Apagaron los Motores

Publicado el 07 de Julio de 2006

En alguna ocasión allá por los años sesenta, cuando al gasto publicitario en las empresas aún no le daban la importancia que hoy en día goza, viajaban en la avioneta de cierta compañía norteamericana el director general de la misma y su director de finanzas. Está empresa era pionera en la explotación de los medios para promocionar sus productos, razón por la cual una importante partida de sus recursos iban a parar en sus campañas publicitarias, hecho que no terminaba de convencer a los financieros, quienes no comulgaban con la idea de las áreas comerciales de ver esto como una inversión en imagen y no como un gasto inútil.

De modo que estando en las alturas y sabiendo que su jefe no podría ir a ningún lado sin darle una respuesta satisfactoria, el director de finanzas le hizo ver a la cabeza de la compañía su postura con relación al gasto publicitario, haciéndole notar los cientos de millones de dólares que por ese concepto erogaban anualmente sin obtener a cambio ningún bien tangible. El astuto líder de la transnacional que había llegado a ese puesto gracias a la mezcla de su buen juicio, preparación y una buena dosis de espíritu aventurero, aparentó no hacer caso de lo que su subalterno le decía y le ordeno al piloto de la nave apagar los motores y seguir planeando hasta su destino. Pasaron unos tensos minutos hasta que el financiero insinuó la posibilidad de que no llegasen con el puro impulso hasta el final de su viaje. De inmediato, el jefe, que empezaba también a perder color le dijo al piloto que encendiera la avioneta y continuara su vuelo normalmente.

Nuestra compañía es líder en el mercado nacional y empieza a ser reconocida más allá de nuestras fronteras- dijo entonces el viejo-. Tenemos productos que la gente acepta y las investigaciones que realiza nuestro equipo nos permiten estar a la vanguardia en cada segmento de nuestro negocio, estamos en una posición privilegiada en la que no podemos dormir en laureles ya que todos los competidores que están por debajo de nosotros quieren ocupar nuestro puesto. Uno de los más importantes activos que tenemos es la percepción que los consumidores tienen de nosotros y esto es en gran parte gracias a la publicidad, así que si cortamos el gasto publicitario, podremos seguir adelante con el impulso que ya tenemos por unos años, tal como lo hizo la avioneta durante un tiempo cuando ordené apagar los motores para ahorrar combustible, pero eventualmente alguna ley comercial no escrita nos hará caer como la ley de la gravedad lo haría con nuestro avión.

La historia es referida continuamente para hacer notar los errores en los que caen muchas organizaciones que no quieren ver el peligro que corren al pensar que se puede prescindir de algunas cosas que son la razón de ser de las mismas. No es una historia que trate sobre la importancia de la publicidad solamente, es una lección que nos enseña a saber distinguir que es lo nos mantiene vivos para no caer en supuestos que terminan por aniquilarnos.

Es justamente el proceso que vivió el PRI a nivel nacional desde aquel 23 de Marzo de 1994. Apagaron los motores que a pesar del desgaste seguían funcionando y descubrieron que seguían en el aire, pero fueron incapaces de darse cuenta que ya no generaban impulso, todo funcionó por inercia hasta el domingo 2 de Julio del 2006 cuando está se acabó.
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