Liliana (p)

Diciembre de 2001

Bella

En tantos poemas, la luna y estrellas,
son utilizadas como inspiración,
teniéndote a ti no me sirven ellas:
aunque son muy bellas, no hay comparación.




16 de Septiembre de 1993

Liliana

Siempre digo la verdad,
y toda la felicidad,
es saber que ella me ama,
ella...la que se llama Liliana
César Augusto Elizondo Valdés

Despedida (p)

Diciembre de 2001

Despedida

Esta es una historia bastante normal,
pasa en todas partes, en cualquier ciudad,
cada quien la cuenta según su verdad,
y cada uno escoge su propio final:

Te entregué mi vida, incondicional,
ahora tu me dejas, vas a navegar,
me siento vacío, ya nada es igual,
y hago un gran esfuerzo para no llorar.

pasamos momentos de dicha y dolor,
compartimos triunfos y también reveses,
en buenas y malas tuviste mi amor,
y tuve tu amor, en todas las veces.

lo venía venir, pasa en todo el mundo,
tome precauciones y me preparé,
pero el golpe es duro, duele muy profundo,
siento estar perdiendo todo lo que amé.

hace muchos años recibí un consejo:
“todo lo vivido, tienes que pagar,”
yo tuve mi tiempo, y para ser parejo,
me parece justo, darte libertad.

como toda historia, digna de contar,
esta historia tiene un feliz final,
te estaré esperando, te veré llegar,
con mis lindos nietos, a llenar mi hogar.

César Augusto Elizondo Valdés

Patricia (p)

Noviembre de 2001
Patricia

Tienes dulces sueños, ¿qué estarás soñando?
yo sigo despierto, te observo dormida,
como cada noche yo te estoy amando,
porque tu le diste sentido a mi vida.

Cuando tu llegaste, confundí emociones,
feliz de tenerte, pánico a perderte,
sintiéndome bien, pero estando ausente,
grande ante los hombres, nada ante los dioses.

Sigues acostada, tan perfecta eres,
tu cabello negro, tus manos, tu piel,
tu nariz, tu boca, todo lo que tienes,
perfecta sonrisa, derrite al más cruel.

Me veo en un futuro, y estos días añoro,
pues el tiempo vuela, se va en un silbido,
y si el tiempo es oro.. que así lo valoro,
estando a tu lado, es oro molido.

Detener el tiempo... sería tan genial,
que toda mi vida fuese este momento,
pues sé que te espera “el gran carnaval”,
y sé que te irás, ya conozco el cuento.

Tu, sigue dormida, yo velo tu sueño,
sensación tan rara, ya me la temía,
no será por siempre, pero hoy soy tu dueño,
eres mi tesoro, princesita mía.

César Augusto Elizondo Valdés