Pecado Capital

Publicado el 25 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo
Por César Elizondo Valdés


Uno podría pensar: Si un televisor con pantalla de veinte pulgadas tiene un valor comercial de menos de dos mil pesos en el mercado, una pantalla del doble de tamaño debería ser proporcionalmente más económica. Se incrementa el costo por el tamaño del cinescopio, por el gabinete del aparato, por el embalaje y el flete, la mano de obra sería casi la misma, los componentes más importantes son los mismos, así que si consideramos el doble de tamaño pero los mismos insumos tecnológicos, deberíamos de tener un aparato cuyo precio estuviera muy por debajo de los cuatro mil pesos; pero la realidad es otra, el valor comercial por un bien como el que ejemplificamos se va a por lo menos cinco veces más que el modelo de origen. Esto no es producto de la manufactura, es consecuencia de la demanda de un artículo que excede los parámetros de las necesidades aceptadas regularmente.
Casos similares al anterior los vemos en la moda, como cuando visitamos el pueblo mágico de Parras de la Fuente, Coahuila, y conseguimos en las llamadas tiendas de fábrica las prendas que en los mejores almacenes del mundo cuestan cincuenta dólares a un precio de cincuenta....pero pesos, con la salvedad de no tener que ser el anuncio itinerante de la marca ya que las etiquetas y las botonaduras son retiradas antes de salir a la venta de fábrica. En los autos, el equipamiento adicional que uno puede adquirir lejos de hacer de su compra un modelo de economía a escala lo que hace es incrementar el precio de manera exponencial.
Escuchamos ya el bombardeo publicitario para incitarnos a realizar nuestras compras navideñas, publicidad que está cargada con la principal bandera que hoy tienen las empresas comerciales: el crédito al consumo, las facilidades de pago. Debido a la estabilidad macroeconómica que la política neoliberal trajo consigo, cada vez tenemos más acceso a mejores condiciones de pago para todo lo que consumimos; es grande la tentación de comprometer parte del ingreso familiar para los próximos años cuando nos imaginamos disfrutando tantos bienes que ponen al alcance de nuestra capacidad crediticia. Los oferentes predican condiciones que no volverán, lo cual carece de veracidad, ya que nuestra economía ha soportado sin mayores sobresaltos variantes que un débil sistema financiero no podría como fueron el asesinato de una candidato presidencial, el cambio en el partido en el poder, la crisis de la economía mundial a raíz de los atentados del once de Septiembre, la incapacidad de poderes ejecutivo y legislativo para conciliar reformas para el crecimiento, el enrarecimiento del clima político en el país. Así que nadie puede frenar la tendencia de las condiciones financieras que garantizan el contexto comercial de los próximos años, ni un presidente sin experiencia ejecutiva, ni un falso mesías, ni tampoco un golpazo. Por lo tanto, no se preocupe si ahora no puede comprar lo que anhela, no caiga en el error de gastar lo que aún no se ha ganado, no adquiera lujos que valen mucho menos de lo que cuestan, así le digan que puede amortizar en cómodos pagos. Gaste con responsabilidad, siempre habrá oportunidades.
Cuando recordamos los pecados, nos damos cuenta de que todos son ocasionados porque caemos en placeres que si nos son permitidos, pero que al abusar de ellos los transformamos en defectos. Por eso, cuando consumimos nuestro ingreso de manera irresponsable, cuando abusamos del placer que da la seguridad del sentido de posesión, cuando nos rendimos a sobrepasar nuestras necesidades, cuando no cuidamos nuestras finanzas, caemos literalmente en el pecado capital, ó pecado del capital.

Contra China: Denominaciones de origen

Para publicarse el 18 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo
Por César Elizondo Valdés


Durante mucho tiempo he tenido la necesidad de viajar a Jalisco regularmente por motivos de trabajo, la mayoría de las veces lo he hecho por carretera. Durante mis últimas visitas he observado como los llanos se han ido pintando de un color verde azulado a consecuencia del cultivo de la planta que produce la principal materia prima para la elaboración del tequila, el agave azul.
Como es de muchos conocido, la industria tequilera nacional ha tenido un auge importante en los últimos tiempos derivado de la demanda que su producto ha generado a nivel mundial, esto gracias a la denominación de origen que el consejo regulador del tequila logró tramitar. Primero se dieron cuenta de que tenían un buen producto, después buscaron la denominación de origen para diferenciarse de cualquier copia, lo siguiente fue promover el tequila como el producto que solo puede ser autentico si ostenta el sello que lo acredita como tal, siendo solo un puñado de zonas de nuestro país las que reúnen ciertas características climáticas y de suelo para producir el agave azul, lo que según los estudios le brinda la calidad necesaria.
Investigando un poco, me entero de que además del tequila en México hemos entregado la denominación de origen a otros diez productos entre los que se encuentran el café Veracruz, el mango atahulfo, la talavera de Puebla, el sotol, el mezcal y otros más. Eso es bueno, pero si consideramos que en España existen más de cincuenta denominaciones de origen podemos dar otro atisbo a la desventaja que en materia de cultura empresarial tenemos ante el mundo. Con esto no quiero decir que se deba explotar el concepto de manera indiscriminada, pero si debemos aprovechar la ola de la cultura VIP que impera en el mercado, es tiempo de buscar en Coahuila los productos que tienen el potencial para forjar el desarrollo de nuestra zona por medio de la demanda de los consumidores que están exigiendo mercancías genuinas (de origen) y de calidad.
Las denominaciones de origen garantizan la calidad, la cual proviene de características propias y diferenciales, debidas al medio geográfico en el que se producen las materias primas, se elaboran los productos, y a la influencia del factor humano que transforma las mismas. No tenemos que cerrarnos a lo que la tierra y el clima nos da, los que estamos en el medio comercial sabemos que Ocotlán, en Jalisco, es una ciudad de industria mueblera por el oficio que han aprendido sus habitantes, no porque ahí se explote la materia prima. Así apreciamos que en nuestra zona podemos buscar denominaciones de origen no solo por las ventajas naturales de nuestra geografía, sino también por las habilidades desarrolladas y heredadas por nuestra fuerza laboral.
Esperemos que los gobiernos que pronto se estrenarán pongan su atención no solo en la captación de grandes inversiones foráneas, sino también en la posibilidad de desarrollar a los productores locales para buscar las denominaciones de origen que pongan a nuestro estado y municipios en el mapa de la cultura de consumo de calidad. Tenemos en Arteaga una manzana cuyo sabor no tiene necesidad de competir en precio, tenemos una industria de pan de pulque reconocida por los que nos visitan, pero que debería estar en los estantes de las grandes cadenas comerciales a lo largo del país, tenemos productores de dulces que han podido industrializar sus procesos sin perder calidad y sazón, tenemos en Parras una industria vinícola que puede explotarse mejor, ya hay una generación de gente preparada en la industria de los complementos alimenticios de productos naturales, tenemos un acervo que nos puede catapultar en la industria textil, existe una industria mueblera que compite en calidad y diseño con lo mejor del mundo. Hemos perdido el tiempo peleando una batalla imposible ante China, cuando en el origen de nuestros productos está la solución.

Más empresas como Herbax

Para publicarse el 11 de Noviembre de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Por César Elizondo Valdés

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir como invitado a la segunda convención nacional de Herbax de México, empresa de capital cien por ciento saltillense dedicada a la fabricación, distribución y comercialización de suplementos alimenticios con base a productos naturales.
Durante la convención, llevada a cabo en uno de los mejores hoteles de Ixtapa-Zihuatanejo, se me permitió estar presente en los distintos foros, pláticas y testimonios que se llevaron a cabo, pudiendo palpar de manera directa como es que una compañía joven que inició con un modesto capital ha podido abrirse paso de forma exitosa en el complicado mundo de los negocios que cada vez es más competitivo, globalizado y mejor comunicado con los consumidores.
La empresa, que salió al mercado hace menos de una década, se ha constituido en el sustento de miles de familias mexicanas y en un ingreso extra para otras centenas de personas que desde su condición de asociados contribuyen al crecimiento, fortalecimiento y desarrollo de una compañía que logra el beneficio social que en todo negocio debe ser parte importante de su misión. En sus recientes aperturas, Herbax ha incursionado en el mercado centroamericano con éxito, alcanzando con esto a favorecer la economía de casi seis mil hogares si tomamos en cuenta asociados con actividad regular, planta laboral, directivos y socios propietarios. Esto sin incluir los miles de empleos indirectos que se generan por conceptos tan variados como mensajería, paquetería, comunicaciones, proveedores, servicios, etc.
El común denominador que pude observar en los participantes, entre los cuales estaban representados todos los niveles operativos de la compañía, fue la convicción de permitirse el sueño de alcanzar un objetivo agresivo en primer lugar. Después, una vez identificado el objetivo, me di cuenta que el siguiente paso es planear y prepararse para llegar hasta allá; esto es capacitarse, crear estrategias, asegurarse de tener un buen producto, saber como distribuirlo, idear un plan de mercadeo en el que todos los miembros del proceso de comercialización obtengan un beneficio, etcétera. Finalmente, poner en práctica todo lo planeado, esta es la parte más sencilla en teoría pero la más pesada en la práctica: trabajar, trabajar, trabajar.
El tipo de empresas como Herbax de México es la clase de negocios que necesitamos para el verdadero fortalecimiento de la economía regional, empresas que tienen la visión de salir a explorar los mercados más allá de nuestro entorno. Empresas que buscan los mecanismos fiscales y laborales para que la gente se beneficie por su productividad. Empresas que reconozcan la necesidad humana de sus miembros, la cual no se limita al factor económico, sino más bien tiene en la autorrealización su fin. Empresas que se preocupan por el futuro a largo plazo de sus trabajadores, buscando con la diversificación y la mejora continúa mantenerse en desarrollo sostenido y sustentable. Empresas locales que con capital propio se forjan un prestigio que aporta beneficios intangibles a la actividad productiva de la región.
Fue muy placentero convivir con la gente de Herbax, fue aleccionador tener el privilegio de conocer de cerca el espíritu de una empresa que crece por que así lo ha decidido, fue inolvidable el regalo que nos dio Herbax a los asistentes: Saber que si se puede.
8444104775@prodigy.net.mx

En el aeropuerto

publicado el 04 de Noviembre en El Heraldo de Saltillo
por César Elizondo Valdés
Estando en el aeropuerto de la ciudad de México, esperando seis horas la conexión de un vuelo hasta mi destino final, almorzaba en El Barón Rojo, muy mal servicio por cierto, y observaba el ir y venir de las miles de personas que representan historias que diariamente rozan una con otras en puntos y situaciones comunes que para unos significan una cosa y para los otros denotan algo totalmente distinto.
Veo pasar a Alicia Machado, la venezolana que hace algunos años ostentó el título de la mujer mas hermosa sobre la faz de la tierra, aquella que durante su reinado fue humillada según sus propias palabras por el magnate Donald Trump y por todo el comité organizador del concurso que le otorgó dicho nombramiento. Me pregunto que sentirá ella al estar en el aeropuerto como una persona común y corriente después de haber sido la embajadora del mundo, luego de haber tenido a su disposición aviones privados, después de perder el lujo y el glamour que acompañan a estas personas.
Después observó a un individuo que a todas luces está metido en una rutina que lo ha acompañado durante largo tiempo, se mueve por el aeropuerto como pez en el agua, nada es nuevo para él, nada es poco, nada es demasiado; todo lo percibe como ha sido su vida en los últimos años: plano.
Por último, pongo mi atención en una persona que parece venir de una condición poco favorable, a juzgar por su ansiedad y por la desconfianza que denota, deduzco que es la primera vez que vuela; se siente fuera de lugar, parece preguntarse si hizo bien en aventurarse en aquello que lo llevó a volar. El aumento de responsabilidades en el trabajo ó en su negocio le obliga a emprender nuevas vivencias desconocidas para él, y por lo tanto, riesgosas.
Así como en el aeropuerto, nuestras vidas tienen infinidad de puntos de comunión en la percepción de los demás entre los que suben, los que bajan y los que permanecen estáticos. Comprar un auto usado para algunos puede ser un retroceso, para otros es lo más normal del mundo y seguro que para muchos significa poseer algo que desde niños han anhelado. Ir al cine con su pareja, para alguien puede ser un trabajo, para otros puede ser simple rutina y para los demás el mejor momento de la semana. Despertar por las mañanas para algunos es un pesar, es enfrentar de nuevo a un mundo duro y despiadado, para otros es un día más, una hoja más del calendario y alguno por ahí lo ve diferente, como una oportunidad más para hacer algo de provecho.
Por cierto, en ese lugar común, donde deambula gente tan diferente, me di cuenta que Alicia Machado se veía más contenta acompañada de un desconocido que cuando estaba acompañada por Trump; el ejecutivo acostumbrado a los viajes parecía satisfecho por encontrar estabilidad en su vida; aquel que viajaba por vez primera, irradiaba el orgullo de haber avanzado en la vida, de saberse capaz de mejorar su condición. Concluí por lo anterior que no es de donde tu vengas, tampoco es a donde vayas, es más bien quien eres tú, y que es lo que quieres ser.8444104775@prodigy.net.mx