Decisión final: Candidatos de unidad

publicado el 8 de Julio de 2005 en El Heraldo de Saltillo

Por César Elizondo Valdés

Cada noticia en torno a los procesos internos de los partidos políticos para designar candidato para gobernar el estado de Coahuila, va aclarando el panorama dentro del Partido Revolucionario Institucional para los interesados, ya sean estos miembros del partido, contrincantes políticos, opinión pública ó la población en general.
Después de lo que se empieza a conocer como la chamaqueada que sufrió Chuy Maria Ramón a manos de la UDC, dejándolo en la penosa necesidad de suplicar a los partidos registrados en nuestro estado que le faciliten las siglas de las que ahora carece para competir por el máximo cargo en el estado, bajando de manera definitiva sus posibilidades de ser tomado en cuenta seriamente por los electores, abriendo la puerta para que precandidatos con menor posicionamiento en el ánimo de la población tengan una oportunidad de alcanzar a ser candidatos al ver el terreno más despejado.
Después del fallo del Trife a favor de los candados estatutarios del Revolucionario Institucional, dejando sin posibilidad legal de obtener la candidatura a Raúl Sifuentes Guerrero, sacando así de la jugada a quién en la últimas semanas se había convertido en un serio dolor de cabeza para el partido que parecía haberla perdido. Metiendo también ruido en los medios de comunicación, estructura del partido, líderes de opinión y opositores a su proyecto.
Después de la decisión de Juan Antonio García Villa de buscar por segunda ocasión consecutiva ser el abanderado de Acción Nacional, poniendo las piedras en un camino que bien había pavimentado Jorge Zermeño Infante, lo que ocasionará nuevamente rupturas en el partido que no ha encontrado los líderes que les permitan aprovechar su todavía salvable imagen, ofreciéndole al PRI la gubernatura en bandeja para ganarla con las puras siglas, independientemente del candidato.
Después de una vez más constatar que el Partido de la Revolución Democrática en el estado no pasa de ser una especie de delegación sin presupuesto, sin rumbo y sumido en una lucha interna por el poder que refleja los intereses personales de sus representantes, más que el interés por el partido y ni por asomo el bienestar de la población; brindándole a los priístas la tranquilidad de tener un adversario menos a quien vencer.
Después del endurecimiento del discurso del Senador por el PRI con licencia Alejandro Gutierrez, arremetiendo contra todo lo que no se mueva en el sentido que el desea, dando tácitamente la declaración de haber derribado los puentes hacía las estructuras de su partido en el esatdo así como con el gobernador, quien no deja de ser un ser humano con preferencias partidistas, y, por lo tanto personales.
Después de todo lo anterior, al interior del PRI solo quedan dos posibilidades: Humberto Moreira y Javier Guerrero. El partido ha anunciado que a pesar de lo que todos pensamos, si cuenta con la capacidad logística para poder organizar una elección interna al vapor, si está se da, podemos estar seguros de ver una fuerte campaña por alguno de los dos posibles, quedando el otro obligado a realizar una tibia campaña para cubrir las formas, haciendo en la realidad una alianza para evitar ser sorprendidos por los demás inscritos, el bloque madracista. De cualquier modo, la duda en torno a la unidad coahuilense queda, la respuesta me parece que va por aquí: Le apostarán a un relevo transexenal que garantice la continuidad de un proyecto para varios sexenios más. Por ahora veremos el primer round, la unidad madracista Ramos-Gutierrez contra la unidad coahuilense Moreira-Guerrero. 8444104775@prodigy.net.mx