#FuerzaMéxico: un puño que se abre


Publicado el 24 de septiembre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


       El puño en alto dejó de ser un símbolo de resistencia civil, protesta política o militancia para convertirse en ícono de la solidaridad del mexicano.

      Aún teníamos el puño cerrado, dispuestos a ajusticiar al cobarde asesino de Mara, cuando los mexicanos fuimos una vez más sacudidos por esa madre naturaleza que en ocasiones se rebela a su hijo, dios. Trágica cábala que a treinta y dos años del terremoto del ´85 y como sarcástica broma sobre nuestro himno nacional, volvió a hacer retumbar en su centro a la tierra.

     Iglesias e ideologías políticas, razas, edades y estratos sociales, preferencias sexuales, grados académicos, género y cualquier otro motivo de escisión en distintos temas, se fundieron durante la semana en torno a las necesidades de los sitios afectados por el sismo que también, nos hizo saber queridos por el mundo entero.

       La mayor parte de los mexicanos pasamos del horror atestiguado a través de la televisión y redes sociales, a multiplicar el amor trasformado en pequeñas y grandes acciones desde todos los rincones del país como los maravillosos textos de apoyo moral escritos en los paquetes de agua, comida y otros productos de ayuda material, o como los sentidos rezos que fueron acompañados por copiosas donaciones, o como los vecinos de la gran ciudad de México que sacaron a la calle las extensiones eléctricas y cargadores para teléfonos celulares, o como quienes hicieron públicas sus claves de internet, o como los que inundaron las banquetas con víveres para sostener las maratónicas jornadas de los rescatistas, y los que pusieron a disposición de todos los baños y regaderas de sus casas, o como los que compartieron información verdadera, o como los que transportaron personas y materiales, o aquellos que organizaron los centros de acopio. Y un largo pero caritativo etcétera que omito.

       Las imágenes más reiteradas durante los trabajos de rescate, donde el puño cerrado en alto de rescatistas y voluntarios significó el silencio absoluto de los presentes para la correcta comunicación en los interiores en pro de realizar las maniobras de búsqueda y localización de gente, se convirtieron luego en la acción de las mismas manos que, ya con las palmas abiertas removieron escombros, empuñaron herramientas e hicieron vallas y mano-cadena para que también el silencio cediera a los aplausos y cantos cuando algún  niño, una mujer o un anciano, emergió a la vida por segunda ocasión, pero esta vez no desde las entrañas de su cálida madre, sino desde la oscuridad de los duros escombros.     

       Imposible ser apático a las muestras de solidaridad del mundo y los mexicanos que ante la tragedia han sacado a flote lo mejor del ser humano. Imposible no experimentar esa rara y doble sensación de pérdida y gracia cuando la naturaleza golpea sin piedad a la vida, mientras que la humanidad rescata con amor al individuo. ¿Es esto un nuevo comienzo?

     La historia y la razón me dicen que no, que nada cambiará. Que pasará poco tiempo para que esta tragedia quede en el pasado y volvamos a cerrar el puño en una nación de ciento cincuenta millones de mexicanos y ante un mundo de siete mil millones de personas. Pero la esperanza y el corazón me dicen que si, que esta vez el puño que implicó protesta y rabia durante mucho tiempo y que en días pasados sirvió para pedir silencio en labores de rescate, ha sido abierto para siempre, abierto para darle una mano franca y solidaria a quien la necesite, una mano terrosa y ampollada por el trabajo comunitario y responsabilidad social, pero limpia y sana en términos de integridad; una mano que guie a sus hijos hacia el futuro que nuestro país merece. La misma mano que represente un cúmulo de valores y principios para que, nunca, nunca, nunca, vuelva a lastimar a Mara.

cesarelizondov@gmail.com       

Artesanas de la paz


publicado el 10 de septiembre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez



“no basta con hablar de paz,

 uno debe trabajar para conseguirla.”

 Eleanor Roosevelt



    Más allá de un signo religioso durante el rito o saludo de la paz, el dar un apretón de manos y decirle a quien se encuentra a nuestro lado que la paz este consigo, es para los católicos uno de los momentos más humanizantes de la misa. Desde niños esperamos ese momento para ir a saludar a los primos, amigos, compañeros, conocidos y hasta al sacerdote. Por supuesto, a medida que crecemos vamos entendiendo que el sentido es desear y ofrecer la paz para todos por igual, así que dejamos de recorrer todos los rincones del templo en busca de nuestros allegados para limitarnos a saludar a quienes están a nuestro alrededor, sabiendo que eso es correcto, y que con eso basta.

     De verdad, ¿con eso basta? Bueno, habríamos de entrar en cuestiones que no dominamos para responder con cabalidad a eso. Lo que con seguridad es cierto cuando se habla de esa bella y escurridiza palabra llamada paz, es que somos incapaces de generarla o siquiera desearla para los demás cuando no la llevamos dentro de nosotros mismos.

     De la necesidad de albergar paz en uno mismo para luego irradiarla hacia los demás, es que nace la preocupación de organizaciones como Familia Unida Saltillo y Pastoral Familiar para llevar a cabo bajo el nombre de Artesanas de la Paz el vigésimo tercer Congreso Regional de la Mujer. Ocupándose de lo que hablamos, emerge un objetivo claro y contundente propuesto por la organización para quienes asistan al congreso: Entender que soy responsable de encontrar la paz y ser reflejo de ella.

     En nueve diferentes sesiones entre el 21 y 22 de septiembre, expertos conferencistas en diversos temas, con grandes bagajes de estudios y con la habilidad para saber transmitir sus experiencias, sus emociones y sus conocimientos, buscarán que los y las asistentes mediten sobre lo que reflejan hacia los demás, que en lo personal identifiquen lo que les quita la paz, que descubran cuáles son los enemigos del matrimonio y que cada quien se recuerde en la plática “ese alguien que tú eras”, que escuchen lo que el cuerpo le quiere decir a la mujer, que aprendan a vivir en paz, a saber orar…y a saber perdonar, a lograr un plan de acción en la vida, y en la conferencia final, a tener una actitud de desafío ante el “no puedo”. Todo desde la idea de tejer esa paz que nos hemos dejado robar, de reconstruir con nuestras propias manos esa paz que nos merecemos, de forjar en una retórica artesanal, lo que ha fracasado con un modelo abstracto de paz industrial. Un congreso en busca de que la mujer saltillense se convierta en una Artesana de la Paz.

    El importante esfuerzo que acercan para ti marcas y organismos como GIS, Coca Cola, La Conchita, DIF Coahuila y DIF Saltillo, Banorte, Santander y Finamex, gobierno estatal y gobierno municipal, así como los organizadores de Familia Unida y Pastoral Familiar, resulta en un evento que no solo habrá de cambiar una vida, tu vida, sino la de toda una comunidad: tu comunidad.

     Apuesto sin temor a equivocarme que, aquellas personas que asistan al XXIII Congreso Regional de la Mujer, serán capaces de hacer en el día a día lo mismo que hacen los niños al momento del saludo de la paz en misa: ir con familiares, amigos, compañeros, conocidos y hasta con perfectos extraños, e inundarlos de esa paz que solo puede ser deseada, compartida e irradiada, cuando anida dentro de uno mismo.

    Informes para el Congreso: teléfonos 416 0858, 416 5043, 416 3085. En Facebook y Twitter Familia Unida Saltillo, email saltillo@familiaunida.org y efrenh55@hotmail.com  


columna: cesarelizondov@gmail.com

¿Ya se cansaron?


Para publicarse el 03 de septiembre de 2018 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


      ¿Te acuerdas de Roberto Madrazo y el escandalito por haber cortado camino en el maratón de Berlín hace algunos años? Pues ahí tienes que al malogrado excandidato a la presidencia le brotaron cientos -quizás miles- de fans el último domingo de agosto.

      -Pero hay un dios que todo lo ve- dirían los clásicos. Y ese dios llamado redes sociales se ha encargado de enjuiciar a los recién bautizados en el argot de los corredores de fondo como corta-rutas. Perfiles o fan pages en Facebook como Caza Tramposos Maratón CDMX 2017 o el que da título a la columna de hoy, han exhibido y denunciado durante toda la semana las fotos y comentarios de redes sociales de cientos de personas que ostentaron alegres en sus publicaciones el haber corrido los 42 mil ciento noventa y cinco metros…pero cuyos registros oficiales indican que solo corrieron parcialmente la carrera.

      Pero bastante mérito es levantarse un domingo y trasladarse en la caótica ciudad de México para correr 3,5,10,15 o 20 kilómetros mientras la mayoría de los mortales seguimos dormidos, ¿no? dice mi compadre. Pues si, está bien…. pero está mal, decía mi hermano.

      El juicio no tiene mucho debate, habría que ser muy necio para defender a los tramposos: es como comprar un título universitario para ser rector, como pedir moches para todo trámite municipal si eres el cónyuge de la tesorera, cómo ser proveedor del ayuntamiento o del gobierno estatal siendo pareja de la que jamás pudo meter en cintura el jefe del ejecutivo, es cómo crear empresas fantasmas, es como solapar empresas fantasmas desde el gobierno, ó como solapar a quienes solapan a las empresas fantasmas desde organismos empresariales.

       ¿Será que la feliz señora que recogió su medalla de maratonista es de las que exige que en las escuelas se reconozca a todos los alumnos por igual, así no hayan aprendido ni la tabla del uno? No vaya a ser que se traumen las creaturas porque los aplicados y disciplinados se llevan todos los reconocimientos. El tipo que cruzó la meta alzando victorioso los brazos sin haber sudado ni pasado por lo que se sufre en un maratón, ¿Tendrá alguna relación con los que son premiados por el gobierno cuando prostituyen el pago de tenencias, licencias, placas y otros impuestos con fines electorales o recaudatorios en año de hidalgo?  El chavito que con cuerpo atlético pero con cerebro esquelético se puso su outfit de corredor nomás ´pa la foto del maratón, ¿habrá conseguido en la clandestinidad de los primeros grados del crimen organizado su credencial del INE falsa cuando era menor de edad para poder entrar a los antros?

     Pero quizás estoy equivocado y no es tan malo cortar camino en la vida. Porque al final lo único que se reconoce en este mundo matraca es lo tangible, lo material, lo que se ve. Pero de cualquier modo aplaudo a quienes han tenido la civilidad de señalar a los tramposos del pasado domingo, porque he sido testigo de cómo muchos amigos míos se preparan física y mentalmente para correr un maratón y no estoy de acuerdo en que una sarta de güevones inmediatistas se trepen a un podio que tanto les cuesta escalar a otros.

     ¿Ya se cansaron? Ese es el nombre del grupo de corredores que desde su indignación por el fraude deportivo de los corta-rutas, hace una denuncia social con un gigantesco trasfondo cultural que nos pone a todos el ejemplo de cuál es la fórmula para erradicar la corrupción: señalar a quienes corren en la misma pista que nosotros haciendo trampas, hacerles el vacío social, mofarnos de ellos en sus caras y exhibirlos como lo que son: unos malos mexicanos.

      Si, yo ya me cansé.

cesarelizondov@gmail.com

Trenes, autos y bicicletas


Publicado el 27 de agosto de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia

Por César Elizondo Valdez

     No, no hablaremos hoy de los Trenes de Luigi Station y de cómo le hacíamos para entrar: nos calzábamos botas de tacón cubano, cinto piteado (bueno, pirata con hilo de algodón en lugar de fibra de maguey) y un sombrero vaquero de copa alta. Esto durante una época en la que el criterio del cadenero resolvía el problema de la mayoría de edad, antes de la credencial para votar con fotografía.
    Tampoco tocaremos el tema de otros trenes que cumplen la función de esparcimiento como el Chepe que atraviesa las Barrancas del Cobre, el que te lleva hasta Aguas Calientes para subir a Machu Pichu, el Mono rail que sin pérdida de tiempo te transporta de un casino a otro en Las Vegas antes de asimilar otras pérdidas, el Glacier Express o el Transiberiano, ni los de Harry Potter o Disney en las capitales turísticas de occidente.
     Hoy te platico de un tipo de trenes con distinta misión: aquellos que transportan personas para ir y venir todos los días al trabajo y a sus cosas cotidianas. Vaya, vaya, ya le quitamos lo dominguero al artículo y nos pasamos al lado rudo. Pero es que viendo como están las cosas y el letargo de nuestros gobiernos y supuestos contrapesos, está la cosa para pensarse y… o ponernos a llorar…. o poner manos a la obra.
      Con broncas similares a las nuestras en cuanto a nefastos gobernantes, los vecinos de Nuevo León ahí la llevan con su línea 3 del metro, y también los tapatíos estrenarán nueva línea de metro antes de que Andrés Manuel sea Presidente. Con todo y un sexenio federal de Hidalgo, avanza el tren ligero México-Toluca y, mucho antes de que Acción Nacional regrese a los Pinos allá por el 2036, el gobierno mexicano habrá de retomar el proyecto del tren de alta velocidad para unir a la capital con Querétaro.
      Al norte, un compa del señor Trump anda diciendo que ya recibió luz verde para licitar el Hyperloop, un tren de hiper-velocidad que uniría en un chasquido de dedos a Nueva York con Washington, con paradas en Baltimore y Filadelfia. Y no alcanzaría el periódico entero para enumerar los sistemas ferroviales del mundo que ya existen y todos los que están en planes.
      Pero ojo, no hablo de las obras que en otras partes se dan y que por acá ni soñar podemos. Me refiero al futuro del transporte diario: sistemas colectivos para largas distancias y vehículos de dos llantas para pequeños trayectos. Y eso, ¿a que viene al caso con nosotros?
      A partir de ya, el mundo empieza de manera lenta pero sostenida a consumir menos automóviles y menos petróleo vía gasolina en proporción al consolidamiento de los futuros sostenes de la economía global (salud y comunicaciones) y a la opción vehicular que trenes y bicicletas representan.
     Mientras tanto, aquí en la región sureste de Coahuila seguimos sin dar un paso en alguna dirección alterna a la industria automotriz como motor económico. Y durante las pasadas campañas políticas locales, un solo candidato de la basta baraja para puestos de poderes ejecutivos habló de algo referente a trenes ligeros, y lo hizo desde la perspectiva del trasporte público, no del inminente descalabro de la industria automotriz, que no por ser a largo plazo deja de ser predecible.
      ¿Fatalista? Quizás. ¿Qué es lo que habremos de hacer? Por lo pronto, me pongo a buscar mis viejas botas rellenas de talco, el intento de cinto piteado y mi arrugado sombrero carente de equis, no vaya ser que, en lugar de abordar los trenes por gusto, tenga uno que largarse a los Estados Unidos para trabajar en el campo por necesidad.
     cesarelizondov@gmail.com                

Mis razones


publicado el 11 de junio de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez



     -¿Por qué razón emprendiste ese tipo de campaña?- me preguntó mi hijo Alejandro mientras leíamos los airados comentarios que mis publicaciones en redes sociales estaban levantado. Definir posturas acerca de temas como Uber, aborto, foto multas, matrimonio igualitario, legalizar o no drogas, horarios de antros, adopción gay, pena de muerte y cosas por el estilo, es la forma más segura de perder una elección. Me lo advirtió Alejandro, entre curioso y molesto.

     Iniciamos como familia una cruzada ocho meses atrás buscando ser el primer coahuilense que llegase al congreso sin el respaldo de las siglas, recursos y estructura de un partido político, y aún estamos en el proceso de cerrar ese ejercicio electoral… con una dolorosa lección.

     A la familia nuclear rápidamente se sumaron familiares en siguientes grados, también los amigos, socios, colegas y tod@s con quienes a diario trabajo, así como gran parte de mis compañeros del CIZ, del ITESM y de Merca, de generaciones ascendentes y descendentes; de mis grupos de esparcimiento, diversión y deporte. Aunque no valga, -me escribieron muchos-, desde acá cuentas con nuestro apoyo y nuestras oraciones: De todas partes del país, de varios países y aún en distintos idiomas, recibí las muestras de confianza para una candidatura que alguno de ellos poéticamente bautizó como el aleteo de una mariposa en México.

      Las injusticias laborales y falta de oportunidades dentro del aparato gubernamental sufridas por gente como Roberto, Oscar y Ariel, las ganas de progresar y el deseo de tener mejores escuelas de jóvenes como Marco y Eduardo, un matrimonio como el de Ramón y Mary, el tiempo libre que le quedaba a Almicar, y la infaltable labor de mujeres como Karina, Adriana, Guadalupe, Blanca Esthela y Nathalie, hicieron que se formara un compacto grupo de voluntarios liderados por el mismo Roberto, que cargaron física y emocionalmente con el peso de una campaña austera, limitada, discreta y humilde, pero llena de idealismo.

     Muy importantes fueron el entusiasmo de Brenda para representar la candidatura ante las autoridades electorales, la guía profesional de Carlos para interpretar intrincadas disposiciones de fiscalización y para que el noviciado no resultara tan violento, las puertas abiertas y las sillas llenas en casas de mis amigos, mis Compas, mis Huérfanos, mis Atléticos, mis Compadres y mis Compayes, vaya, hasta de mi suegra. Los generosos espacios que compañeros de medios de comunicación nos brindaron en sus columnas, programas y reportajes; y por supuesto, el respaldo, carisma y buen nombre de mi compañero de fórmula: Salvador Rodríguez Saade, Chavita, pues.

    La sangre de la campaña fluyó de todas esas personas que les gustaron, comentaron o compartieron nuestras publicaciones en redes sociales, que me enviaron mensajes de texto, que me saludaron en el supermercado o en los tacos mañaneros, que me visitaron en mi trabajo para transmitirme conocimientos e ideas, que enviaron cartas manuscritas, que recibieron un volante desde la ventanilla de su auto o en su hogar, que abrieron su casa para que un par de extraños les platicarán de su visión y sus ideales, de su exasperación, y de la suma de voluntades.     

      Mención aparte, me sorprendió agradablemente encontrarme en distintas partes a quienes también buscaban un puesto de elección popular bajo los colores de algún partido político así como a sus dirigentes y militantes; a ellas y ellos, mi agradecimiento por ser competidores de altura.

      Para quienes de alguna forma y sin abandonar la esencia de las candidaturas independientes en esta región, que hicieron sinergia conmigo como Javier y Lucho, Fausto, Lobo, Poncho y Moncho, y el doctor Cárdenas, mi más grande admiración y respeto, así como el orgullo de compartir de por vida con ellos, la etiqueta de Independiente. Así, con mayúscula.

       Gracias a todas las personas englobadas anteriormente y de los muchos coahuilenses que desde ciertos parámetros votarían por mi, me vino la respuesta para Alejandro, así que lo miré a los ojos y le contesté: arriesgué a presentarme en una campaña sin máscaras y hablándole claro a la gente, porque la ciudadanía se merece candidatos que desde un principio fijen sus posturas, porque la misma gente ha estado exigiendo que personas sin dobles intenciones los representen, porque hasta en la biblia dice que se vale ser caliente o frío, más nunca tibio. Porque la forma de hacer política debería estar regida más por propuestas sociales y menos por cálculos electorales; porque si queremos un mejor futuro debemos aprender a hablar de lo que nos afecta de frente, sin miedos y con argumentos. Porque siempre quiero mirar directo a los ojos a toda la gente, como lo hago ahora contigo, aunque algunas personas puedan o no, estar de acuerdo conmigo.
https://www.saltillo360.com/mis-razones

 cesarelizondov@gmail.com    








Voto útil o voto independiente?



 

Publicado el 28 de mayo de 2017

     Para nadie es un misterio: el próximo domingo, el PRI tendrá el mayor descalabro electoral de su historia en Coahuila. Algunos candidatos oficiales tendrán una relación gasto-voto tan escandalosamente cara, que los hará replantearse su vocación, si es que conocen el significado.
     Gobernador y alcaldes saldrán electos de todos colores el 4 de junio; desde la posibilidad de un gobernador independiente hasta el pronóstico reservado para la alcaldía de Saltillo, donde los partidos adinerados pusieron a sus mejores candidatos del estado mientras los dos independientes que participan han hecho inteligentes campañas de picar piedra y proponer soluciones.
     Para el congreso del estado la baraja esta más colorida, pero también más reprimida: las coaliciones con el panismo huelen a complicidad, y los partidos chicos que van “libres”, o están amarrados al priismo en la boleta para gobernador, o buscan simplemente mantener su registro y por lo tanto, sus prerrogativas (en castellano, vivir del erario; en español, vivir de tus impuestos). ¿Muy revuelto?  Así les gusta hacer las cosas a quienes hasta hoy les has dado tu confianza, de forma activa con tu voto, o de forma pasiva con tu abstención. Entonces para diputados, quedan las candidaturas de Morena con la sombra de Andrés Manuel, y los tres candidatos sin partido, dos en la región sureste y uno con cabecera en Sabinas.
     Entonces, ¿cuál va a ser escenario político en Coahuila para los próximos años? Pase lo que pase el próximo domingo, va a haber un gobernador amparado por una votación muy dividida, legítimo sí, pero no respaldado por una mayoría. Igual pasará en los ayuntamientos. Y ya sabes lo que sucede cuando un gobernante no las trae todas consigo: el caos.
    De ahí que salga sobrando aquello del voto útil. Porque ya no se trata de vencer a un partido que solito se derrotó y que hoy está en la lona, ahora se trata de enviar el mensaje correcto a quienes nos gobiernen durante los próximos seis años en el caso de gobernador, o a quienes resulten alcaldes para el próximo año con opción a una reelección de tres años más.
     Hoy se trata de enviar un mensaje correcto a ese México que mira en Coahuila al referente de corrupción, antipatía, sometimiento y derrota. Hoy se trata de enviar el mensaje correcto a nuestros hijos, ellos que quieren borrar del léxico cotidiano las palabras corrupción, delincuente e impunidad, para incorporar conceptos como inversión, incluyente y calidad. Hoy se trata de cumplirnos a nosotros mismos y creer en quienes no van a esperar otra generación para que del cielo caiga un mejor futuro, hoy es tiempo de creer en esos que en el corto plazo te garantizan un mejor presente con simplemente despojar su responsabilidad de compromisos partidistas o con grupos de poder.
     Porque, hay que decirlo sin rodeos: cualquier cifra que te den quienes ya estuvieron en el congreso o en los gobiernos estatales o municipales, es una cifra que se compone de tus impuestos, de lo que es tuyo, ellos no han puesto un centavo de su chequera para tu bienestar.
     Y si tomas como referencia que el tamaño de la economía de nuestro país está entre las primeras quince del mundo, para cualquier parámetro de medición habríamos de tomar el número quince mundial: ¿Estamos en el medallero olímpico en el lugar 15? ¿Tenemos nobeles de física o economía equivalentes al 15 mundial? ¿nuestros sistemas de salud corresponden al 15 mundial? ¿Nuestras universidades están rankedas entre las mejores del mundo? Entonces nuestros gobiernos no están a la altura de nuestro potencial.
     Por ese fracaso de todo nuestro sistema político, olvídate de quienes mañosamente te piden un voto útil, que es otra forma más de escoger lo menos peor. Este 4 de junio vota Inteligente, vota por los conceptos, vota por la refundación de Coahuila, vota por ti. Vota Independiente.
 
   




Retroceso infinito y dependencias caparazón


Publicado el 14 de mayo de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


   Una vez entendido el concepto de Retroceso infinito, ¿Dónde quedaría la responsabilidad del funcionario público en Coahuila?

  Probablemente has visto distintas representaciones del Atlas de la mitología griega, ese que esta afuerita del Rockefeller Center en Nueva York, o la más antigua escultura de él en el museo de Nápoles, o coronando el Palacio de Linderhof en Alemania; siempre el buen Atlas, cargando al mundo. Pido prestado el siguiente dialogo del libro “Platón y un ornitorrinco entran en un bar”, de Thomas Cathcart y Daniel Klein:

-Si Atlas sostiene al mundo, ¿Qué sostiene a Atlas?

-Atlas se sostiene sobre el caparazón de una tortuga

-Pero entonces, ¿sobre qué se sostiene la tortuga que carga a Atlas?

-Pues, sobre otra tortuga.

-¿Y qué sostiene a esa otra tortuga?

-Amigo, de ahí para abajo todo son tortugas.

  Así es como Cathcart y Klein nos explican el concepto de Retroceso Infinito, una cuestión filosófica que tiene que ver con las ideas sobre el origen de la vida, la existencia de un dios, el huevo y la gallina, etc. Ok, Ok, pero, ¿Qué tienen que ver Atlas o la mitología griega, la filosofía o el retroceso infinito, con Coahuila? Seguramente lo del retroceso infinito te va cuadrando con lo que vivimos los coahuilenses, aunque quizás estemos pensando en distintos tipos de retrocesos.

   Ya sabes de lo único que algunos hablamos en estos días: las elecciones en nuestro estado. Y el retroceso infinito en Coahuila lo entiendo como lo que venimos escuchando de muchos candidatos que, veladamente y sin decirlo, pretenden subir a las instituciones como si estas fueran Atlas, sobre un caparazón. Caparazón que esta sobre otro caparazón que está sobre otro caparazón que esta sobre otro caparazón que esta…

    Que no es muy diferente de lo que ya existe, motivo por el cual las responsabilidades de los funcionarios se diluyen entre tantos caparazones, para nunca dar con los responsables de nada. Y volvemos a lo mismo que anteriormente hemos señalado: Si hay tres diferentes poderes en nuestro estado, cada poder debería ser el Atlas que sostiene su responsabilidad sin necesidad de caparazones que le sostengan hasta el infinito para jamás dar con un responsable de nada.

    ¿Qué instancia es la responsable de darle seguimiento a la desaparición de personas? ¿Acaso es un caparazón llamado subprocuraduría seguido de miles de vocablos, o debería ser la Procuraduría General de Justicia del Estado, así, a secas? ¿Deben existir centros de justicia para mujeres, o la justicia para mujeres debería estar garantizada por la procuraduría general, así, a secas? ¿Es la Pronnif un caparazón sobre el que descansa la responsabilidad de una procuraduría general? ¿Es el acceso a la información un instituto caparazón sobre el que el poder legislativo descarga y se desentiende de una de sus principales responsabilidades? Cuando algo sucede en el estado, ¿Debemos voltear a ver en cuál eslabón de un infinito de caparazones se finca la responsabilidad, o deberíamos voltear a ver al Atlas que debe sostenerlo todo?

      Y tristemente, los ciudadanos estamos cayendo en la trampa de este Retroceso Infinito cuando algunos candidatos hábilmente nos instan a sumarnos con organizaciones satelitales al gobierno desde responsabilidades honorarias, con la aparente intención de hacer al ciudadano partícipe de todo, cuando quizás lo que resulte finalmente sea que esos bien intencionados ciudadanos terminen por ser cómplices del lodo, en una espiral de caparazones que solo le restan responsabilidad a los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales.

      Los ciudadanos habríamos de exigir funcionarios que no pretendan pulverizar las responsabilidades, funcionarios que sepan y puedan definir sus conceptos e ideales, funcionarios que entiendan la división de poderes y carezcan de yugos que los encadenen a ser parte de una procesión infinita de caparazones que así se extienden indefinidamente porque no pueden ser un Atlas, porque en esta larga analogía, Atlas solo puede estar sostenido por una base cimentada cien por ciento ciudadana, que ya no quiera ser caparazón.  
 cesarelizondov@gmail.com


   

   






La interesante postulación del profe


publicado el 07 de mayo de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


     No quiero perder tu atención, estimado lector. Dame el beneficio de la duda antes de tildarme de palero, agachón o moreirista, y termina de leer la columna para que comprendas mi punto; y así, te sumes a la oportunidad de enviar el mensaje correcto a la gente correcta.

     Ya lo sabes: nuestro exgobernador, Humberto Moreira, ha sido inscrito con todas las de la ley para acceder a una diputación por la vía plurinominal en la próxima legislatura local. Y sabemos pues, que las representaciones plurinominales son una bonita forma de acceder a congresos sin haber plasmado nombres y apellidos en boleta electoral alguna. Chulada de sistema democrático, sin duda.

     Recordando nombres y celebres frases de Manuel Bartlett en el escenario nacional (se cayó o calló el sistema), o el no menos monumental “son costumbres históricas” de Horacio del Bosque aquí en el ámbito local, nos remitimos a los casos en que la sociedad mexicana ha sufrido la imposición por vía plurinominal de los más excelsos ejemplos de los malos cachorros de una revolución que de tanto manosearla, terminó en prostitución.

      Y claro que desde luego que por supuesto que sí: miles de mexicanos y coahuilenses pusimos el grito en el cielo cuando el partidazo y sus reyezuelos llevaron a las encarnaciones de sus peores estereotipos hasta importantes curules sin despeinarse y sin asolearse, sin gastar suela, sin cargar niños para la foto ´pal face. Vaya, sin siquiera bailar cumbias.

    De ahí lo diferente y lo interesante en la postulación de Humberto Moreira: esta vez, el candidato plurinominal es el principal encargado de ganar los votos; esta vez, el partido no tiene ninguna estructura que ofrecerle a su candidato; esta vez, el candidato esta ahí porque el partido que lo postula, no espera que su gallo le controle un congreso a modo para atropellar a quien se le ponga enfrente. Esta vez, la fórmula es inversa: el candidato es el partido.

    ¿No era eso lo que queríamos? Que cada diputado se ganase en las urnas su lugar en el congreso. En cuanto a la estrategia para llegar a un congreso por vía de representación proporcional o plurinominal, el caso de Humberto Moreira ante los de Bartlett y Horacio, se cuece aparte. Aquellos eran un lastre que su partido escondía, en cambio aquí y ahora, Moreira es lastre de otros partidos, pero principal y único activo del que lo postula.

     Entonces la cosa esta así: Humberto Moreira tiene que ganarse a pulso su lugar en el congreso, ningún partido se lo va a regalar, él está cargando al partidito ese. Y ahí, luego de un buen rato de aburrida lectura, entras tú como ciudadano en el escenario con tu credencial para votar.

    Porque todo este show de los plurinominales tiene que ver con porcentajes de votación, el voto de los inconformes es mucho muy importante para la conformación del nuevo congreso local. A mayor votación, menos posibilidades para que una persona con una aceptación acotada pueda llegar al congreso. Porque estarás de acuerdo conmigo en que hay partidos e individuos que tienen una votación segura gracias al asistencialismo clientelar (desde despensas hasta adjudicaciones) que se traduce en voto duro, pero precisamente ahí es dónde quedan acotados: no pueden, ni con todo el oro y gasto del mundo, sumar un solo voto más por convicción, idealismo o razonamiento.

     Te invito a que no permitas que lleguen al Congreso de Coahuila quienes desperdiciaron su oportunidad, sal a votar el primer domingo de junio para que el voto inteligente, libre y razonado de la mayoría ciudadana, se imponga al voto duro y del miedo, del asistencialismo clientelar y del derroche de quienes habiendo podido trasformar a Coahuila, simplemente lo endeudaron. Y no sólo hablo del Profe.





   

Un día en el estadio


Publicado el 30 de abril de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


Para Mari Fer y Axel, para Rosca, Ana Vic y Miranda

      Para mí, que Borges era un idiota. Iba el sábado pasado por la tarde hacia Monterrey con la pasión en el estadio de los Rayados y la oración en la congregación de los Juaninos.

   Con la oportunidad de apadrinar a Axel, me tocó la mejor parte del programa Un Día en el Estadio, iniciativa creada por una familia saltillense que busca llevar niños a disfrutar de un buen partido de fútbol al estadio BBVA, en Monterrey. Esta vez, también de la mano de la asociación Luchando por Ángeles Pequeños, nos acompañó María Fernanda, quien fue la primera mujer que el programa llevó a ver a su equipo favorito.

     Si has estado ahí sabrás de lo que hablo, si no, te lo platico: Nuestros asientos estaban justo a un lado del sitio donde se concentra la Adicción, ese grupo de aficionados Rayados que tienen su lugar reservado junto a una cabecera del estadio, esa fanaticada que pasa los noventa minutos del partido entonando cánticos, brincando y bailando al son de las apasionadas letras, tambores, cornetas y demás instrumentos que hacen de un sábado cualquiera, una experiencia de vida.

     Del fútbol visto ese día poco puedo decir, desde mi incompetencia en el tema me aventuro a pensar que deportivamente, el espectáculo habría quedado a deber. Pero ahí es precisamente dónde Borges demostró su idiotez. Y es que recordarás o podrás consultar, amigo lector, cuando el cuentista argentino dijo algo que con tiempo se convirtió en la más recordada cita de un pensador con respecto al fútbol: Una pobre circunstancia. “El fútbol es para estúpidos”, se le atribuye a Borges esa frase que no dijo, pero que dejó entrever.

     Pero es que Borges quiso entender al fútbol como quiso entender al universo y la vida, y eso si acaso, lo habría hecho solo cuando hubo de ver rondando a la muerte. Porque el fútbol como la vida, estarás de acuerdo conmigo, son para disfrutarlos siempre, nunca para analizarlos. Y es que uno no va a ponerse analizar porque chocar las manos y abrazarse con perfectos extraños cuando cae un gol del otro lado de la cancha, ni entiende uno como es que termina cantando a todo pulmón canciones con letras que harían parecer al marqués de Sade como un personaje de Disney, ni porqué mirar con respeto y consideración a quien viste la playera del equipo contrario y apesadumbrado camina hacia la salida, ni porque atesorar como souvenir los vasos plásticos que pronto cambiaran su vocación de la festiva cerveza en el estadio, al aburrido cereal frente al televisor.

      Al final del juego, ya no supe si en la mirada de Axel era más grande su dolor por la derrota de Tigres o su satisfacción por haber comulgado con más de cincuenta mil personas que nunca nos preguntamos porque estábamos ahí, sino que nos respondíamos que había valido la pena gastar la tarde-noche de un sábado por vernos reflejados en once jugadores por cada escuadra que hacen sobre una cancha lo que nosotros hacemos en nuestras oficinas, trabajos, casas y escuelas. De regreso a nuestro Saltillo, me supuse que la alegría de Marí Fer por el triunfo de sus Rayados podría aliviar un poco la pesada lucha que libra días tras día ante una adversidad que ella no escogió, pero que con fortaleza enfrentó. Y no podía sino reflexionar como es que aquellos que saben de lo que trata la vida, escogen hacer de su paso por este mundo un camino de verdades, un camino donde es claro que se recorre no buscando una explicación o un destino, sino encontrando satisfacción en lo que hacen.

    Se dice que Borges murió amargado al no encontrar las respuestas que buscaba y, vaya ironía para un escritor, no supo metaforizar en un espectáculo como lo es el fútbol. Si por una vez Borges hubiera cruzado su camino con el Geras, o hubiera visto las miradas de Axel o Mari Fer en ese estadio, seguro hubiera entendido de que se trata la vida.  
cesarelizondov@gmail.com


    

    

Independencia, Revolución...Independientes


Publicado el 02 de abril de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


     Hoy, hoy, hoy; dirían los clásicos. Tan socorrido el voto del millennial en las campañas locales que hoy inician, y ellos tan alejados de una chispa que los prenda a reclamar ya no su futuro, porque ya los alcanzó el presente, y pronto los sorprenderá el pasado. También conocidos por algunos como la generación Peter Pan, los millennials no conocen lo que significa o de dónde proviene el estribillo del hoy, hoy, hoy.

   Y claro, aquellos que recordamos las campañas federales de inicio de siglo, generalmente asociamos aquella escena con la oportunidad perdida de un México mejor, de un cambio para bien, de un renacer mexicano y de un empoderamiento del pueblo. Pero no, nada de eso se cristalizó…… ¿O quizás sí?

    Aquí vamos: habremos de recordar cuando fue que iniciaron los movimientos importantes del México buscando ser, y luego ya siendo patria; entonces recordaremos que en 1810 inicia el movimiento de independencia y cien años más tarde la gesta revolucionaria. Pero, los mexicanos no fuimos independientes sino hasta 1821 y, si habríamos de poner una fecha para ver triunfar a la revolución, algunos dirían que la Constitución de 1917 marca esa fecha, mientras otros dirán que no hubo sufragio efectivo hasta bien entrados los años treinta.

      De manera que, al igual que en cualquier parte del mudo, la efemérides siempre festeja los logros del pueblo de acuerdo al momento en que fueron concebidos o compartidos los planes y sentir de la gente, aunque la cristalización de esa lucha se haya dado muchos años después.

     Por eso la importancia de que tú, miembro de generaciones anteriores a los millennials, les ayudes a recuperar ese México con el que algún día soñaste, y quizás hoy ya olvidaste. Porque considero que a nadie le queda duda, de que el cambio de colores que sucedió en el lejano año 2 mil, significó algo mucho más importante que un cambio de partidos o de siglas en el poder, significó la voluntad de un pueblo que reclamó una forma distinta de hacer política, y que a diecisiete años de distancia parece haberse perdido. Pero no….

     Y es que lo sembrado por millones de mexicanos sin partido que en aquel entonces se fueron en contra de un sistema caduco, corrupto y otras linduras que empiezan con “c”, apenas hoy parece que empieza a florecer con la realidad de candidaturas independientes a puestos de elección popular. Casi pasaron tres sexenios para que en Coahuila, la voluntad popular de principios de siglo para que en las boletas aparecieran personas que refrescaran el sistema partidista, se hiciera realidad. Igual que en 1821, o que muchos años después del Plan de San Luis, apenas hoy tenemos los ciudadanos la oportunidad de poner en posiciones de importancia, a gente sin importancia; en posiciones comprometidas, a individuos sin compromisos.

     No importa si hoy eres beneficiario del sistema recibiendo dádivas o haciendo negocios, tu sabes bien que no quieres ese futuro para tus hijos; no importa si hoy tienes todas tus necesidades materiales cubiertas, tu inteligencia te dice que hay necesidades más elevadas que lo material no cubre; no importa si consideras que hay una competencia del estilo David contra Goliat, tu sabes que si se puede; no importa si piensas que todo esta perdido, porque no lo esta.

     Háblale a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo millennials del sueño que tuviste hace años, y platícales que, gracias a eso, hoy tienen la oportunidad de escoger a sus representantes entre una baraja más amplia y más competitiva. Y llévalos a votar el próximo 4 de junio, y dales así la oportunidad de que su presente, sea como aquel futuro que algún día imaginaste. 

Menudo-gate


Publicado el 12 de marzo de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia





Por César Elizondo Valdez





      Adoradores como son del “qué dirán”, fervientes creyentes de la imagen y no del contenido, populistas hasta la médula y alejados del común de la gente, dos de nuestros más insignes politicazos coahuiltecos, nos dieron en días pasados la dosis semanal de nota idiota: el menudo-gate.

     Si te lo perdiste, te lo platico: al virtual candidato a gobernador del estado y finalista (por no decir perdedor) de la misma carrera hace 6 años, se le ocurrió subir en sus redes sociales la foto de un suculento menudo con alguna expresión del tipo de que estaba disfrutando eso o algo así; al fin en campaña, quiso hacer un fácil click con los miles de coahuilenses que por media mañana de un viernes, luego de nuestro acostumbrado y querido jue-bebes, estarían almorzando o en su defecto añorando, el suculento platillo que tantas propiedades le hemos dado en el argot del desvelo mexicano y que a nadie fuera de nuestra patria le quedan claras.

    Todo bien hasta ahí, pero eso sí, con la escasa credibilidad que un tipo así pueda tener de ser pueblo, razita o camarada de verdad cuando no ande en campaña. Pero la primera carcajada vino cuando alguien sacó, por la misma y venenosa vía de las redes sociales, la fotografía con santo y seña del sitio web de dónde el candidote se había fusilado la foto del menudo que, entonces entendimos, ni siquiera lo probó; vamos, ni siquiera estuvo en su presencia.

      Y ahí habría parado el asunto. De no ser porque algún otro inteligentote, le susurró al oído a alguien cuya investidura no debería ser devaluada en andar haciendo payasadas, que se bajará a una pelea callejera y subiera una auténtica foto de un menudo realmente ordenado en un sito de la capital del estado, para mayores señas, de ahí dónde muy bien habría quedado el gobernador comiéndose unos tacos de tortilla maíz amarilla, tacos que sí son de lo mejor en la región.

      Que un gobernador se ponga a darle de patadas a un candidato Pitufo, aún sea de forma inocentona o juguetona, se me hace como cuando vienen Luis Hernández o Cabrito Arellano a jugar fútbol en los campos llaneros y además de la cerveza al final del juego, se quieren llevar el campeonato de goleo ante la horda de señores que cuentan con más canas que pelo, con más panza que hombros, con más ganas que técnica.

     Pero bueno, así las cosas en nuestra tierra. Al final del Menudo-gate ya no me quedó muy claro quién fue el que quedo peor parado: el que pretendió bajar del olimpo con una falsa foto para acercarse a quienes lo evitan; o aquel que, con toda la ventaja de preparar el golpe mediático y de color, de darle credibilidad a una foto, aunque nunca al timming, y pudiendo presumir conocimiento del sentir del verdadero hombre de a pie, terminó por equivocarse casi igual que su imaginario adversario. Porque, estarás de acuerdo estimado lector, que todos sabemos en Saltillo que los tacos son en Los Pioneros… pero el Menudo, poooorrr favor señores asesores del señor gobernador, ese es en el Morucho, ahí con Don Pablo.

cesarelizondov@gmail.com

Valor agregado, no es un impuesto


publicado el 26 de febrero de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia




Por César Elizondo Valdez




   ¿Por qué están destinados al fracaso los sistemas de economía socialista? Porque en sus afanes de igualdad no entienden el concepto de valor agregado. Ya has escuchado bastantes veces el supuesto: Sí el día de hoy, los medios de producción y el dinero se repartieran equitativamente entre todas las personas que habitan este planeta, para mañana por la mañana ya habría nuevamente desigualdad económica debido a la forma y ganas de trabajar entre unos y otros seres humanos. Eso es darle valor agregado a lo que hacemos.

    Por supuesto y hay que decirlo, existen otros sistemas o híbridos económicos abiertos que ponen muy cuesta arriba las cosas para quienes no han tenido la suerte de nacer con ventajas económicas o que la oportunidad nunca ha cruzado a su camino. Pero volvamos al asunto del valor agregado.

     Luego nos parece sospechoso y como que negativo el concepto de valor agregado porque lo asociamos al impuesto por consumo con que está gravado casi todo en nuestro país, el IVA, pues. Y si, el Impuesto al Valor Agregado es el dieciséis por ciento que se aumenta al precio que el proveedor le asigna a sus productos o servicios. Nunca he entendido por que mezclar el concepto de valor agregado con impuestos, un impuesto al consumo sería eso, gravar lo que adquirimos para tributar al gobierno, pero, ¿Por qué gravar (en el concepto) la productividad que implica darle un valor agregado a lo que hacemos?

      Ejemplos: el médico hace una consulta y expide un recibo dónde se cargan sus honorarios y el IVA. Ahí entendemos claramente que el valor agregado a una charla entre personas, radica en los conocimientos que el medico trasmite al paciente. El industrial toma un montón de piezas, las organiza, las arma y... Pumm!!, aparece un producto terminado; entendemos que el precio de venta no va a ser la suma de sus partes, porque el valor agregado es la forma, diseño y calidad de ensamblado que el señor industrial le ha dado a esas piezas sueltas. O el restaurantero que cocina el pollo con una receta secreta que nadie puede igualar, fija su precio en función del valor agregado que su receta le da al mismo pollo e ingredientes que otros compran. Igual es el conocido caso del escritor: toma el accesible y democrático abecedario para después entregar al editor los irrepetibles Cien Años de Soledad, la saga de Harry Potter o Matar un Ruiseñor, enorme valor agregado a los alfabetos iniciados por los egipcios cuando tienes el libro en tus manos. Entonces, ¿Por qué gravar el conocimiento del médico? ¿Por qué gravar la calidad en la manufactura del industrial? ¿Por qué gravar la propiedad intelectual de una receta, de un proceso único o la comercialización de una obra de arte?

     Claro y para no parecer candidatazo de partidazo populista hablando de impuestos, no hablo aquí ternuritamente de eliminar un impuesto necesario para el sostenimiento de las labores de los gobiernos, hablo del error por la forma en que se le llama. Llamarlo Impuesto al Consumo sería lo más apropiado desde el aspecto psicológico, esto para no dar un mensaje de inhibición a la productividad por estar gravada. En la forma o el nombre, se habría de gravar al consumo, no a la productividad; aún y cuando en el fondo, sea un mismo fin recaudatorio o de tributación.  

    Pequeños temas y debates que parecen no tener importancia como el nombre de un impuesto, los colores de un partido político, la caduca letra de un himno nacional, el centralismo y tantas cosas con las que nacemos los mexicanos y jamás cuestionamos, son lo que nos puede tener imantados al piso porque no vemos la necesidad de hacer las cosas diferentes, de hacer cosas inteligentes, de darle valor agregado a todo lo que hacemos.

 cesarelizondov@gmail.com