AMLO 2018

publicado el 05 de noviembre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


     No es necesario ser adivino para apostar a que el virtual candidato de MORENA se erija como próximo presidente de México. Con un poco de observación, lógica y desapasionamientos, queda más que claro lo que sucederá en las elecciones federales de 2018.

    Quienes participamos fuera de cobijos partidistas desde el ruedo en las elecciones locales pasadas, tuvimos ocasión de palpar el ánimo de la población más representativa del país, es decir las clases más desfavorecidas en lo económico. Y así pudimos entender los porqués de un sistema que gira y da vueltas sobre lo mismo en una espiral interminable de causas y efectos que parecen imposibles de romper.

   Cuando alguien empieza a hablar de largos plazos, o de cuestiones abstractas como la formación, educación y cultura, o de la prevención del delito desde la infancia en lugar de pistolas y guerrillas para los adultos, pierde toda la atención del electorado.

    Una despensa, pañales, dinero en efectivo, gestión para cancelar adeudos ante dependencias gubernamentales y negocios privados, medicinas, uniformes y útiles escolares, y más cosas para cubrir la necesidad apremiante, es lo que el electorado demanda de un candidato, de una formula, de un partido. Y ni modo de culpar a alguien por su interés individual de seguir sobreviviendo hoy, así tengamos despedazado el mañana comunal.

    Y esa receta es la que saben cocinar los partidos políticos. Con recursos humanos y económicos que rebasan por mucho los alcances de sus prerrogativas de ley, desde los gobiernos municipales, estatales y federales, desvían hacia las campañas impunemente miles y miles de horas-hombre pagados dentro de la burocracia del Estado; y por supuesto, no hay programa social exento de las garras partidistas que, a discreción de sus candidaturas, manosean, trafican y administran bienes tan básicos y necesarios como leche, granos, medicamentos. Y cuando alguien ha aprendido a jugar de esa forma tan perversa con las necesidades de la gente, es cuando la gente voltea a ver hacia otra parte, a alguien que le baje dos rayitas a esa manera tan indigna y clientelar de beneficencia.

     De ahí, sumado a la recurrente canibalización panista y a la desfachatez priísta cuya bandera es su partido, pero jamás su nación, es que se abre el camino para que la alternativa que cada día cuenta más adeptos sea vista como la opción a elegir en julio.

      Y sí, todos decimos que AMLO vive de quien-sabe-que. Igualito a Calderón y Margarita, a Peña, Osorio y el Meade. Igual fueron los Obama y los Clinton. ¿Diferentes? Los Bush, los Trump y Salinas, esos si tenían una fortuna antes de entrar a la política.

     De independientes ni hablar. Es un camino muy largo y sinuoso que al día de hoy, un solo mexicano ha transitado como debe ser, y busca una senaduría por Jalisco que de darse, oxigenaría la posibilidad de más candidaturas ciudadanas futuras, pero de no lograrse, apagaría para siempre la débil flama que hoy solo Pedro Kumamoto porta.

      Total, que de una nación llena de riquezas naturales pero pobre en políticos con ideales, queda la esperanza de que un cambio de colores traiga ahora sí dignidad, oportunidades, desarrollo y progreso a una tierra estancada durante ya casi un siglo.

       El viraje violento a la izquierda es la gran interrogante para AMLO. Pues el servilismo de los modernos Santa Anna hacia políticas económicas dictadas desde muy lejos de México que garantizan estabilidad, pero ahorcan la creatividad, han tenido eso sí, la virtud de poner pan en boca de los mexicanos durante largo tiempo. ¿Qué va a hacer AMLO con la economía? Esa es la cuestión, ya no te preguntes si va a ganar o no.   cesarelizondov@gmail.com


   

Economía: ¿Darwinismo o cristianismo?


Publicado el 14 de octubre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


   “Si a los veinte años no eres de izquierda, es que no tienes corazón. Si a los cuarenta no eres de derecha, es que no tienes cerebro”.  Se atribuye a Winston Churchill la frase que una y otra vez salta a la palestra cuando alguien enciende el debate de sistemas económicos. Más reciente, lapidaría y de origen incierto, es aquella que dice algo así como “el capitalismo, es lo más parecido al darwinismo, dándole viabilidad a la evolución del ser humano”. Ya de ahí te saltas fácil a entender a Adam Smith y su decir de cómo la mano invisible actúa como regulador natural del quehacer económico, sin la intervención del divino Estado.

    Luego, el amigo psicólogo diría que desde la primera infancia, el hombre acusa la naturaleza de la propiedad privada al lloriquear hasta que le devuelvan sus juguetes. También has escuchado la historia del viejo profesor que decide tomar las calificaciones de todos los alumnos para sumar cantidades, luego dividirlas entre el número de estudiantes y dar así a cada uno la misma nota, a fin de que los más estudiados, disciplinados o habilidosos, terminen en condiciones iguales a aquellos que no estudiaron, esto en aras de erradicar diferencias.

     Y lo más claro: si hoy un orden supremo decide repartir de forma equitativa toda la riqueza del mundo, para mañana volverán las diferencias cuando unos se levanten temprano a producir para sí mismos, mientras que otros esperarán en cama un nuevo rescate por parte del Estado. ¿Y cómo es viable que el Estado sea el socorrista una y otra vez del individuo? O le quita más a quien produce, o pide prestado y no paga, o explota más a la naturaleza. (léase países “productores” de petróleo). Jajajajaja, ¿el petróleo lo produce un país? Me parece más viable creer en un Dios que lo produzca. Dicho sea de paso, es como decir que un gobierno “genera” empleos: Sigo sin entender el aplauso a esas patrañas cuando todos saben que los empleos no los generan los políticos, sino los generales (General Motors, General Electric, General Foods…), y todos saben también, que esos generales vienen aquí no gracias a los esmeros de las autoridades o a nuestra legendaria y franca camaradería norteña, sino aún a pesar de los voraces hombres del gobierno y por la conveniente vecindad hacia el norte.

      ¿Imaginas lo que sería del mundo si de repente la economía colapsara? Siete mil millones de personas buscando alimentos, bienes y servicios que cuestan y que alguien tiene que pagar. Empezaríamos a canibalizarnos (en sentido literal) cuando los granos, las frutas, verduras y proteínas no salieran del campo hacia las ciudades, de un país a otro, de un continente al otro. Nos volveríamos locos, ya no digas sin un celular y sin internet, sino sin un simple libro para leer o una pelota con la cual jugar, ambos objetos, puestos siempre en tus manos por algún siniestro y diabólico interés capitalista que busca producir riqueza con tus lecturas, o con tu ocio.

    Olvídate de Acapulco, de los tacos mañaneros, de las salas de cine y las canciones del Julión, o de moverte en algo distinto a tus piernas. Nada de eso existiría. No iba Henry Ford a desarrollar el modelo T para regalarlo a los demás, ni se hubiera quemado las pestañas Steve Jobs para que leyeras esto en tu iphone, ni cigarros Raleigh habría, ni los hermanos Wright se hubieran dado de chingadazos para que viajar en avión fuese gratis.

     No. Fidel, El Che, y demás vividores con esa aura de romanticismo inmaterial, nada tienen que hacer al lado de aquellos hombres y mujeres que le han dado al mundo tantas cosas materiales que soportan la economía global y que tú has disfrutado, cosas por las que seguimos sin matarnos unos a otros en un mundo cada vez más complejo en lo social.     
 cesarelizondov@gmail.com        

Los locos solitarios


Publicado el 08 de octubre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez




          La lejana geografía y el frenético ritmo de vida que nos brinca de un problema a otro sin previa notificación o aviso, hacía preguntarse si era prudente quitar los lazos negros, símbolos de duelo por la devastación humana y material causada por un terremoto, lazos que ya estaban ahí tras el temblor de días antes, que habían sido colgados por los terribles huracanes, que… en fin, una extensa sucesión de lutos sin tiempo para ser sanados, que hacen dudar del amor del dios omnipotente por el mexicano, que bien se podrían rastrear hasta la revolución, la independencia o hasta la conquista, con la inserción entre esos conflictos de los más crueles episodios de tragedias, unas producto de la naturaleza, las más, resultado del pésimo actuar de las clases gobernantes.

        Así, sin oportunidad de asimilar el luto nacional, entramos en solidaridad con los inventores de los tenis Nike, de la NFL, del pollo Kentucky y claro, de Las Vegas. El terror. Perpetrado por un loco de quien a la mañana del jueves en que entrego mi columna semanal, solo atisbamos el erróneo silogismo que muchos insisten en dar por bueno de que, si de niño tuvo juguetes bélicos o violentos video juegos, de adulto cometería una calamidad como la del domingo pasado en la ciudad del pecado.

       Pero si el silogismo de los juegos de la niñez es equivocado, entonces, ¿Qué pasa por la mente de un hombre en apariencia normal y adaptado a la sociedad para ponerse a matar personas desde su cuarto de hotel? Descartemos también la pobreza o falta de oportunidades: no cualquiera puede pagar la habitación que tenía este tipo ni hacerse del arsenal que utilizó. Tampoco era un fanático a quien alguna divinidad o expresión de satanás le dictó cosas al oído. Sin móvil político, sin ideas radicales, sin ser una declaración de racismo y sin que haya sido un acto impulsivo derivado de alcohol o drogas, ¿Por qué? ¿Para qué?

      Quizás habrá quien piense, que luego de encontrar los huecos y puntos flacos de los dogmas religiosos, o de leer a un par de filósofos del absurdo y darse de frente con el sinsentido de la vida, una persona puede quedar a merced de un instinto o mandato primitivo para conducirse por el mundo sin bozales y sin frenos, sin moralidad y sin cargos conciencia, y de esta manera hacer lo que le venga en gana sin remordimiento alguno…. pero, lo que no hace un individuo así, es luego atentar contra sí mismo.

     ¿La impotencia, la llamada de atención, quizás? En el párrafo inicial, deliberadamente escribí de las clases gobernantes, así, en plural. Porque no encuentro otra explicación para lo ocurrido en Las Vegas que la enferma manifestación de la inconformidad de un individuo, hacia una sociedad que no cuestiona, que va a la deriva, que es ciega por decisión propia, hipnotizada por quienes, desde las clases gobernantes que incluyen a políticos, pseudo empresarios, comunicadores y otros grupos de poder, hacen y deshacen a su antojo con la anuencia del pueblo que consume pan y circo.

      Estamos de acuerdo en que ningún factor externo a la voluntad de un asesino es atenuante para justificar sus horrores. Pero estoy claro que, si quienes gobiernan al mundo desde la política y sus complicidades, siguen ignorando la dignidad del individuo, seguirán emergiendo por cada rincón del planeta los locos solitarios que, al no poder hacer justicia por propia mano, por votación o razón ante los encumbrados poderosos, volverán a ser cobardes e injustos sobre los demás mortales.

   cesarelizondov@gmail.com      


    

Pena ajena


Publicado el 01 de octubre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


     Decir que da pena ajena es decirlo mal. Pena propia es atestiguar todas las cosas que le pasan a nuestros presidentes, alcaldes, gobernadores, diputados y un sinfín de personajes que, aunque no nos gusten, no hayamos votado por ellos, o no distingan el amor comprado del amor verdadero, siguen siendo la representatividad de todos.

   Pena ajena es lo que haga, diga, omita o vomite el canciller de Ucrania, el entrenador de la selección de Indonesia o el líder de los monjes del silencio adscritos a la montaña oriental de la península del norte de una oscura religión aria con tres seguidores. Las joyas que dan muestras de la más excelsa estupidez humana en nuestros representantes escogidos o impuestos (lo mismo da para la política, la religión o el deporte), son pena propia. Mientras seas mexicano, católico o panadero, lo que salga de la boquita del gobernante, lo que haga un mal obispo o un caliente sacerdote, y el penal que falle alguien que se gana la vida con los pies, es para dar pena propia, porque ahí vamos todos en la bola.

      ¿A dónde vas, columnista? Ya nos perdimos. Bueno, lo que sucede es que una vez agotada la parte urgente y humana de los temblores e inundaciones que azotaron a nuestra nación (la parte económica apenas viene con repercusiones a largo plazo), nos quedamos con las notas secundarias como el caso Danielle y Denise – me niego a llamarlo el caso Frida Sofía- o el caso Peña y las cajas del DIF, que bien podríamos llamarlas cajas chinas.

     Y aquí vengo a torcer más las cosas: para entender porque somos cómo somos, habremos de regresar a la campaña presidencial gringa de 1960 entre Richard Nixon y John Kennedy. Achís, achís, ¿Tanto así? Pues si. Y es que todos los que hayan estudiado un pasito más allá de las aulas y de los planes de estudio de comunicación o ciencias políticas, saben que ahí nació el culto a la imagen que tanto daño le hace al mundo entero el día de hoy. Economizando espacio y letras, diré que Kennedy remontó en la intención del voto cuando apareció joven, fuerte y confiado durante los primeros debates televisados de la historia, esto ante un Nixon convaleciente por una lesión que lo mostró demacrado, enfermo y descuidado ante 80 millones de espectadores atrapados por la magia de la incipiente televisión. De ahí, la receta que se ha viralizado sin reparos ha sido la de nariz respingada y dentadura color de luz al final del túnel, una familia y un perro, el vientre plano y un par de maquillistas para tapar toda mancha. Pero…

     Pocos han estudiado después el fondo de la campaña de Kennedy: no fue una propuesta hueca. Tuvo un discurso inteligente en donde hizo partícipe de las decisiones al electorado. Guerra fría, economía, religión y valores, fueron temas que Kennedy no rehuyó y gracias a eso, más tarde, la imagen física y mediática dio el golpe final por el que millones cantearon su voto hacia un candidato inexperto, pero que siempre enfrentó las cosas.

     De regreso: No hace falta decir que, como partidos bananeros, aquí la tropicalización del efecto Kennedy se dio solo en cuanto a imagen, nunca en cuanto al contenido de las propuestas. Y así, del “arriba y adelante” de Echeverría podemos dibujar una línea que pasa por la bravuconería de Fox hasta la deplorable imagen de Peña Nieto suplicando para que se le sumen a una puesta en escena durante la entrega de apoyos del DIF, en donde la imagen de un mandatario sin liderazgo que pasa cajas vacías no sería mayor problema a no ser que, lo único que alguna vez tuvo fue una elaborada, calculada y refinada percepción creada sobre las bases del culto a la imagen, y no de los ideales. Igual que caja vacía ¡¡

      ¿Pena ajena? Nunca. Es pena propia lo que nos pasa en este país.

 cesarelizondov@gmail.com         

#FuerzaMéxico: un puño que se abre


Publicado el 24 de septiembre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


       El puño en alto dejó de ser un símbolo de resistencia civil, protesta política o militancia para convertirse en ícono de la solidaridad del mexicano.

      Aún teníamos el puño cerrado, dispuestos a ajusticiar al cobarde asesino de Mara, cuando los mexicanos fuimos una vez más sacudidos por esa madre naturaleza que en ocasiones se rebela a su hijo, dios. Trágica cábala que a treinta y dos años del terremoto del ´85 y como sarcástica broma sobre nuestro himno nacional, volvió a hacer retumbar en su centro a la tierra.

     Iglesias e ideologías políticas, razas, edades y estratos sociales, preferencias sexuales, grados académicos, género y cualquier otro motivo de escisión en distintos temas, se fundieron durante la semana en torno a las necesidades de los sitios afectados por el sismo que también, nos hizo saber queridos por el mundo entero.

       La mayor parte de los mexicanos pasamos del horror atestiguado a través de la televisión y redes sociales, a multiplicar el amor trasformado en pequeñas y grandes acciones desde todos los rincones del país como los maravillosos textos de apoyo moral escritos en los paquetes de agua, comida y otros productos de ayuda material, o como los sentidos rezos que fueron acompañados por copiosas donaciones, o como los vecinos de la gran ciudad de México que sacaron a la calle las extensiones eléctricas y cargadores para teléfonos celulares, o como quienes hicieron públicas sus claves de internet, o como los que inundaron las banquetas con víveres para sostener las maratónicas jornadas de los rescatistas, y los que pusieron a disposición de todos los baños y regaderas de sus casas, o como los que compartieron información verdadera, o como los que transportaron personas y materiales, o aquellos que organizaron los centros de acopio. Y un largo pero caritativo etcétera que omito.

       Las imágenes más reiteradas durante los trabajos de rescate, donde el puño cerrado en alto de rescatistas y voluntarios significó el silencio absoluto de los presentes para la correcta comunicación en los interiores en pro de realizar las maniobras de búsqueda y localización de gente, se convirtieron luego en la acción de las mismas manos que, ya con las palmas abiertas removieron escombros, empuñaron herramientas e hicieron vallas y mano-cadena para que también el silencio cediera a los aplausos y cantos cuando algún  niño, una mujer o un anciano, emergió a la vida por segunda ocasión, pero esta vez no desde las entrañas de su cálida madre, sino desde la oscuridad de los duros escombros.     

       Imposible ser apático a las muestras de solidaridad del mundo y los mexicanos que ante la tragedia han sacado a flote lo mejor del ser humano. Imposible no experimentar esa rara y doble sensación de pérdida y gracia cuando la naturaleza golpea sin piedad a la vida, mientras que la humanidad rescata con amor al individuo. ¿Es esto un nuevo comienzo?

     La historia y la razón me dicen que no, que nada cambiará. Que pasará poco tiempo para que esta tragedia quede en el pasado y volvamos a cerrar el puño en una nación de ciento cincuenta millones de mexicanos y ante un mundo de siete mil millones de personas. Pero la esperanza y el corazón me dicen que si, que esta vez el puño que implicó protesta y rabia durante mucho tiempo y que en días pasados sirvió para pedir silencio en labores de rescate, ha sido abierto para siempre, abierto para darle una mano franca y solidaria a quien la necesite, una mano terrosa y ampollada por el trabajo comunitario y responsabilidad social, pero limpia y sana en términos de integridad; una mano que guie a sus hijos hacia el futuro que nuestro país merece. La misma mano que represente un cúmulo de valores y principios para que, nunca, nunca, nunca, vuelva a lastimar a Mara.

cesarelizondov@gmail.com       

Artesanas de la paz


publicado el 10 de septiembre de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez



“no basta con hablar de paz,

 uno debe trabajar para conseguirla.”

 Eleanor Roosevelt



    Más allá de un signo religioso durante el rito o saludo de la paz, el dar un apretón de manos y decirle a quien se encuentra a nuestro lado que la paz este consigo, es para los católicos uno de los momentos más humanizantes de la misa. Desde niños esperamos ese momento para ir a saludar a los primos, amigos, compañeros, conocidos y hasta al sacerdote. Por supuesto, a medida que crecemos vamos entendiendo que el sentido es desear y ofrecer la paz para todos por igual, así que dejamos de recorrer todos los rincones del templo en busca de nuestros allegados para limitarnos a saludar a quienes están a nuestro alrededor, sabiendo que eso es correcto, y que con eso basta.

     De verdad, ¿con eso basta? Bueno, habríamos de entrar en cuestiones que no dominamos para responder con cabalidad a eso. Lo que con seguridad es cierto cuando se habla de esa bella y escurridiza palabra llamada paz, es que somos incapaces de generarla o siquiera desearla para los demás cuando no la llevamos dentro de nosotros mismos.

     De la necesidad de albergar paz en uno mismo para luego irradiarla hacia los demás, es que nace la preocupación de organizaciones como Familia Unida Saltillo y Pastoral Familiar para llevar a cabo bajo el nombre de Artesanas de la Paz el vigésimo tercer Congreso Regional de la Mujer. Ocupándose de lo que hablamos, emerge un objetivo claro y contundente propuesto por la organización para quienes asistan al congreso: Entender que soy responsable de encontrar la paz y ser reflejo de ella.

     En nueve diferentes sesiones entre el 21 y 22 de septiembre, expertos conferencistas en diversos temas, con grandes bagajes de estudios y con la habilidad para saber transmitir sus experiencias, sus emociones y sus conocimientos, buscarán que los y las asistentes mediten sobre lo que reflejan hacia los demás, que en lo personal identifiquen lo que les quita la paz, que descubran cuáles son los enemigos del matrimonio y que cada quien se recuerde en la plática “ese alguien que tú eras”, que escuchen lo que el cuerpo le quiere decir a la mujer, que aprendan a vivir en paz, a saber orar…y a saber perdonar, a lograr un plan de acción en la vida, y en la conferencia final, a tener una actitud de desafío ante el “no puedo”. Todo desde la idea de tejer esa paz que nos hemos dejado robar, de reconstruir con nuestras propias manos esa paz que nos merecemos, de forjar en una retórica artesanal, lo que ha fracasado con un modelo abstracto de paz industrial. Un congreso en busca de que la mujer saltillense se convierta en una Artesana de la Paz.

    El importante esfuerzo que acercan para ti marcas y organismos como GIS, Coca Cola, La Conchita, DIF Coahuila y DIF Saltillo, Banorte, Santander y Finamex, gobierno estatal y gobierno municipal, así como los organizadores de Familia Unida y Pastoral Familiar, resulta en un evento que no solo habrá de cambiar una vida, tu vida, sino la de toda una comunidad: tu comunidad.

     Apuesto sin temor a equivocarme que, aquellas personas que asistan al XXIII Congreso Regional de la Mujer, serán capaces de hacer en el día a día lo mismo que hacen los niños al momento del saludo de la paz en misa: ir con familiares, amigos, compañeros, conocidos y hasta con perfectos extraños, e inundarlos de esa paz que solo puede ser deseada, compartida e irradiada, cuando anida dentro de uno mismo.

    Informes para el Congreso: teléfonos 416 0858, 416 5043, 416 3085. En Facebook y Twitter Familia Unida Saltillo, email saltillo@familiaunida.org y efrenh55@hotmail.com  


columna: cesarelizondov@gmail.com

¿Ya se cansaron?


Para publicarse el 03 de septiembre de 2018 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


      ¿Te acuerdas de Roberto Madrazo y el escandalito por haber cortado camino en el maratón de Berlín hace algunos años? Pues ahí tienes que al malogrado excandidato a la presidencia le brotaron cientos -quizás miles- de fans el último domingo de agosto.

      -Pero hay un dios que todo lo ve- dirían los clásicos. Y ese dios llamado redes sociales se ha encargado de enjuiciar a los recién bautizados en el argot de los corredores de fondo como corta-rutas. Perfiles o fan pages en Facebook como Caza Tramposos Maratón CDMX 2017 o el que da título a la columna de hoy, han exhibido y denunciado durante toda la semana las fotos y comentarios de redes sociales de cientos de personas que ostentaron alegres en sus publicaciones el haber corrido los 42 mil ciento noventa y cinco metros…pero cuyos registros oficiales indican que solo corrieron parcialmente la carrera.

      Pero bastante mérito es levantarse un domingo y trasladarse en la caótica ciudad de México para correr 3,5,10,15 o 20 kilómetros mientras la mayoría de los mortales seguimos dormidos, ¿no? dice mi compadre. Pues si, está bien…. pero está mal, decía mi hermano.

      El juicio no tiene mucho debate, habría que ser muy necio para defender a los tramposos: es como comprar un título universitario para ser rector, como pedir moches para todo trámite municipal si eres el cónyuge de la tesorera, cómo ser proveedor del ayuntamiento o del gobierno estatal siendo pareja de la que jamás pudo meter en cintura el jefe del ejecutivo, es cómo crear empresas fantasmas, es como solapar empresas fantasmas desde el gobierno, ó como solapar a quienes solapan a las empresas fantasmas desde organismos empresariales.

       ¿Será que la feliz señora que recogió su medalla de maratonista es de las que exige que en las escuelas se reconozca a todos los alumnos por igual, así no hayan aprendido ni la tabla del uno? No vaya a ser que se traumen las creaturas porque los aplicados y disciplinados se llevan todos los reconocimientos. El tipo que cruzó la meta alzando victorioso los brazos sin haber sudado ni pasado por lo que se sufre en un maratón, ¿Tendrá alguna relación con los que son premiados por el gobierno cuando prostituyen el pago de tenencias, licencias, placas y otros impuestos con fines electorales o recaudatorios en año de hidalgo?  El chavito que con cuerpo atlético pero con cerebro esquelético se puso su outfit de corredor nomás ´pa la foto del maratón, ¿habrá conseguido en la clandestinidad de los primeros grados del crimen organizado su credencial del INE falsa cuando era menor de edad para poder entrar a los antros?

     Pero quizás estoy equivocado y no es tan malo cortar camino en la vida. Porque al final lo único que se reconoce en este mundo matraca es lo tangible, lo material, lo que se ve. Pero de cualquier modo aplaudo a quienes han tenido la civilidad de señalar a los tramposos del pasado domingo, porque he sido testigo de cómo muchos amigos míos se preparan física y mentalmente para correr un maratón y no estoy de acuerdo en que una sarta de güevones inmediatistas se trepen a un podio que tanto les cuesta escalar a otros.

     ¿Ya se cansaron? Ese es el nombre del grupo de corredores que desde su indignación por el fraude deportivo de los corta-rutas, hace una denuncia social con un gigantesco trasfondo cultural que nos pone a todos el ejemplo de cuál es la fórmula para erradicar la corrupción: señalar a quienes corren en la misma pista que nosotros haciendo trampas, hacerles el vacío social, mofarnos de ellos en sus caras y exhibirlos como lo que son: unos malos mexicanos.

      Si, yo ya me cansé.

cesarelizondov@gmail.com

Trenes, autos y bicicletas


Publicado el 27 de agosto de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia

Por César Elizondo Valdez

     No, no hablaremos hoy de los Trenes de Luigi Station y de cómo le hacíamos para entrar: nos calzábamos botas de tacón cubano, cinto piteado (bueno, pirata con hilo de algodón en lugar de fibra de maguey) y un sombrero vaquero de copa alta. Esto durante una época en la que el criterio del cadenero resolvía el problema de la mayoría de edad, antes de la credencial para votar con fotografía.
    Tampoco tocaremos el tema de otros trenes que cumplen la función de esparcimiento como el Chepe que atraviesa las Barrancas del Cobre, el que te lleva hasta Aguas Calientes para subir a Machu Pichu, el Mono rail que sin pérdida de tiempo te transporta de un casino a otro en Las Vegas antes de asimilar otras pérdidas, el Glacier Express o el Transiberiano, ni los de Harry Potter o Disney en las capitales turísticas de occidente.
     Hoy te platico de un tipo de trenes con distinta misión: aquellos que transportan personas para ir y venir todos los días al trabajo y a sus cosas cotidianas. Vaya, vaya, ya le quitamos lo dominguero al artículo y nos pasamos al lado rudo. Pero es que viendo como están las cosas y el letargo de nuestros gobiernos y supuestos contrapesos, está la cosa para pensarse y… o ponernos a llorar…. o poner manos a la obra.
      Con broncas similares a las nuestras en cuanto a nefastos gobernantes, los vecinos de Nuevo León ahí la llevan con su línea 3 del metro, y también los tapatíos estrenarán nueva línea de metro antes de que Andrés Manuel sea Presidente. Con todo y un sexenio federal de Hidalgo, avanza el tren ligero México-Toluca y, mucho antes de que Acción Nacional regrese a los Pinos allá por el 2036, el gobierno mexicano habrá de retomar el proyecto del tren de alta velocidad para unir a la capital con Querétaro.
      Al norte, un compa del señor Trump anda diciendo que ya recibió luz verde para licitar el Hyperloop, un tren de hiper-velocidad que uniría en un chasquido de dedos a Nueva York con Washington, con paradas en Baltimore y Filadelfia. Y no alcanzaría el periódico entero para enumerar los sistemas ferroviales del mundo que ya existen y todos los que están en planes.
      Pero ojo, no hablo de las obras que en otras partes se dan y que por acá ni soñar podemos. Me refiero al futuro del transporte diario: sistemas colectivos para largas distancias y vehículos de dos llantas para pequeños trayectos. Y eso, ¿a que viene al caso con nosotros?
      A partir de ya, el mundo empieza de manera lenta pero sostenida a consumir menos automóviles y menos petróleo vía gasolina en proporción al consolidamiento de los futuros sostenes de la economía global (salud y comunicaciones) y a la opción vehicular que trenes y bicicletas representan.
     Mientras tanto, aquí en la región sureste de Coahuila seguimos sin dar un paso en alguna dirección alterna a la industria automotriz como motor económico. Y durante las pasadas campañas políticas locales, un solo candidato de la basta baraja para puestos de poderes ejecutivos habló de algo referente a trenes ligeros, y lo hizo desde la perspectiva del trasporte público, no del inminente descalabro de la industria automotriz, que no por ser a largo plazo deja de ser predecible.
      ¿Fatalista? Quizás. ¿Qué es lo que habremos de hacer? Por lo pronto, me pongo a buscar mis viejas botas rellenas de talco, el intento de cinto piteado y mi arrugado sombrero carente de equis, no vaya ser que, en lugar de abordar los trenes por gusto, tenga uno que largarse a los Estados Unidos para trabajar en el campo por necesidad.
     cesarelizondov@gmail.com                

Mis razones


publicado el 11 de junio de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez



     -¿Por qué razón emprendiste ese tipo de campaña?- me preguntó mi hijo Alejandro mientras leíamos los airados comentarios que mis publicaciones en redes sociales estaban levantado. Definir posturas acerca de temas como Uber, aborto, foto multas, matrimonio igualitario, legalizar o no drogas, horarios de antros, adopción gay, pena de muerte y cosas por el estilo, es la forma más segura de perder una elección. Me lo advirtió Alejandro, entre curioso y molesto.

     Iniciamos como familia una cruzada ocho meses atrás buscando ser el primer coahuilense que llegase al congreso sin el respaldo de las siglas, recursos y estructura de un partido político, y aún estamos en el proceso de cerrar ese ejercicio electoral… con una dolorosa lección.

     A la familia nuclear rápidamente se sumaron familiares en siguientes grados, también los amigos, socios, colegas y tod@s con quienes a diario trabajo, así como gran parte de mis compañeros del CIZ, del ITESM y de Merca, de generaciones ascendentes y descendentes; de mis grupos de esparcimiento, diversión y deporte. Aunque no valga, -me escribieron muchos-, desde acá cuentas con nuestro apoyo y nuestras oraciones: De todas partes del país, de varios países y aún en distintos idiomas, recibí las muestras de confianza para una candidatura que alguno de ellos poéticamente bautizó como el aleteo de una mariposa en México.

      Las injusticias laborales y falta de oportunidades dentro del aparato gubernamental sufridas por gente como Roberto, Oscar y Ariel, las ganas de progresar y el deseo de tener mejores escuelas de jóvenes como Marco y Eduardo, un matrimonio como el de Ramón y Mary, el tiempo libre que le quedaba a Almicar, y la infaltable labor de mujeres como Karina, Adriana, Guadalupe, Blanca Esthela y Nathalie, hicieron que se formara un compacto grupo de voluntarios liderados por el mismo Roberto, que cargaron física y emocionalmente con el peso de una campaña austera, limitada, discreta y humilde, pero llena de idealismo.

     Muy importantes fueron el entusiasmo de Brenda para representar la candidatura ante las autoridades electorales, la guía profesional de Carlos para interpretar intrincadas disposiciones de fiscalización y para que el noviciado no resultara tan violento, las puertas abiertas y las sillas llenas en casas de mis amigos, mis Compas, mis Huérfanos, mis Atléticos, mis Compadres y mis Compayes, vaya, hasta de mi suegra. Los generosos espacios que compañeros de medios de comunicación nos brindaron en sus columnas, programas y reportajes; y por supuesto, el respaldo, carisma y buen nombre de mi compañero de fórmula: Salvador Rodríguez Saade, Chavita, pues.

    La sangre de la campaña fluyó de todas esas personas que les gustaron, comentaron o compartieron nuestras publicaciones en redes sociales, que me enviaron mensajes de texto, que me saludaron en el supermercado o en los tacos mañaneros, que me visitaron en mi trabajo para transmitirme conocimientos e ideas, que enviaron cartas manuscritas, que recibieron un volante desde la ventanilla de su auto o en su hogar, que abrieron su casa para que un par de extraños les platicarán de su visión y sus ideales, de su exasperación, y de la suma de voluntades.     

      Mención aparte, me sorprendió agradablemente encontrarme en distintas partes a quienes también buscaban un puesto de elección popular bajo los colores de algún partido político así como a sus dirigentes y militantes; a ellas y ellos, mi agradecimiento por ser competidores de altura.

      Para quienes de alguna forma y sin abandonar la esencia de las candidaturas independientes en esta región, que hicieron sinergia conmigo como Javier y Lucho, Fausto, Lobo, Poncho y Moncho, y el doctor Cárdenas, mi más grande admiración y respeto, así como el orgullo de compartir de por vida con ellos, la etiqueta de Independiente. Así, con mayúscula.

       Gracias a todas las personas englobadas anteriormente y de los muchos coahuilenses que desde ciertos parámetros votarían por mi, me vino la respuesta para Alejandro, así que lo miré a los ojos y le contesté: arriesgué a presentarme en una campaña sin máscaras y hablándole claro a la gente, porque la ciudadanía se merece candidatos que desde un principio fijen sus posturas, porque la misma gente ha estado exigiendo que personas sin dobles intenciones los representen, porque hasta en la biblia dice que se vale ser caliente o frío, más nunca tibio. Porque la forma de hacer política debería estar regida más por propuestas sociales y menos por cálculos electorales; porque si queremos un mejor futuro debemos aprender a hablar de lo que nos afecta de frente, sin miedos y con argumentos. Porque siempre quiero mirar directo a los ojos a toda la gente, como lo hago ahora contigo, aunque algunas personas puedan o no, estar de acuerdo conmigo.
https://www.saltillo360.com/mis-razones

 cesarelizondov@gmail.com    








Voto útil o voto independiente?



 

Publicado el 28 de mayo de 2017

     Para nadie es un misterio: el próximo domingo, el PRI tendrá el mayor descalabro electoral de su historia en Coahuila. Algunos candidatos oficiales tendrán una relación gasto-voto tan escandalosamente cara, que los hará replantearse su vocación, si es que conocen el significado.
     Gobernador y alcaldes saldrán electos de todos colores el 4 de junio; desde la posibilidad de un gobernador independiente hasta el pronóstico reservado para la alcaldía de Saltillo, donde los partidos adinerados pusieron a sus mejores candidatos del estado mientras los dos independientes que participan han hecho inteligentes campañas de picar piedra y proponer soluciones.
     Para el congreso del estado la baraja esta más colorida, pero también más reprimida: las coaliciones con el panismo huelen a complicidad, y los partidos chicos que van “libres”, o están amarrados al priismo en la boleta para gobernador, o buscan simplemente mantener su registro y por lo tanto, sus prerrogativas (en castellano, vivir del erario; en español, vivir de tus impuestos). ¿Muy revuelto?  Así les gusta hacer las cosas a quienes hasta hoy les has dado tu confianza, de forma activa con tu voto, o de forma pasiva con tu abstención. Entonces para diputados, quedan las candidaturas de Morena con la sombra de Andrés Manuel, y los tres candidatos sin partido, dos en la región sureste y uno con cabecera en Sabinas.
     Entonces, ¿cuál va a ser escenario político en Coahuila para los próximos años? Pase lo que pase el próximo domingo, va a haber un gobernador amparado por una votación muy dividida, legítimo sí, pero no respaldado por una mayoría. Igual pasará en los ayuntamientos. Y ya sabes lo que sucede cuando un gobernante no las trae todas consigo: el caos.
    De ahí que salga sobrando aquello del voto útil. Porque ya no se trata de vencer a un partido que solito se derrotó y que hoy está en la lona, ahora se trata de enviar el mensaje correcto a quienes nos gobiernen durante los próximos seis años en el caso de gobernador, o a quienes resulten alcaldes para el próximo año con opción a una reelección de tres años más.
     Hoy se trata de enviar un mensaje correcto a ese México que mira en Coahuila al referente de corrupción, antipatía, sometimiento y derrota. Hoy se trata de enviar el mensaje correcto a nuestros hijos, ellos que quieren borrar del léxico cotidiano las palabras corrupción, delincuente e impunidad, para incorporar conceptos como inversión, incluyente y calidad. Hoy se trata de cumplirnos a nosotros mismos y creer en quienes no van a esperar otra generación para que del cielo caiga un mejor futuro, hoy es tiempo de creer en esos que en el corto plazo te garantizan un mejor presente con simplemente despojar su responsabilidad de compromisos partidistas o con grupos de poder.
     Porque, hay que decirlo sin rodeos: cualquier cifra que te den quienes ya estuvieron en el congreso o en los gobiernos estatales o municipales, es una cifra que se compone de tus impuestos, de lo que es tuyo, ellos no han puesto un centavo de su chequera para tu bienestar.
     Y si tomas como referencia que el tamaño de la economía de nuestro país está entre las primeras quince del mundo, para cualquier parámetro de medición habríamos de tomar el número quince mundial: ¿Estamos en el medallero olímpico en el lugar 15? ¿Tenemos nobeles de física o economía equivalentes al 15 mundial? ¿nuestros sistemas de salud corresponden al 15 mundial? ¿Nuestras universidades están rankedas entre las mejores del mundo? Entonces nuestros gobiernos no están a la altura de nuestro potencial.
     Por ese fracaso de todo nuestro sistema político, olvídate de quienes mañosamente te piden un voto útil, que es otra forma más de escoger lo menos peor. Este 4 de junio vota Inteligente, vota por los conceptos, vota por la refundación de Coahuila, vota por ti. Vota Independiente.
 
   




Retroceso infinito y dependencias caparazón


Publicado el 14 de mayo de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


   Una vez entendido el concepto de Retroceso infinito, ¿Dónde quedaría la responsabilidad del funcionario público en Coahuila?

  Probablemente has visto distintas representaciones del Atlas de la mitología griega, ese que esta afuerita del Rockefeller Center en Nueva York, o la más antigua escultura de él en el museo de Nápoles, o coronando el Palacio de Linderhof en Alemania; siempre el buen Atlas, cargando al mundo. Pido prestado el siguiente dialogo del libro “Platón y un ornitorrinco entran en un bar”, de Thomas Cathcart y Daniel Klein:

-Si Atlas sostiene al mundo, ¿Qué sostiene a Atlas?

-Atlas se sostiene sobre el caparazón de una tortuga

-Pero entonces, ¿sobre qué se sostiene la tortuga que carga a Atlas?

-Pues, sobre otra tortuga.

-¿Y qué sostiene a esa otra tortuga?

-Amigo, de ahí para abajo todo son tortugas.

  Así es como Cathcart y Klein nos explican el concepto de Retroceso Infinito, una cuestión filosófica que tiene que ver con las ideas sobre el origen de la vida, la existencia de un dios, el huevo y la gallina, etc. Ok, Ok, pero, ¿Qué tienen que ver Atlas o la mitología griega, la filosofía o el retroceso infinito, con Coahuila? Seguramente lo del retroceso infinito te va cuadrando con lo que vivimos los coahuilenses, aunque quizás estemos pensando en distintos tipos de retrocesos.

   Ya sabes de lo único que algunos hablamos en estos días: las elecciones en nuestro estado. Y el retroceso infinito en Coahuila lo entiendo como lo que venimos escuchando de muchos candidatos que, veladamente y sin decirlo, pretenden subir a las instituciones como si estas fueran Atlas, sobre un caparazón. Caparazón que esta sobre otro caparazón que está sobre otro caparazón que esta sobre otro caparazón que esta…

    Que no es muy diferente de lo que ya existe, motivo por el cual las responsabilidades de los funcionarios se diluyen entre tantos caparazones, para nunca dar con los responsables de nada. Y volvemos a lo mismo que anteriormente hemos señalado: Si hay tres diferentes poderes en nuestro estado, cada poder debería ser el Atlas que sostiene su responsabilidad sin necesidad de caparazones que le sostengan hasta el infinito para jamás dar con un responsable de nada.

    ¿Qué instancia es la responsable de darle seguimiento a la desaparición de personas? ¿Acaso es un caparazón llamado subprocuraduría seguido de miles de vocablos, o debería ser la Procuraduría General de Justicia del Estado, así, a secas? ¿Deben existir centros de justicia para mujeres, o la justicia para mujeres debería estar garantizada por la procuraduría general, así, a secas? ¿Es la Pronnif un caparazón sobre el que descansa la responsabilidad de una procuraduría general? ¿Es el acceso a la información un instituto caparazón sobre el que el poder legislativo descarga y se desentiende de una de sus principales responsabilidades? Cuando algo sucede en el estado, ¿Debemos voltear a ver en cuál eslabón de un infinito de caparazones se finca la responsabilidad, o deberíamos voltear a ver al Atlas que debe sostenerlo todo?

      Y tristemente, los ciudadanos estamos cayendo en la trampa de este Retroceso Infinito cuando algunos candidatos hábilmente nos instan a sumarnos con organizaciones satelitales al gobierno desde responsabilidades honorarias, con la aparente intención de hacer al ciudadano partícipe de todo, cuando quizás lo que resulte finalmente sea que esos bien intencionados ciudadanos terminen por ser cómplices del lodo, en una espiral de caparazones que solo le restan responsabilidad a los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales.

      Los ciudadanos habríamos de exigir funcionarios que no pretendan pulverizar las responsabilidades, funcionarios que sepan y puedan definir sus conceptos e ideales, funcionarios que entiendan la división de poderes y carezcan de yugos que los encadenen a ser parte de una procesión infinita de caparazones que así se extienden indefinidamente porque no pueden ser un Atlas, porque en esta larga analogía, Atlas solo puede estar sostenido por una base cimentada cien por ciento ciudadana, que ya no quiera ser caparazón.  
 cesarelizondov@gmail.com


   

   






La interesante postulación del profe


publicado el 07 de mayo de 2017 en Círculo 360, de Vanguardia



Por César Elizondo Valdez


     No quiero perder tu atención, estimado lector. Dame el beneficio de la duda antes de tildarme de palero, agachón o moreirista, y termina de leer la columna para que comprendas mi punto; y así, te sumes a la oportunidad de enviar el mensaje correcto a la gente correcta.

     Ya lo sabes: nuestro exgobernador, Humberto Moreira, ha sido inscrito con todas las de la ley para acceder a una diputación por la vía plurinominal en la próxima legislatura local. Y sabemos pues, que las representaciones plurinominales son una bonita forma de acceder a congresos sin haber plasmado nombres y apellidos en boleta electoral alguna. Chulada de sistema democrático, sin duda.

     Recordando nombres y celebres frases de Manuel Bartlett en el escenario nacional (se cayó o calló el sistema), o el no menos monumental “son costumbres históricas” de Horacio del Bosque aquí en el ámbito local, nos remitimos a los casos en que la sociedad mexicana ha sufrido la imposición por vía plurinominal de los más excelsos ejemplos de los malos cachorros de una revolución que de tanto manosearla, terminó en prostitución.

      Y claro que desde luego que por supuesto que sí: miles de mexicanos y coahuilenses pusimos el grito en el cielo cuando el partidazo y sus reyezuelos llevaron a las encarnaciones de sus peores estereotipos hasta importantes curules sin despeinarse y sin asolearse, sin gastar suela, sin cargar niños para la foto ´pal face. Vaya, sin siquiera bailar cumbias.

    De ahí lo diferente y lo interesante en la postulación de Humberto Moreira: esta vez, el candidato plurinominal es el principal encargado de ganar los votos; esta vez, el partido no tiene ninguna estructura que ofrecerle a su candidato; esta vez, el candidato esta ahí porque el partido que lo postula, no espera que su gallo le controle un congreso a modo para atropellar a quien se le ponga enfrente. Esta vez, la fórmula es inversa: el candidato es el partido.

    ¿No era eso lo que queríamos? Que cada diputado se ganase en las urnas su lugar en el congreso. En cuanto a la estrategia para llegar a un congreso por vía de representación proporcional o plurinominal, el caso de Humberto Moreira ante los de Bartlett y Horacio, se cuece aparte. Aquellos eran un lastre que su partido escondía, en cambio aquí y ahora, Moreira es lastre de otros partidos, pero principal y único activo del que lo postula.

     Entonces la cosa esta así: Humberto Moreira tiene que ganarse a pulso su lugar en el congreso, ningún partido se lo va a regalar, él está cargando al partidito ese. Y ahí, luego de un buen rato de aburrida lectura, entras tú como ciudadano en el escenario con tu credencial para votar.

    Porque todo este show de los plurinominales tiene que ver con porcentajes de votación, el voto de los inconformes es mucho muy importante para la conformación del nuevo congreso local. A mayor votación, menos posibilidades para que una persona con una aceptación acotada pueda llegar al congreso. Porque estarás de acuerdo conmigo en que hay partidos e individuos que tienen una votación segura gracias al asistencialismo clientelar (desde despensas hasta adjudicaciones) que se traduce en voto duro, pero precisamente ahí es dónde quedan acotados: no pueden, ni con todo el oro y gasto del mundo, sumar un solo voto más por convicción, idealismo o razonamiento.

     Te invito a que no permitas que lleguen al Congreso de Coahuila quienes desperdiciaron su oportunidad, sal a votar el primer domingo de junio para que el voto inteligente, libre y razonado de la mayoría ciudadana, se imponga al voto duro y del miedo, del asistencialismo clientelar y del derroche de quienes habiendo podido trasformar a Coahuila, simplemente lo endeudaron. Y no sólo hablo del Profe.