¿Y que fue de la política?

publicado el 22 de Octubre de 2004 en El Heraldo de Saltillo.
Por César Elizondo Valdés


¿ y que fue de la política?

Es un hastío, recuerdo cuando uno leía el periódico y escuchaba las noticias para obtener información, hechos, puntos de vista y conocer la posición de los políticos en relación a diversas asignaturas; hoy, cuando vemos los encabezados de las notas periodísticas y los noticieros de los medios electrónicos, lo que obtenemos son chismes, acusaciones, justificaciones y declaraciones de personajes con delirio de persecución. ¿Es el pobre nivel de información consecuencia de lo que demanda el lector y el auditorio, ó es producto del bajo nivel en que se mueven los actores políticos de la actualidad?
Analizando partidos, vemos que el PRD, el partido que nació gracias a la coyuntura histórica derivada de una política económica liberal despreciada por la izquierda aunada al rompimiento con el PRI de algunos reconocidos miembros del mismo; a más de quince años de haber ganado la presidencia de la república en la urnas y haberla perdido por la caída de un sistema, los perredistas se aferran a candidaturas y políticas que, aunque fueron bien vendidas a millones de mexicanos, difícilmente podrán pasar el escrutinio del poder económico, que como es sabido, es uno de los primeros filtros para dar luz verde a una candidatura. Ante el complot, el PRD equivoca su estrategia e insiste en tratar de evitar su culpa en los hechos que todos atestiguamos, hundiéndose más con cada movimiento que realiza, regresa a sus inicios, la confrontación y ruptura con todos los que no les son afines, aún siendo del mismo partido.
En Acción Nacional, dónde sus seguidores tienen doble tarea, pegarle a Andrés Manuel al tiempo que se preguntan que demonios están pensando Vicente y Marthita; manteniendo la esperanza de que la administración foxista logre un repunte al final de sexenio que borre de la memoria colectiva cuatro años de desilusiones. Lavando la ropa sucia fuera de casa, estableciendo alianzas de todos con todos y nadie con nadie, porque a decir verdad, les pasó literalmente lo de aquel chiste, que al estar arriba no supieron como hacerlo, hablando de política, de lo demás abundaremos en otra ocasión.
Y finalmente, el PRI, el partido de los setenta años en el poder, el partido que de pronto se volvió oposición, perdiendo la oportunidad que como partido fuera del poder tienen para deshacerse de lastres, prebendas y corporativismos anclas que venden su posición al mejor postor; haciendo el triste papel de la familia que ante la orfandad, empieza a practicar el canibalismo, esperando que algún día regrese el padre que todo lo resuelve y a todos disciplina. Un PRI en el que su dirigente apuesta por la ingenuidad del pueblo creyendo que este prefiere a los malos conocidos que a los buenos por conocer, un PRI con encontradas vertientes que no se ponen de acuerdo, porque el concilio favorecerá políticamente solo a uno.
Al observar un poco la situación, el discurso y las actividades de los principales partidos políticos del país, deducimos que las notas recibidas por el público son fiel reflejo de la escasez de propuestas, acciones y planes de quienes manejan la política en México.
Concluyo que los partidos, en voz de sus legisladores, ejecutivos, militantes, dirigentes, funcionarios, etcétera, continúan haciendo política denostando al enemigo, tratando de probar que el adversario tiene más defectos, incapaces de demostrar sus propias virtudes; olvidan que el voto es una acción activa, que por lo tanto debe ser hecho por convicción, no por sanción. mjoly@terra.com.mx