Pomporrutas


Publicado el 02 de septiembre de 2018 en Círculo 360, de Vanguardia


Por César Elizondo Valdez

Ahí anda uno en bodas y graduaciones, en fiestas de XV años y hasta en algún funeral, a paso carnavalesco. Agita todo el cuerpo y aplaude al ritmo del éxito de Banda Blanca, baila y canta el guata-negri-sun-tzu ¡sopa de caracol, yes! Muy bien todo, lo único a señalar es que el estribillo de la canción dice ese pedacito en ingles: what a very good soup, y no el guata-nergi-sun-tzu que con mexicana alegría coreamos.

También, si eres de la generación que vio nacer los video clips de Michael Jackson junto con Mtv, los tenis nike, el walkman y los peinados tipo loco por Mary, ya te habrán compartido por redes sociales al ochentero grupo de rock Twisted Sister complaciendo multitudes latinoamericanas en algunos conciertos, deformando su original coro de we´re not gonna take it por un tropicalizado “huevos con aceite”. ¿Escuchas la pomporruta? Igual decimos Juan Talavera en lugar de Guantanamera y por supuesto, la joya de la corona, Masiósare un extraño enemigo en vez de “más si osaré…”

No confundir la pomporruta, falta auditiva y verbal propia de repetir canciones, poemas y otras figuras de ritmo o cadencia, con el malapropismo, igual, pero en el hablar llano nada más. ¿Un ejemplo? Imagina quien, por jamás haber leído ya no digas un cuentito, sino ni siquiera el nombre impreso del autor, puede caer en el malapropismo de llamar José Luis a Jorge Luis Borges; seguro que así lo creía escuchar de sus profes en prestigiada institución académica. Y bueno, espero no venga desde la tumba a reclamar un gran (esto no es sarcasmo) director de turismo de Coahuila de lejana administración, quien, ante un público pletórico de cazadores, terratenientes y funcionarios de gobierno, prometió impulsar el turismo ginecológico, provocando las carcajadas de todos los que esperaban noticias de lo cinegético.

No tengo idea de si los siguientes ejemplos abarcan en la definición: el carpintero debió decir cinco semanas y tu entendiste cinco días. Quise decir que llegaría del dominó a las 3am, pero mi domadora insiste en que dije media noche. Juras haber escuchado que no va a haber gasolinazos, y sin embargo los hay; escuchas decir que caerá todo el peso de la ley, y los pesos perdidos que no aparecen, y los pesos completos, menos; acabaré con la corrupción, y acoges a la maestra, a Bartlett y a Bejarano. Está cañón, dirían los jóvenes, pero entre tanto malapropismo demagógico que nos endilgan como si nada, solo nos queda invocar, pero invocar bien y sin pomporruta, el mero final de la oración que Jesús nos enseñó: líbranos del Málamen.     cesarelizondov@gmail.com