Publicado el 21 de Febrero de 2007
Escuchaba el martes un programa de análisis político de un importante medio electrónico local, uno de los comentaristas decía que de demostrarse la culpabilidad de uno de nuestros representantes en la cámara de diputados en relación al documento que muchos han dicho que es falso y nadie ha defendido su veracidad, procedería juicio político contra el legislador federal que supuestamente ha sido señalado por otro medio de comunicación como el autor de la filtración.
Escuchaba el martes un programa de análisis político de un importante medio electrónico local, uno de los comentaristas decía que de demostrarse la culpabilidad de uno de nuestros representantes en la cámara de diputados en relación al documento que muchos han dicho que es falso y nadie ha defendido su veracidad, procedería juicio político contra el legislador federal que supuestamente ha sido señalado por otro medio de comunicación como el autor de la filtración.
Más tarde, me entero que el Coordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Senado y cercanísimo colaborador del ex-Presidente, dice que de no probar las acusaciones que el gobernador de Coahuila hace en contra de su antiguo jefe, se propondrá juicio político para el primer mandatario coahuilense.
Ambos casos, enmarcan el primer aniversario de la tragedia humana de Pasta de Conchos. Al final, apuesto que poco más de lo avanzado se podrá hacer para mejorar las condiciones de trabajo de los mineros, apuesto a que con ninguno de estos pleitos regresará la vida de los que perecieron aquel Febrero. Pero eso sí, las cámaras seguirán filmando, las grabadoras reproduciendo y la tinta seguirá corriendo haciendo eco de los que insisten que no han politizado el asunto, los que, lastimosamente, pertenecen a todas las corrientes políticas.
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