su vida en los últimos años: plano.
Por último, pongo mi atención en una persona que parece venir de una condición poco favorable, a juzgar por su ansiedad y por la desconfianza que denota, deduzco que es la primera vez que vuela; se siente fuera de lugar, parece preguntarse si hizo bien en aventurarse en aquello que lo llevó a volar. El aumento de responsabilidades en el trabajo ó en su negocio le obliga a emprender nuevas vivencias desconocidas para él, y por lo tanto, riesgosas.
Así como en el aeropuerto, nuestras vidas tienen infinidad de puntos de comunión en la percepción de los demás entre los que suben, los que bajan y los que permanecen estáticos. Comprar un auto usado para algunos puede ser un retroceso, para otros es lo más normal del mundo y seguro que para muchos significa poseer algo que desde niños han anhelado. Ir al cine con su pareja, para alguien puede ser un trabajo, para otros puede ser simple rutina y para los demás el mejor momento de la semana. Despertar por las mañanas para algunos es un pesar, es enfrentar de nuevo a un mundo duro y despiadado, para otros es un día más, una hoja más del calendario y alguno por ahí lo ve diferente, como una oportunidad más para hacer algo de provecho.
Por cierto, en ese lugar común, donde deambula gente tan diferente, me di cuenta que Alicia Machado se veía más contenta acompañada de un desconocido que cuando estaba acompañada por Trump; el ejecutivo acostumbrado a los viajes parecía satisfecho por encontrar estabilidad en su vida; aquel que viajaba por vez primera, irradiaba el orgullo de haber avanzado en la vida, de saberse capaz de mejorar su condición. Concluí por lo anterior que no es de donde tu vengas, tampoco es a donde vayas, es más bien quien eres tú, y que es lo que quieres ser.8444104775@prodigy.net.mx